- Nombre: María Recober
- Qué quería ser se mayor: maestra
- Ocupación actual: psicóloga sanitaria, especialista en pérdida, duelo y trauma.
- Una frase: “La libertad está en ser dueños de la propia vida”
“Pérdida, duelo y trauma”, justo lo que más sobre vuela el mundo ahora, y por eso el sentido de esta conversation con María. En Dévé llevamos un tiempo hablando de que necesitamos salud mental a gran escala. Afortunadamente el papel del psicólogo está entrando en nuestra sociedad, y está siendo más aceptado, porque por fin la salud mental asciende en el ranking de cosas importantes.
Entonces una cosa que me llamó la atención, María es que hablaras de la valentía en procesos de duelo. Que dijeras en tu Instagram que “la persona valiente no es la que oculta su sufrimiento, sino la que tiene el valor de compartirlo”. Lo que me hizo clic es la palabra “compartirlo», porque para mí siempre había sido reconocerlo el acto de valentía. Para mí con reconocerlo pensé que ya valía. Cuéntame.
Sí, es cierto que el primer paso es reconocerlo, es importante, pero no es suficiente con quedarse ahí. A veces también necesitamos expresar esos sentimientos que, por cultura o diferentes factores, nos los guardamos para nosotros. Y al final terminan saliendo de una u otra forma. Yo siempre lo digo, el cuerpo es muy inteligente; el cuerpo manda, y al final por mucho que queramos reprimir emociones y sentimientos, pues acaban saliendo de una forma o de otra.
¿De qué forma podría salir un dolor que no se gestiona un trauma que no se arregla?
El trauma puede tener diferente sintomatología. Se puede reaccionar de forma intensa, con desesperanza, temor ansiedad. Pero con el trauma son muy comunes los sentimientos de irritabilidad, pesadillas, sensaciones de extrañeza o irrealidad. Es básicamente lo que denominamos el síndrome estrés post traumático, que suele estar fuera de nuestro control pero produce un gran sufrimiento psicológico. Es una respuesta biológica que supone una adaptación natural del cuerpo humano ante el trauma. El carácter biológico explica que esto sea universal, en la mayoría de los casos estemos en el lugar del mundo en el que estemos siempre vivimos síntomas muy parecidos.
Por eso podemos decir que se puede deducir que una persona tiene ciertos comportamientos a causa de un trauma, que a lo mejor la propia persona lo sabe que tiene…
Exacto, a raíz de eso una pregunta que se me suele hacer a mucho es por qué no es igual para todas las personas: Yo no he tenido pesadillas, pero he sentido mucha irritabilidad”, y más. Al final, la capacidad de afrontamiento del trauma depende por un lado de factores personales, que son afrontamientos es específicos que activa la persona, y por otro lado, los factores situacionales. Cada persona hace una valoración de la situación dependiendo de su historia y de sus características personales, y esto hace que lo realmente importante no sea el acontecimiento en sí sino la valoración que hace cada persona. Llegado a este punto tenemos que tener claro que la persona tras hacer la evaluación de ese acontecimiento que genera un nivel de estrés; y cuanto mayor sea el nivel de estrés, mayor será la dificultad de afrontarlo.
Hay una cosa relacionada con lo que acabas de decir. También hablaste en tu Instagram de la desrealización y despersonalización. Que uno de los síntomas es que la gente se siente aturdida y que no se reconoce en el espejo. Concretamente sobre eso te respondí que eso a mí me había pasado recientemente tras el evento racialmente traumático de George Floyd… ¿Te ha llegado este fenómeno como algo común?
El caso es que precisamente lo que me motivó a escribir ese post, es que veo mucho en Consulta que estos síntomas son los que más miedo dan. Porque tenemos un sentimiento como que nos estamos volviendo locos…
Sí, sí, sí, sí.
Al final la desrealización es como si vivieras en otro mundo, como si vivieras un sueño, y la despersonalización es como si desconectaras de ti mismo. Da mucho miedo, vértigo, pero tiene que ver con la capacidad de gestionar un estado de choque que puede proporcionar una información traumática de estas proporciones. Al final el caso de George Floyd que hemos vivido recientemente ha tenido un gran impacto emocional en muchísimas personas y ha generado un serio replanteamiento de cómo la sociedad reacciona ante ciertos acontecimientos, al mismo tiempo que podemos sobre la mesa nuestros propios valores. Entonces todo este acontecimiento que contiene tanta carga emocional inevitablemente tiene consecuencias a nivel psicológico que puede derivar en una experiencia del trauma.
Es verdad que nunca hemos pasado por una pandemia y lo que estamos pasando en 2020. Yo creo que ahora es como descubrir un nuevo mundo a nivel emociones. ¿Cómo lo vive una psicóloga?
Yo también estoy en continuo crecimiento personal. Y aquí también entra mucho la gestión emocional. Con esta gestión vamos a aprender a gestionar nuestras emociones y saber canalizarlas. Muchas veces cuando nos cae una carga emocional muy grande es como que nos ponemos las pilas y nos decimos “Vale, tenemos que ver qué hacemos con esto”. Entonces es muy importante expresar nuestras emociones y esto con lleva un trabajo de autoconocimiento que no es nada fácil. La autogestión emocional es una de las competencias de auto liderazgo consciente que nos permite gestionar nuestra propia vida. Entonces canalizar las emociones desfavorables en emociones y vivencias positivas no es tarea nada fácil; y es algo en lo que conviene trabajar desde la infancia pienso.
Yo como psicóloga veo que se pueden tener cambios positivos de un acontecimiento traumático: algunas personas después de un acontecimiento traumático pueden experimentar cambios muy positivos. No es de extrañar que personas después de lo que ha pasado con George Floyd tengan más gratitud, tengan nuevas prioridades, más fuerza personal y pueden incluso aumentar la calidad de sus relaciones. Esto es lo que en psicología llamamos crecimiento postraumático.
Espera, espera es como cuando una mujer rompe con la pareja y de repente se transforma y dices: “Madre mía qué bien te vino dejar al novio, quién te ha visto y quién te ve».
Exacto. Esto no significa que se anule el sufrimiento, sino que el crecimiento coexiste con el sufrimiento. Tengo que recordar que para que se dé este crecimiento postraumático es necesario que se den emociones difíciles, que se produzcan. Y al final vamos aprendiendo de eso.