Enemigos silenciosos (I): efectos de la inflación sobre tu dinero
Uno de los temas que más se escucha hablar este 2018, debido a la importancia e implicaciones que tiene, es el resurgir de la inflación en las economías desarrolladas. Los datos de abril de 2018 para el IPC son del 1.1% para España, 1.25% para la UE y del 2.5% en EE. UU. A finales de enero de este año, un dato de salarios en EE. UU. disparó el miedo en los mercados financieros llevando a caídas del entorno del 10% en bolsa, y ampliaciones en la Renta fija. ¿Por qué? El razonamiento es el siguiente: Si suben los salarios, la gente tiene más dinero para gastar. Por tanto, las empresas subirán los precios, y por tanto, repunta la inflación como enemigo silencioso de tu dinero. ¿Cómo se contrarresta? Con los bancos centrales subiendo los tipos de interés.
Esto último no parece tan malo, ¿verdad? Que los bancos no pagan nada ya…
Antes de entrar en materia sobre cómo nos afecta a nosotros, y para entender bien qué es esto de la inflación, vamos a contraponer los datos anteriores con países como Egipto con una tasa de inflación en abril de 2018 del 10%, Angola o Argentina, con tasas del 25% (no estamos tan mal, la verdad) y un ejemplo difícil pero muy real: Venezuela, con un dato de diciembre de 2015 del 180% y hoy rondando el nivel de 6.147% (y subiendo).
El proceso inflacionario es aquel que produce un incremento en el precio de los bienes y servicios que consumimos (medido en términos anuales) y que significa básicamente que, si en España la inflación promedio de los últimos 10 años está en torno a 1.24%, implica que 100€ de hace 10 años, equivalen a 98.76€ hoy, porque lo que hace 10 años valía 100€, hoy vale 101.24€ No parece mucho, ¿verdad? El caso es que esa diferencia, en el tiempo, hace que nuestro dinero cada vez valga menos. Haced el mismo ejercicio con los datos de Angola y si sois valientes podéis hacerlo con Venezuela.
¿Qué te parece? Es serio el tema, ¿verdad?
Veníamos hablando del ahorro, pues bien, tu objetivo básico número uno es procurar que tus ahorros e inversiones te ayuden a cubrir en el medio plazo la tasa de inflación; toda la rentabilidad que quieras obtener de más, vendrá indicada por tu capacidad de asunción de riesgo. Ojo, no pongo el tema de los impuestos, porque hablo de un plazo medio largo. Pero ahí ya veremos qué pasa con ellos.
La inflación per se no es mala, al final que suban los precios es algo normal y beneficioso para todos. Lo que es malo, como todo en la vida, es el exceso o el defecto, por eso los bancos centrales, a través de sus políticas monetarias, se encargan de establecer mecanismos que mantengan a raya la inflación, ¿cómo? A través de la curva de tipos de interés, de la que hablaremos más adelante. En este sentido, baste por hoy resaltar que el objetivo principal del Banco Central Europeo (BCE) es la estabilidad de precios, esto es, mantener la inflación en un entorno cercano al 2% a medio plazo. La Reserva federal (FED) de EE. UU. tiene un objetivo parecido.

Sí, tenemos suerte de vivir en un sistema que ha aprendido de los errores del pasado y de las consecuencias que la hiperinflación puede tener (véase el caso de Alemania en el periodo de entreguerras). No es perfecto, pero si habéis hecho el ejercicio anterior para Venezuela, creedme que ninguno querríamos esa realidad en nuestras vidas.
En resumidas cuentas: la inflación es una de nuestras eternas compañeras de viaje y, hablando de dinero, no hay que perderla de vista. Podríamos hablar muchísimo más, pero el tiempo y el espacio, como buenos recursos, son limitados.
Hablaba al principio de subidas de tipos de los bancos centrales, pero no he explicado porque eso da tanto miedo a los mercados financieros. Os pido disculpas, pero antes de meternos en harina, quiero ir desgranando, poco a poco, los conceptos más básicos para que podamos ir más allá sin perdernos por el camino.
Déjame tus consultas en los comentarios y les daremos respuesta juntos.
Gracias Jaime, un buen artículo que invita a la reflexión. Por lo que comentas entiendo que el 2% que se marca el BCE para la inflación a medio plazo es porque supone un mayor estímulo para el crecimiento que el 0%, con la que cumpliría todavía mejor su objetivo de estabilidad de precios. ¿Por qué es así?
Por otro lado en un entorno europeo, con países que tienen modelos productivos dispares, ¿cómo toma el BCE las decisiones que son buenas para un país pero tal vez no tanto para otros? Estaba pensando que los indicadores de la evolución de los salarios no siempre estarán sincronizados por ejemplo entre España y Alemania.
¡Ya espero el siguiente artículo! Un saludo.
Alejandro, en primer lugar, disculpa el retraso en contestar.
Efectivamente los ritmos de crecimiento y las economías de la Eurozona son muy dispares y de ahí que el BCE tenga que hacer encaje de bolillos con sus políticas para que, por beneficiar a uno, no lleve a otros a la bancarrota…
No es fácil, pero intentaremos desgranarlo todo poco a poco para que la foto global sea más fácil de entender para todos, y sobre todo podamos tener unas expectativas coherentes y hagamos unas mejores previsiones en nuestra toma de decisiones financieras