Nombre: Marc Guerrero Pérez
Ocupación: Socio fundador y Head of Marketing & Product design
Qué quería ser de mayor: Arquitecto
Libro: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva – Stephen Covey
A Marc se le puede definir de muchas maneras, quizás la que mejor le defina es multidisciplinar. De hecho, cuando le propuse tener esta Conversation, me invitó a asistir a una reunión de Toastmasters donde hacía un speech para después charlar durante la cena en un restaurante de temática NBA. De todo un poco.
Se lanzó a emprender hace unos años y no ha parado de crecer en lo profesional y en lo personal. Nos cuenta un poco su experiencia a la hora de emprender y cómo se vive eso de dejar un trabajo para montar tu propio negocio.
Tuviste experiencia en otros lugares y llegó un momento en el que decidiste dejar un trabajo relativamente acomodado para emprender. ¿Cómo fue la cocción de esa decisión?
Yo en ese momento trabajaba en Marketing Digital en una multinacional líder en maximización de ingresos para cadenas de hoteles de lujo. Era el momento en el que Google cambiaba constantemente el algoritmo y hacer SEO empezaba a sofisticarse mucho más que el simple “colocar keywords”. Además, surgía con fuerza el análisis de los datos y ganaban peso las estrategias combinadas. Vamos, que nuestro trabajo estaba evolucionando en el sector y era necesario un buen cambio interno para adaptarse. Eso en organizaciones grandes no es del todo inmediato.
Eso por un lado. Por otro, el nivel de clientes aumentaba de forma exponencial. Aunque a nivel individual se nos reconocía, la percepción general del equipo desde fuera no era tan buena y todos intentábamos demostrar que los cambios que queríamos aplicar estaban justificados y tenían un sentido. En una obsesión de justificar las acciones y demostrar la importancia del Marketing Digital, empecé a interesarme por la Analítica Web; pero debido al gran aumento de clientes y la necesidad de transmitir dentro y fuera las nuevas tendencias del Marketing Digital (modelos de analítica, análisis de datos…), sin quererlo, empecé a sacar mi cabeza fuera. A interesarme por otras cosas, usabilidad, conversión, etc.
Habría una parte técnica que otros departamentos no conocían y otra de gestión del personal, de estar desatendidos…
Sí, cuando se producen cambios la comunicación es muy importante. Había una parte técnica, de no comprenderlo, y al principio costó valorar lo que podíamos aportar al conjunto de la empresa; por otro lado, existían ciertos hábitos de equipo pequeño y los clientes se iban multiplicando cada mes. Inevitablemente, se iban generando cada vez más retrasos en las entregas y la necesidad de hablar con los clientes con mucha más intensidad.
A su vez, el equipo de ventas nos presionaba mucho y era necesario crear un buen clima entre los dos departamentos. Sobre todo era necesario comunicar bien cómo el servicio estaba evolucionando y dotar al departamento de estructura operativa que permitiera escalar el ritmo de crecimiento tan fuerte. Fue un periodo intenso en el que aprendí que la comunicación entre todos los departamentos es fundamental.
¿Y tú personalmente cómo lo vivías?
Seguían siendo necesarios muchos cambios para que fuera bien y dependía mucho del estilo de liderazgo que se ejercía. Creo que la frustración me llevó a pensar en otras cosas, a canalizar mi ilusión en otros proyectos. Yo creo en un tipo de motivación que permita que la gente se organice y trabaje en equipo; no necesito que me controlen todo el rato porque siento falta de confianza y que pierdo el tiempo. La confianza es un aspecto clave cuando nos enfrentamos a tantos cambios y tanto crecimiento, de otro modo los procesos se atrancan y la frustración aumenta.
«En un momento de crisis generalizado dónde las consultorías no fichaban gente y los trabajos eran de prácticas o mal pagados…»
Esto fue un trabajo, ¿pero fue solamente por este que te planteaste emprender o ya venía de antes?
Ya antes con dos amigos pusimos las bases de una plataforma web de mecánicos que no acabó de salir, entre otros motivos, porque éramos muy jóvenes. Yo siempre he tenido ganas de montar algo y crear valor desde cero.
En un momento de crisis generalizado dónde las consultorías no fichaban gente y los trabajos eran de prácticas o mal pagados… Yo entré en esa empresa mediante una beca en la que la empresa me subvencionaba un master en gestión de empresas. Este trabajo me introdujo en el mundo del marketing digital y me permitió ver que se generaba mucho valor para las empresas para las que trabajábamos. Estoy hablando de una empresa americana que cuando entré en las oficinas de Barcelona éramos 50 personas y cuando salí, 120. Tengo que reconocer que admiro el trabajo que se ha estado llevando a cabo en esta empresa hasta día de hoy, ahora ya son casi 200.
También con el máster vi que había cosas que estaba aprendiendo que me parecían interesantes más allá de mis estudios de informática. Como tenía que hacer el proyecto de fin de máster, decidí hacer un Business Plan con un modelo de negocio parecido al que teníamos en la empresa y lo hice enfocado a restaurantes.
Además del trabajo y del máster, me apunté a un curso para hacer bien un Business Plan. Con toda la intención del mundo, eh. Me apunté para que me ayudaran a hacer el proyecto de final de máster. En plan ratilla máximo [risas]. Desde el inicio me motivé, y el tutor encima me animaba mucho, así que empecé a hablar con gente del sector de la hostelería. Liado con esto, me encontré un día con mi actual socio y le conté en qué estaba. Le dije “mira me estoy metiendo con esto del máster, tengo idea de este proyecto y he empezado a pensar cómo automatizar las ideas de mi curro pero enfocado más y mejor a restaurantes…”
Y surgió la magia…
Él en su trabajo sentía el techo cerca… Xavi tenía en la cabeza crear un recomendador de ocio basado en Inteligencia Artificial. Hablamos de ayudarnos mutuamente, él en mi proyecto por la parte más técnica y yo al suyo con estrategias de marketing. Una tarde, en una cafetería, yo llevaba mis papeles y sabía lo que quería desarrollar, aquel día nos sentamos y pusimos las cosas encima de la mesa.
Le enseñé mi Business Model Canvas y le traje unos papeles de cómo me imaginaba la app que quería hacer, con un botón de analytics, módulo de marketing para que un restaurante lo pudiera usar, etc. Nos entendimos muy bien. Lo que pensé en ese momento fue “tengo la oportunidad de dejar el trabajo e intentarlo”.
Claro, teniendo en cuenta la situación de crisis que había, casi era más difícil no pensar en caminos alternativos como es emprender, ¿no? La clave aquí es tener buenos socios…
Me encontré con un perfil de alguien que nos complementábamos muy bien, y de “si tú vas, vamos” y también porque me daba confianza el hecho que ya nos conocíamos. Xavi es una persona brillante, somos muy diferentes y complementarios en los aspectos más superficiales, pero compartimos unos valores muy parecidos y muy fuertes, eso es otro asunto importantísimo a tener en cuenta. En ese momento pensé “si en un mundo en el que todos están asustados por el trabajo, tengo el privilegio de haber estudiado ingeniería informática que me permite encontrar trabajo relativamente fácil… puedo arriesgar”. O Yo lo vi así.
Entonces tuviste la tranquilidad de, a malas, podría ser fácil encontrar un trabajo…
Sobre todo por mi trayectoria que es una mezcla entre técnica, negocio y marketing. Digamos que tengo un perfil técnico que disfruta con la emoción de ir a ver clientes. No digo que podría ser más fácil que a otros; pero sentía que quizás podría encontrar salidas en cualquiera de los tres ámbitos. No tenía ese miedo.
Mi planteamiento sobre todo era “yo he hecho un máster y tengo la oportunidad de montar una empresa que es el mejor de los másteres porque me tengo que enfrentar a todo y encima puedo llegar a ganar dinero. Pues como mucho pierdo 2 años o 3 de máster… Y no lo pierdo porque me enfrento a ello”. Además de todo lo dicho, era joven, no tenía ningún tipo de atadura en ese momento. Era cómodo eh, porque siempre podía volver a casa de mis padres…
«Decir que vas a emprender tiene una parte sexy de cara a conocidos, de cara a los padres ya… Yo creo que he tenido suerte»
¿Cómo fue el tema de “salir del armario”? Ese de decir en publico “¡voy a emprender!”
Bueno, a ver, decir que vas a emprender tiene una parte sexy de cara a conocidos, de cara a los padres ya… Yo creo que he tenido suerte, mis padres siempre me han mostrado confianza en todas mis decisiones. Mi padre siempre me ha dicho “tú trabaja por la mañana y luego haces tus cosas” que es lo que ha hecho él. Entraba a trabajar en la fábrica de 5 de la mañana hasta las 3 de la tarde y a las 4, después de comer, a hacer sus cosas. Fueron tiempos difíciles para ellos en los que por encima de todo querían asegurarnos un futuro más cómodo que el suyo. Por otro lado, mi madre siempre ha trabajado como administrativa en empresas pequeñas, ya sabía cómo era ese mundo y sabía que se puede sacar adelante.
De todos modos, repito, mi situación era muy fácil en aquel momento: “no tengo nada que perder, a las malas, voy a casa de mis padres y me ponen un plato de comida. Ellos contentos porque me ven más y creo que no pasa nada porque tengo un perfil que, aún siendo crisis, algo puedo encontrar”.
¿Hubo algún comentario de tu entorno que dijeras “siempre me acordaré de aquello…”?
Hubo un comentario que destacaré por encima de todos que fue del presidente de la empresa donde trabajaba. Cuando me iba, mandé un email comunicando mi salida a todos mis compañeros y el presidente me llamó a su despacho. Al llegar, parecía que ni me escuchaba porque estaba con el periódico, con una llamada y hablando conmigo. No sabía ni si me estaba prestando atención… Ya al darle mis razones en persona me dice “¿tú ya tienes clientes?”, y yo “no, empiezo ahora…” Y me dijo “primero ten clientes y luego te lanzas y si no, corre ya para tener clientes, el dinero vuela”.
J*der, ahora lo pienso y digo ¡es que es EXACTAMENTE la clave! Nosotros hemos estado mucho tiempo desarrollando algo muy complejo, es un sistema único que no existe en el mercado… pero ahora mismo, si tuviera que darle un consejo a alguien, le diría exactamente eso. Quizás en ese preciso momento no le di la importancia que merecía. El hecho es que a los dos meses creamos una vía de negocio paralela para conseguir clientes y autofinanciarnos mientras íbamos trabajando en el proyecto… Me ha quedado muy marcado.
¿Ha cambiado tu concepción de lo que pensabas que era un emprendedor y lo que has visto que es realmente?
Parece algo genial al principio, es como muy atractivo; pero creo que mentalmente tienes que estar bastante preparado, eres más responsable de las decisiones que tomas de lo que puedes pensar en un primer momento. Tienes que tener un punto de confianza en ti mismo que quizás en otro lugar no tienes que tener, eso es lo que más cuesta o lo que más me cuesta a mí. Hay quien lo lleva mejor, otros peor y piensan “no estoy seguro; pero voy a hacer ver que lo estoy”, que proyectar seguridad vende.
¿A nivel personal qué has aprendido?
[Silencio]
Es muy difícil esta pregunta, muchísimas cosas. Creo que hay algo importante en aprender a ser estricto. Cuando ves a los emprendedores de Silicon Valley que son genios cool y trabajan un par de horas… Es que no hay nada de cierto en eso y, si lo es, requiere mucho trabajo previo. Hay un punto de rigurosidad, de tener las cosas super controladas. El control. Ser emprendedor es el trabajo que más control requiere. Yo he probado diferentes métodos, ahora tengo otra agenda nueva, me apunto todo lo que quiero hacer. Cada mes me reviso qué he hecho, qué no… Intento planificar las semanas… El control es lo que más cuesta. Tienes que ser capaz de controlar todo. A nivel profesional y personal tienes que estar a muchas cosas. Hay que organizarse y gestionarte muy bien todos los aspectos de la vida.
«Lo que digo yo es que tienes que buscarte la metodología que te permita ser proactivo”
¿Qué hábitos son los que más has visto necesario implantar?
Un libro clave para mí es el libro de “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”. Los intento aplicar; aunque me cueste y sigo luchando porque sé que los necesito. La proactividad… y suena muy fácil, eh, “¡tienes que ser proactivo!”. Lo que digo yo es “tienes que buscarte la metodología que te permita ser proactivo”. Tienes que ver qué es lo que quieres hacer y qué acciones te llevan ahí. Todo eso lo tienes que apuntar y tener claro. Y entonces hacerlo: check, check, check. Luego, es necesario saber cuándo tienes que hacer cada cosa, claro. Para mí la metodología que mejor me funciona es cada semana revisar la agenda y planificar, replanificar: qué tenía, qué tengo y qué tendré. Pero entiendo que esto es algo muy personal. Cada uno tiene que encontrar su método de trabajo.
¿Cuáles son las dificultades más grandes por las que has pasado a la hora de montar un negocio?
El dinero. El dinero siempre. Bueno, el dinero y las expectativas. Creo que son las dos dificultades más importantes a las que uno se enfrenta.
¿Las expectativas tuyas o las de los demás?
Las dos, pero las que más te marcan son las tuyas. Porque todo va más lento de lo que tienes en tu mente, todo es más difícil de lo que te esperas. Lo mismo con el dinero, esperas hacer las cosas con menos recursos, cantidad, y todo va lento, siempre hay contratiempos.
¿Alguna otra?
Es típica pero, la de contagiar tu ilusión por tu empresa. Transmitir esa cosa que es tu proyecto que tú estás motivado y no todo el mundo tiene por qué estar como tú.
Eso me hace pensar en la gestión de personal, ¿te has encontrado en situaciones complicadas como un despido?
Nosotros despedir o dejar ir a alguien no nos cuesta tanto porque nos cuesta mucho contratar, por muchas razones, pero una de ellas es porque sabemos que es clave invertir en una buena entrada antes que en una mala salida. La gente entra con mucho cuidado y es muy fácil para todos ver si encajamos o no. Luego a nivel de gestión en general, lo que cuesta es conseguir generar compromiso y motivación. También es muy importante comunicar, ser concreto, es clave para gestionar bien, si no eres muy preciso en lo que quieres, la gestión es más difícil.
¿De qué estás orgulloso de esta etapa profesional de tu vida?
De lo que estoy aprendiendo, orgulloso y muy contento de todo lo que aprendo. Las oportunidades de trabajar codo con codo con gente que me da mil vueltas, tenemos un elenco de socios con un recorrido y un prestigio internacional. Me siento como el que aprende a hablar inglés en Inglaterra, te sientes super emocionado porque empiezas a captar palabras y frases nuevas pero a la vez piensas que aun te falta mucho para dominarlo. A mí me encanta ese sentimiento. Tienes mucho por crecer, no te estancas. Te sientes vivo en cierto modo.
Sugerencia de presentación: The Logical Song – Supertramp