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Cómo ser bueno con tu dinero en tres meses

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Time is money

Tu objetivo es mejorar tu relación con el dinero, y el objetivo de este texto —como de los de Dévé en general— es que sepas cómo manejar bien tu dinero, o sea, de forma más inteligente, más eficiente, y que cuando hablamos de hacer tus presupuestos, seas un pro. Time is money, y ya que trabajas duro por ese dinero, lo suyo es que tu dinero te sirva a ti.

Hacerte bueno manejando tu dinero es el tercer paso para crear la vida que realmente quieres, una vida en la que el dinero no sea lo que te quita el sueño. Abraham dijo que se tarda 21 días en crear un hábito si éste es sencillo, y 66 si hablamos de un hábito más complejo. Así que aunque seas un beginner y no sepas por dónde empezar, tienes lo mismo que Warren Buffet o Elon musk: tiempo. Tres meses.

Y estas claves, si quieres redefinir la forma en que te relacionas con el dinero de forma sana en este tiempo.

Al lío. ¿Cómo hacerte bueno manejando el dinero en 3 meses?

 

Hazte un presupuesto

Presupuesto, o sea planificación de gastos, no necesariamente mensual. Tú sin presupuesto eres como coche sin volante. Pero vamos a ser realistas, que hay trolas que nos contamos cuando nos hacemos un presupuesto que no pueden ser. Siéntate contigo mismo, con lo que prevés que va a suceder en el próximo periodo que marques, con tus gastos y con las categorías de tus gastos. Y por otro lado, conócete: antes de prever, has de saber lo que ha pasado. Antes de saber cuánto gastarás, necesitas saber cuánto has gastado.

 

Constrúyete un colchón de emergencia. Y hazte unos planes de ahorros

Algunos recomiendan tener ahorrados 3 meses de gastos en un lugar fácilmente accesible, pero si eres como yo y el común de los mortales, que no sea tu cuenta corriente. Este fondo de emergencia sirve por si te quedas sin trabajo, o si tu fuente de ingresos falla. Los planes de ahorro, por otro lado, obedecen a tus objetivos de avance en la vida.  Viajar, una boda, una casa, la escuela de los hijos, una cirugía estética. Hay planes de ahorro de bancos, de seguros, fondos de inversión, tu madre escondiéndote el dinero —hay incluso un método africano para ahorrar llamado djangué que es bastante divertido—. En el plan de ahorro en años como este es recomendable automatizar —de la misma manera que hay gente que tiene automatizados los pagos—, de modo que antes de que el dinero se vaya, ya esté alineado con tus objetivos.

 

Chequea tus tarjetas de crédito. Y tus deudas

El primer paso aquí es reducir la distancia entre lo que puedes usar y lo que usas a la hora de la verdad. Revisa los pagos que has hecho con tarjeta de crédito en los pasados 3 meses y céntrate en reducir la cantidad de dinero que gastas porque parece que lo tienes. Por otro lado, haz —o revisa— el plan de devolución del dinero que sale por estas tarjeas. Cuanto antes salgan esas deudas de tu vida, mejor. Si debes a alguien, es más eficiente hacer pequeños pagos regularmente que esperar a que te toque la lotería.

 

¿Puedes hacerte con una fuente extra de ingresos? A por ella.

Si sabes inglés,  se te dan bien los adolescentes, sabes tejer bufandas, sabes autocad, sabes peinar, sabes hacer manicuras… te digo por experiencia que tener un extra fuera de tu trabajo —si te da la vida, claro— te da más control sobre tu vida. Además, te da seguridad en ti mismo al demostrarte que eres algo más que lo que dice tu profesión. Vamos, que hay vida más allá de estar encasillado en una cosa.

 

Trátate bien

Hacerte bueno con el dinero es también cuidarte. Márcate objetivos ligeros y prémiate cuando los consigas (o pide a alguien que te ayude a premiarte, que los hay que tendemos a no hacer esto, a mí me lo tienen que recordar, por ejemplo). Una cena, un masaje, algo. Premiarte hace que la disciplina sea más divertida. Pero no solo esto: evita crisparte, o vivir en estrés. El estrés te hace tomar decisiones más precipitadas y caer en gastos de consolación que en realidad no te hacían falta. Lo llamarán efecto mariposa… mientras lees este texto hay gente quemando su tarjeta bancaria para comprarse algo que después aborrecerá porque una hora antes no se bebió un vaso de agua, respiró profundamente 5 veces y llamó a su best friend para desahogarse.

 

No es magia, es estrategia y la creación de un hábito. Ahorrar, manejar tus finanzas, y ser bueno manejando tu dinero no tiene que sentar como un castigo… porque no lo es. Ser amo de tu dinero, aunque sea poco, es una forma de valorarte. Ojo, ojo: hacerte bueno en algo es el resultado de un hábito, de echarle ganas y de seguir, claro: verás cómo lo logras.

Money is time.

Time is life.


Imagen: Brooke Lark

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Soy Esther Bolekia, ingeniera de Caminos amante de los trenes y del progreso social que traen. Durante los últimos diez años he sido escritora a tiempo parcial de artículos apasionados por las dinámicas humanas que analizan las leyes no escritas del mundo personal y corporativo. Hoy dirijo Dévé, donde también escribo sobre vida y trabajo, liderazgo, sociología y estilo de vida. Mi forma de escribir se ha descrito como empática, fresca, asertiva y mordaz. Seguramente porque creo que la literatura nunca debería confundirse con mero entretenimiento inocente. Fundé la revista Dévé porque quiero —junto a quien se une a la causa— descubrir las soluciones reales al sufrimiento en el trabajo y lo que hace que disfrutemos de la vida de veras. Escribo para quien desea saber lo que ni los padres, ni la escuela, ni internet enseña sobre el arte de manejarse con maestría en vida y carrera. Por eso arriesgo y voy a las causas y las relaciones entre ellas en los análisis profundos que hago. A menudo me mancho las manos de barro, para llegar adonde nadie más se atreve. La verdad nos hará libres.

1 COMENTARIO

  1. – Desactiva la función de crédito de tu tarjeta y úsala sólo como tarjeta de débito :).
    Yo sólo pago con tarjeta de débito. No gasto lo que no tengo, NUNCA.

¿Qué opinas? Hablemos.