Todo el mundo se une en contra de Putin (todo el mundo conocido), conforme presenciamos un evento que hace temer una tercera guerra mundial, esta vez sí. Quizá por eso se ha hecho tan mediático, a diferencia de otros conflictos que se están dando simultáneamente.
Zelensky está dando alimento para el pensamiento de analistas de guerra, sociología y escudriñadores de la mente humana (entre los que me incluyo). Es evidente que en momentos críticos ciertas personas acaban quieran como no, en el punto de mira. Y lo que hacen afecta directamente en lo que sucede y sucederá.
El mundo necesita héroes. Símbolos. Y el presidente de Ucrania se ha convertido en uno. La historia de Zelensky, para los que ya lo conocían de antes de que estallara la guerra —y para los que tuvieron tiempo de investigar su identidad de actor/cómico/judío—, comienza con el carisma y el coraje como algunas de sus virtudes clave. Antes de restarles importancia: ya les gustaría a los que aman mostrar sus cargos en LinkedIn tener carisma y tener coraje. Pero los ucranianos ya sabían que su presidente era un hombre carismático y corajudo. A pesar de ello, hace tan solo dos meses, su popularidad estaba en mínimos.
Porque en el liderazgo, a pesar de las buenas virtudes, a las personas no nos atrae lo ordinario. Nos atrae la gente que vemos que encarna los ideales de un grupo y actúa por los mejores intereses del grupo, aunque esos ideales a priori no se expresen con palabras. Un líder es alguien que se posiciona para lograr o proteger lo que realmente le importa a un grupo. Que se lo digan a los héroes de la Historia y de la ficción.
Zelensky ha reafirmado la valentía ucraniana al exponerse como el primero —no se fue del país pese la invitación de Joe Biden— y también librando la batalla digital al dirigirse continuamente al mundo desde sus redes sociales. Ahí está una lección que conviene recordar en un mundo individualista de líderes que han olvidado parte del significado de liderar: compromiso con un grupo. Como dice Adam Grant, el carisma llama la atención. El coraje despierta la admiración. Pero el compromiso con un grupo despierta la lealtad. Estos tres, juntos, son imparables.
Es bueno tomar notas.
(Crédito: Servicio de Prensa Presidencial de Ucrania/Reuters)