Inicio Conversations Albano Quetglas: “Me gustan mucho las personas que creen en sí mismas”

Albano Quetglas: “Me gustan mucho las personas que creen en sí mismas”

Nombre: Albano Quetglas
Ocupación: Accounting & Finance Consultant
Qué quería ser de mayor: Futbolista
Libro: Postfutbolista – Albert Serrano


Quedamos en un lugar cerca del centro comercial de Gran Vía 2, en l’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Llego un pelín antes y me entretengo observando el ambiente a mi alrededor. Son las 7 de la tarde, pero el restaurante está a tope. Al haber muchas oficinas cerca, se ha convertido en un punto de encuentro para la caña de después.

Mientras suena de fondo el disco «A lo cubano» de Orishas, llega Albano.

 

Contabilidad y finanzas, dime ¿se nace o se hace?

Mi padre era gerente de una empresa y de bien pequeño ya mamé en casa lo que es ese asunto de las finanzas y la contabilidad. Con 16 años, me decía “¿me pasas esas facturas?” y yo “‘si!”; y me enseñaba a introducirlas… Ahí empezó mi andadura. Yo creo que a partir de ahí es vocacional. Estudié formación profesional de administrativo, luego un ciclo de grado superior y, lo típico, tienes 18-19 años, quieres comprarte un coche, tener algo de dinero y entras a trabajar. Empecé a trabajar en una empresa francesa y entré en el departamento de logística, no era finanzas.

Un trabajo que no te pedía experiencia, entiendo.

Sí, exacto. Un lugar que no me requiriera grandes conocimientos en contabilidad. Quizás fue un poco precipitado; pero fue una buena experiencia. Al cabo de un par de años, empecé a tener bastante contacto con el board de la empresa y un par de mentores que tuve me decían “tienes que estudiar, de lo contrario te quedarás aquí y no podrás…”. Entonces vi el escenario que había y decidí hacer la carrera.

¿Cómo fue en esta empresa?

Yo entré apenas sin saber lo que hacían: con el tiempo pensándolo tuve mucha suerte en conocerlos. Hice una entrevista, el mismo día me llamaron para entrevistarme con el director y casi el día siguiente entré a trabajar. Además, fue super rápido. Estuve dos años en el departamento de logística. Luego apareció una vacante en el departamento de contabilidad, a la que postulé. Y dado que mi background de finanzas encajaba con sus necesidades, pues me aceptaron. Era de administrativo contable, no de Head of Accounting, eh.

De ahí, luego…

Luego, la empresa en cuestión entró en un escenario imprevisible: se cambia la dirección. Vino un nuevo General Manager desde los Headquarters en Francia con experiencia en finanzas y lo pusieron de responsable de Iberia. Primero como buen manager analizó los riesgos de la empresa y nos encontramos que la empresa estaba sobre-concediendo créditos que por entonces no tenían garantía por ningún seguro o evaluación de expertos.

Por aquel entonces, el equipo de Credit Risk estaba formado por 5 personas. Dirigidas por un abogado que es uno de los que considero mis mentores. Él no tenía tiempo para gestionarlo todo. Yo hablé con él y le dije “oye, a mi este tema me interesa, no sé si necesitas una figura que colabore contigo”.

Viste la oportunidad.

Vi un cambio de director, supe detectar la necesidad y me presenté. Había una responsable de departamento que le venía un poco grande, no en cuanto a skills; pero sí en cuanto a responsabilidad. Había un bottleneck bastante importante. Fue cuando yo postulé a este departamento y coincidió con la implementación de una herramienta informática. Eran 5 más yo y fui asumiendo más responsabilidades oficiosamente.

 

“La venta se acaba cuando cobras, no cuando vendes.

Que es un consejo que daría a algún comercial”

 

¿Y qué hiciste?

Me vi capaz. Hice un análisis de riesgos, vi que la empresa tenía un exceso de créditos concedidos y puse eso al día. Con esa información le pasé un report al nuevo director y creo que es cuando un poco me lo gané. Y eso que cuando le dije “oye, este es el riesgo potencial en la empresa”, te puedes imaginar su reacción… [risas].

Me mandaron a hacer formación de Credit Risk en Londres. Me la dio un responsable de UK; porque nadie en España me podía dar esa formación, en caso contrario los riesgos de crédito hubiesen estado más controlados. Gracias a eso, tomé los puntos clave sobre qué hacer, el plan de acción y lo puse en marcha. Hice una reducción de créditos a cero.

Eso lo hice a lo mejor en 3 o 4 meses. Con la implementación de esa herramienta informática se fue reduciendo el personal y me quedé yo solo en el departamento de Credit Risk. Hubo algún despido, a alguna persona la intentaron recolocar… Di todo lo que pude y salió bastante bien, estaban contentos.

Y de ahí ¿cómo sales a otros trabajos?

Allí estaba bien. Estuve 4 años como Credit Risk Manager. Durante ese tiempo hubo una reestructuración del departamento legal de la empresa y me propusieron ser el responsable también de ese departamento. Lideré colaboraciones con diversos despachos de abogados para externalizar ese servicio. Era el controller del seguimiento de expedientes y de toma de decisiones. Tuve que formarme, hice un curso de ley cambiaria, monitorio, ordinarios, etc. Bastante base, eran pocas horas; pero me ayudó a enfocar cómo es un proceso de reclamación de créditos.

Suena a marrón. Finanzas y legal son dos mundos muy diferentes, ¿no es así? Aunque a veces parezca que van de la mano…

Yo creo que van de la mano por dos puntos, uno por temas de compliance y otro tema de credit management. E influye en finanzas. Hay que tener en cuenta todo. Tener un pasivo exigible… Si no cobras… La venta se acaba cuando cobras, no cuando vendes. Que es un consejo que daría a algún comercial, también.

 

“Después de mi jornada laboral,

hacía 4 horas sin remuneración en una Start-up…

Eso sí, iba feliz y motivado”

 

Ibas progresando. Parece un buen camino al éxito. ¿Cómo acabas colaborando en una start-up?

Sí, me iba bastante bien. Aunque, he de decir que este tipo de cambios tampoco se acompañaban de una mejora salarial acorde a la responsabilidad. Ojo, que conste que es una opinión personal… Sin embargo, contaban conmigo para todo tipo de proyectos y les estoy muy agradecido por la cantidad de cosas que aprendí.

Entonces, yo seguía estudiando. Y mi último año de carrera tenía unos créditos para convalidar con prácticas curriculares o seguir haciendo asignaturas optativas. Como llevaba muchos años ya en esa empresa, decidí abrirme otro escenario. Ver cosas diferentes. Y creo que es una de las mejores decisiones que he tomado nunca.

Me contactó el decano de la universidad y me dijo que tenía un proyecto en el Parc de Recerca de la Universidad Autónoma de Barcelona. Me comentaba que era un sitio potencial para ellos y necesitaban un perfil más senior que un recién titulado sin experiencia. Entonces, me propuso hacer esas 300 horas en una start-up tecnológica. Allí conocí a dos ingenieros con los que hoy aún tengo una fuerte amistad. Se me abrió un mundo totalmente diferente.

Ahí había gente con la ambición de comerse el mundo, entiendo…

Veo gente con ganas, ganas de cambiar las cosas, de atreverse. Y veo gente con quien soy capaz de ganarme su confianza. Yo soy una persona que no me motiva el dinero, me motiva el proyecto y yo confié en su proyecto como si yo fuese un fundador. Supongo que esto va también con la persona. Ellos me daban también mi parte responsabilidad, presentar a algún concurso… digamos que supieron llevarme.

Estaba muy motivado. Lo compaginaba con el otro trabajo y es curioso; porque después de mi jornada laboral, hacía 4 horas sin remuneración… Eso sí, iba feliz y motivado. Algo que echaba de menos en la empresa que me estaba remunerando cada mes. Y esto fue algo que me hizo cambiar el chip, “Albano, tienes que hacer algo; porque puedes dar más y estar más a gusto trabajando”.

He colaborado con esta start-up hasta hace unos meses. Ahora trabajo en una consultoría de selección de personal cualificado.

 


Vaya cambio. ¿Cómo salió este trabajo?

Es bastante curioso. Como te conté para el profile de la entrevista yo quería ser futbolista porque de pequeño jugué en la cantera del Barça. Se organizó una asociación de veteranos del FC Barcelona de futbol sala y empezamos a hacer pachangas los lunes por la noche. Ahí coincidí con el portero que teníamos. Este chico iba con traje, corbata, un buen coche… y claro, “¡hace 25 años que no nos vemos! ¿Qué haces? ¿A qué te dedicas? ¿Familia, hijos?”. Lo típico.

Me empieza a contar su vida y me dijo, “pues mira Albano, trabajo en una empresa de recrutiment”. Ese momento coincidió que mi motivación se estaba viendo mermada y más después de ver la buena energía de la start-up… Me estaba planteando un cambio y le dije “oye, ¿me puedes entrevistar para ver si puedes hacer match con algún cliente tuyo?”. Me dijo que ningún problema.

Después de la entrevista, me volvió a llamar y me descolocó, me dijo “¿Albano, te gustaría trabajar conmigo?”. No lo vi venir, yo pensaba en otros trabajos como el que tenía: ámbito finanzas. Me lo pensé bastante. Me vi con gente de la competencia, con exconsultores, con la hermana de una amiga mía que había trabajado allí… Coincidió que todos me hablaron muy bien. Bueno, todos menos uno. Me dijo “yo no trabajaría allí; he intentado trabajar allí 2 veces y no me han cogido…”. Claro, me confirmó, “¿tan malo no será, no?

¿Has notado mucha diferencia entre estar en finanzas y tu trabajo actual? 

Hay muchísima diferencia. Lo bueno es que mi trabajo anterior era una empresa de outsourcing de servicios financieros. Tener conocimiento de cliente es un punto bastante importante para entrar en este tipo de consultorías. Sin embargo, en cuanto a funciones… claro, yo estaba acostumbrado a trabajar con Excels, con ERPs, a estar 8 horas delante de una pantalla y se me abrió el panorama. Visitas, gente joven, movimiento, 130 en mi oficina… Un dinamismo increíble, todo fue como nuevo para mí.

¿Qué es lo que más te sorprendió?

Me sorprendieron los candidatos. En primer lugar, por el talento, y, en segundo lugar, por la necesidad de muchos de ellos a encontrar un proyecto challenging, dejando en un segundo plano lo económico.

 

“Acostumbrado a trabajar con Excels,
ERPs, a estar 8 horas delante de una pantalla…
se me abrió el panorama.
Visitas, gente joven, movimiento, 130 en mi oficina…
Un dinamismo increíble”
 


¿Qué prejuicio tenías, que el dinero tenía más peso?

Antes hice alguna entrevista y evidentemente buscaba que me gustase el proyecto. Pero sí que es cierto que no valoraba nada que estuviera por debajo de lo que estaba ganando. Supongo que una vez cubiertas tus necesidades consideradas como ‘mínimas’, a partir de ahí el salario lo valoras menos. Los que estamos por debajo, tenemos que tirar de mínimos.

Hay estudios sobre la curva de felicidad. Una vez llegas a tener una cifra importante de dinero, cada vez cuesta más subir tu felicidad por una mejora de tus ingresos. Tienes que dar un salto cualitativo de dinero mucho mayor para subir una micra en felicidad…

Pues tal cual, en menor escala, pero tal cual. Y luego lo que me sorprendió es que la gente tiene un concepto de las consultorías reclutadoras que no se ajustan, como mínimo en la consultoría donde trabajo actualmente, a la realidad.

Yo alguna vez lo he pensado…

Lo que nosotros queremos y pretendemos es encontrar un cliente y un candidato que juntos puedan generar valor. Como consultor 360º el candidato también es un cliente, hay que tratarlo bien. Es muy importante cuidar al candidato.

Yo intento generar confianza al candidato. Cuanto más confortable lo haga sentir, voy a saber más de sus skills, y voy a tener más variables para hacer match con una posible vacante. Entonces, mi estrategia es hacerlo sentir lo más cómodo posible, aunque es cierto que hay que seguir una estructura. Pero yo lo enfoco más como una charla. Yo quiero conocer a la persona.

Estaría guay saber qué es lo que buscas en un candidato de finanzas, ¿qué se pide hoy en día?

En lo que me más me fijo, obviamente a parte de su capacitación técnica, es en la motivación del candidato. En su predisposición en crecer personal y profesionalmente, me gustan mucho las personas que creen en sí mismas. También la transparencia, es decir, que si no saben hacer algo lo dicen. ¡No es para nada malo! Por otro lado, me pueden estar dando la suficiente confianza para saber que pondrán todo su empeño para conseguirlo. En resumen, ¡actitud!



¿Cómo se gestiona la elevada expectativa que un candidato pueda tener?

Los candidatos que realmente están en búsqueda activa en la mayoría de los casos también son conocedores de sus expectativas. En caso contrario como especialistas del sector es importante ser totalmente sincero. “Actualmente se está pagando a este precio en este tipo de empresas y sectores…”. Yo le planteo el escenario y a partir de ahí si le interesa o abrimos cartera.

¿Cómo diferenciáis perfiles más técnicos de los directivos?

Un perfil directivo entra más en la estrategia de una compañía. Las actitudes marcan el éxito o el fracaso de los objetivos que se marquen, pues son el nexo entre todos los departamentos de la empresa. Los mismos han de ser capaces de motivar, comunicar, trabajar bajo presión, muy importante también la capacidad de negociación. No todo el mundo valemos para ello.

Los perfiles técnicos son los que “absorben” los out-puts de los directivos. Tienen más capacidad de análisis generalmente y no requieren o necesitan un campo de trabajo tan amplio como una posición directiva. Destacar que es relevante que el directivo en cuestión anteriormente haya pasado por desempeñar tareas más analíticas. A menudo existe una línea muy estrecha entre por ejemplo una posición de controlling y CFO, porque un CFO en una empresa pequeña puede ser un controller y un controller en una empresa grande es un CFO en una pyme. ¿En qué los diferenciamos? En que el CFO entra más en lo que es la estrategia de la empresa. Además, seguramente le pidamos también experiencia en implantaciones de ERP, tener una visión más a medio y largo plazo y cosas del estilo.

Ya para acabar. En general, ¿cómo ves el mundo de las finanzas actualmente, hacia dónde va? Ahora tienes una visión más macro.

El año pasado fue un buen año para nuestras divisiones de finanzas y la previsión es positiva para el año 2019. Muchos clientes nos llaman porque consideran que somos un indicador del mercado. A nivel finanzas y a nivel local, el 2019 parece un buen año. Si hay más necesidades de financieros significa que indirectamente hay más volumen, están entrando más empresas y se está demandando más.


Sugerencia de presentación: Let me entertain you – Robbie Williams
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Consultor de estrategia empresarial y Mentor de artistas. He trabajado en entornos altamente cambiantes y competitivos en el mundo de los negocios, y he visto lo mejor y lo peor del ser humano. He comprobado que el cómo se hagan las cosas es tanto o más importante que el fin en sí mismo; y que el llamado éxito sólo se da gracias a la libertad de mente y espíritu. Fan de Bunbury y coleccionista de relojes.

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