- Nombre: Emilio Froján
- Ocupación: Vehicle Operations Manager de Iberia; además de co-fundador del Instituto Galego do Talento
- Qué quería ser de mayor: Futbolista
- Libro: La Insoportable Levedad del Ser – Milan Kundera (¡hasta pensó ponerle a su hijo Tomás por el libro!)
No ha sido fácil charlar con Emilio, últimamente está siempre viajando y no por vacaciones precisamente, de hecho, me cuenta que cuando toda Alemania se viene para España a veranear, quizás él es el único español que hace el viaje inverso y se va a una ciudad del centro de Alemania a trabajar…
Me ha sorprendido que estudiaras Relaciones Laborales…
Sí, no tiene nada que ver con lo que he hecho profesionalmente. Además, luego hice Ciencias políticas porque tenía pensado meterme en política. De hecho, hace 5 años fundé la agrupación local de un partido que hoy es muy famoso. Me di cuenta que la política no era para mí. A mí me gustaba la política; pero tal como estaba estructurada, no estaba hecha para mí.
¿En qué sentido?
Es una estructura súper jerárquica donde tienes que obedecer y obedecer. Y claro, yo me di cuenta que a mí lo que me gustaba era proponer, gestionar cambio, generar críticas constructivas, generar espacios donde se pueda debatir… Las estructuras de los partidos son muy jerárquicas y, si quieres desarrollar una carrera profesional ahí, tienes que repetir fielmente lo que dice tu líder más cercano o el líder del partido, y no puedes salirte de esa estrategia. Fue entonces cuando decidí meterme más en el mundo de las startups.
Pasaste de relaciones laborales a política y de ahí fuiste moviéndote a otra cosa buscando más la practicidad, ¿no?
Sí, siempre me gustó. Yo estaba como miembro del consejo de gobierno de la universidad, estaba metido en cuatro comisiones, valedor del estudiante, en la comisión de cultura, comisión de programas de máster, titulaciones universitarias, miembro de la comisión de desarrollo estatutario… Me gustaba todo lo relacionado con la gestión de lo público, porque era una universidad pública. Estaba en una etapa de mi vida que quería explorar.
«Estábamos un poco cansados de esa complacencia que había en ciertos sectores de la universidad».
¿Y cómo te da primero por Relaciones Laborales?
Bueno, realmente empecé estudiando ADE, pero tenía muchas matemáticas, no me gustaban los números, no les encontraba la funcionalidad. “Yo que quiero tener una empresa, ¿me va a ser útil tantas matemáticas?”. Macroeconomía, matemáticas 1, matemáticas 2… Y después dije, “el tema de la gestión de RRHH igual sí que me interesa un poquito más”. Luego te metes y es un plan de estudios muy estricto donde tienes asignaturas que no te sirven de mucho. En la Universidad iba a clases dónde no estaba matriculado, mi sueño hubiese sido poder coger asignaturas de hasta 10 Facultades diferentes, pero eso no era posible.
Y después, cuando estaba terminando la carrera dije, “¡que no he hecho el Erasmus!”. Pues me matriculo en políticas y hago el Erasmus con políticas. Fui a la República Checa. Elegí políticas porque tenia un poco de vocación, ya había estado en el consejo de la universidad, había creado un sindicato de estudiantes… Me gustaba ese mundo.
Me gusta mucho la idea de hacer cosas dentro de la universidad. Yo recuerdo un parón de meses en mi facultad por lo de la guerra de Iraq, encierros, suspensión forzosa de las clases y no sé si cambió mucho la cosa…
Ese fue exactamente el motivo por el que cree el sindicato, se llamaba ‘Estudantes polo cambio’, cansados un poco de ese victimismo del estudiantado, de esas protestas que no generaban ningún tipo de valor o que solo generaban valor para un pequeño colectivo. Estábamos un poco cansados de esa complacencia que había en ciertos sectores de la universidad y además que era quién estaba tomando la voz universitaria. Era en plan, “queremos que nuestra voz esté en un consejo de gobierno de la universidad, ya no queremos quejarnos, queremos proponer cosas, optimizar la transición al empleo, una universidad más libre, unas reformas en los planes de estudio, organizar la estructura docente para que haya profesores más preparados a las necesidades y retos de hoy, una sincronización más alta con las empresas…”.
Me parece un punto de vista muy maduro para estar en la universidad. Yo y mis compañeros estábamos más por salir de fiesta…
Sí, bueno, había un grupo de gente que tenía las cosas claras. Decía, “si queremos vivir realmente la experiencia universitaria de una forma que nos pueda servir para el futuro, vamos a empezar a generar valor desde la universidad”. Es que en la universidad al final, mucha gente se queda en repetir fielmente lo que te aparece en un libro de texto y ponerlo en un examen tipo test. Esa no va a ser la realidad profesional… Nuestro lema era “No pienses en lo que la Universidad puede hacer por mí, sino en lo que yo puedo hacer por la Universidad”
Te fuiste de Erasmus, el hecho de irte a conocer otras formas de hacer, otra cultura… ¿Hasta qué punto te cambio?
A ver yo siempre tuve un inglés muy malo. Yo fui a sobrevivir y fue una experiencia muy intensa, de conocer amigos para toda la vida, descubrir mucho mundo, culturas… Yo viaje muchísimo. Me gasté el poco dinero que tenía en autobuses… Claro, elegí Praga precisamente porque tenía cerca Austria, Hungría, Eslovaquia, Alemania, Polonia…
Me mola mucho tu perfil de creador. Has ido montando grupos, movimientos… Con Wenet por ejemplo. Lo tuyo es hacer comunidades, ¿no?
Me di cuenta de que todo mi entorno es gente con un propósito claro, una misión en la vida. Somos gente que nos aburren mucho las redes sociales. En muchos aspectos nos gusta mucho más la comunicación ofline que la online, la off the record. Hablar a veces de lo malo, de la mierda, a veces necesitas, eso… Y eso no se comunica en RRSS.
Claro, más humano.
Justo, sentirte más vulnerable, más humano. Y entonces dijimos, “podríamos montar una especie de comunidad que recoja este tipo de gente, que recoja mucha calidad humana, que tengan propósitos parecidos y que sea gente que busque descubrir la mejor versión de sí mismos. Que quieran contribuir a que su entorno también descubra esa mejor versión de sí mismos, en un proceso que se retroalimenta y donde se generen conversaciones y proyectos con significado”. Nosotros no hablamos de una red de networking, hablamos de una red de netbuilding. Es cambiar ese enfoque.
«Se están perdiendo esas conversaciones profundas, que hablas de propósito, de proyectos a largo plazo, de quién soy, qué hago aquí, por qué estoy haciendo lo que hago cada día…»
El networking con los años se ha vuelto más casposo, ¿no? Intercambio de tarjetas y ya.
Sí, en algunas ocasionas hay tarjeteo comercial; pero también he conocido a mucha gente que hoy forman parte de mi círculo más cercano.
He ido a varios eventos de networking y se ve claramente la necesidad de una relación más profunda. Networking de un modo más profundo, más y mejor relación con los contactos. Es el futuro, hacer cosas más humanas y personales como tu decías, ¿no?
Sí y de volver a las relaciones con significado, relaciones que te aportan valor. Hoy en día… Conozco gente que no tiene amigos íntimos, se están perdiendo. Se están perdiendo esas conversaciones profundas, que hablas de propósito, de proyectos a largo plazo, de quién soy, qué hago aquí, por qué estoy haciendo lo que hago cada día…
Y con las redes sociales se fomenta lo contrario…
Igual solo nos atrevemos a compartir lo que más nos gusta de nosotros o lo que socialmente es más aceptable. Y no nos atrevemos a sacar nuestras penurias y compartirlas, que es realmente lo que nos va a ayudar.
Claro y si lo escondes, lo estás rechazando, no vas a buscar una mejor versión de ti… Cuéntame, ¿qué es el Instituto Galego do Talento? ¿Otra comunidad?
En Galicia organizaba la típica feria de empleo. Una feria en la universidad dónde traía a empresas tipo las big 4, grandes bufetes de abogados, Telefónica, Adecco, Randstad, Manpower… Era como la feria de empleo más grande en Galicia y la organizamos durante 2 años seguidos en Santiago.
Luego, me vine para Madrid y al cabo de unos años, me llama un amigo, Ángel, que estuvo de voluntario por aquel entonces en la feria. Entonces él me dice, “oye Emilio, me ha contactado la facultad de económicas que quieren organizar una macroferia de empleo, ¿por qué no nos ponemos yo aquí y tú desde Madrid? Me puedes ayudar a pasarme los contactos de las empresas que vinieron y tal…”. Y le dije, “sí, claro, ¡me pongo ahora mismo a llamar a toda la gente que me ayudó!”. Todo eran perfiles top, gente que estaba en la universidad y se veía de lejos que iban a triunfar profesionalmente.
Contacto a estas personas y… Uno trabajando con un buen puesto en Barcelona, otro con un muy buen puesto en Egipto, otra en Nueva York, otra trabajando en Australia, otro en Reino Unido… “¿Qué ha pasado con esta gente que quería contribuir a crear un futuro mejor para Galicia? ¿Qué pasa con este talento top que se ha creado en Galicia?”. Pues que no hay espacio. Intentan trabajar en Galicia por supuesto, pero las oportunidades que ellos buscan, alineadas a sus expectativas profesionales, están fuera…
Descubres a todo el mundo que está desperdigado y tratas de aunar fuerzas.
Exacto. Entonces, desde el Instituto Galego do Talento lo que queremos es unir toda esa gente apasionada de Galicia… Vamos a ver si unimos a todo el talento gallego top, perfiles de alto rendimiento que están por todo el mundo y a ver si conseguimos crear proyectos de innovación, de impacto en Galicia. Uniendo todo ese talento en una era en la que no estar físicamente en un espacio, no impide que puedas aportar valor. Esto requiere muchísima organización, técnicas organizativas para poder generar valor en Galicia mediante proyectos que se hagan desde nosotros.
A nivel de gestión, ¿es manejable?
Es manejable, obviamente tienes que hacer mucho empuje, al final somos más de 10 personas trabajando en este proyecto; pero todos voluntarios.
«Obviamente que siempre quieres que los proyectos puedan generar beneficios y puedas dedicarte exclusivamente a ellos; pero cuando te reporta otro tipo de valor que va más allá del dinero, pues también es gratificante hacerlo».
Claro, si yo hace unos meses organicé una despedida de soltero con gente de ciudades cercanas, y fue complicado… Además, súmale países.
Es complicado. Son voluntarios que tienen que pasar por un proceso de selección, como para trabajar para una empresa que te va a pagar. Aquí vas a trabajar menos, pero estás haciendo lo que amas. En este caso, lo que estamos haciendo es buscar gente que ama lo que hace, que sabe el impacto que quiere crear; pero en este caso no recibe dinero por ello. Que sería perfecto si pudiera recibir dinero por ello, eh; pero falta esa última pata. Quién sabe si en el futuro…
Quién sabe. Igual se puede pagar de otro modo en estos casos, desde contactos hasta…
Sí, contactos sí. Es una organización que tiene muy buena aceptación en las empresas gallegas y la idea con las embajadas que tenemos en varios sitios del mundo es también ser una embajada de la marca Galicia, de las empresas gallegas. No solo a nivel de producto, a nivel talento también. Si estas empresas quieren reclutar talento que ha estado fuera de Galicia, pueden contactarnos para que nosotros le hagamos esa búsqueda.
Obviamente que siempre quieres que los proyectos puedan generar beneficios y puedas dedicarte exclusivamente a ellos; pero cuando te reporta otro tipo de valor que va más allá del dinero, pues también es gratificante hacerlo. En el caso del IGT es un mapa de conexiones tremendo en cualquier tipo de ámbito, hay diputados, artistas, emprendedores, altos directivos…
No se hizo business plan. ¿Hasta qué punto se pensó un modelo de negocio o se detectó la necesidad, oportunidad, etc.? Como los manuales, digo. ¿O no fue pensado y ha sido más espontáneo todo?
Yo soy del tipo de persona que piensa que las comunidades de éxito inician el proceso sin saber que están creando una comunidad y sin pensar en un modelo de negocio, por supuesto. Pensamos que, si un grupo de personas se junta, unidas y organizadas puede generar beneficios por ellas mismas. Ya después, si la comunidad crece y pones un gestor y luego si crece mucho pues es obvio que tiene que haber gente que se dedique a full time a la gestión para que todos puedan beneficiarse lo máximo posible y optimizar el valor de las conexiones.