Inicio Estilo de Vida Buen hábito para el 2021: Té matcha orgánico

Buen hábito para el 2021: Té matcha orgánico

Verano 2015. Era un joven estresado con mucho trabajo y dije “Quiero irme lejos. Me voy a Japón. Ahora o nunca”. Y menos mal que lo hice… Jamás pensé que una pandemia mundial iba a cargarse eso de coger el avión por placer…

Visto en perspectiva, ese viaje me cambió la vida. No fue un cambio radical, fue un cambio a la japonesa, poco a poco y sin darme cuenta. En otra ocasión contaré más detalles de ese viaje; pero hay dos cosas que llevo haciendo desde entonces: pasear por lugares sin ruido para disfrutar del silencio y tomar té matcha con frecuencia.

Yo siempre he sido de café (y lo sigo siendo); pero es más funcional, por la cafeína y ya. Ahora bien, con el té matcha… No sé, me atrapó por diferentes motivos, el sabor, el color, lo exótico y, sobre todo, la tradición. ¡La ceremonia del té!. Una tontería; pero es que a mí me gustan mucho los rituales.

Para aquellos que nunca lo hayan probado, hacedlo ya; aunque ojo, un aviso, es como la cerveza, la tónica o el sushi, al principio no te gusta o no es gran cosa; pero luego, cuando ya lo has probado varias veces…Te atrapa y no puedes dejarlo.

En mi caso, ya repito que es por su ritual. No sé, no es gran cosa, pero me gusta el proceso:

  • Disolverlo echando los polvos en un poco de agua fría primero
  • Removerlo suavemente con batidor de bambú
  • Hacer que desaparezcan por completo los grumos
  • Añadirle el agua caliente
  • Dejarlo infusionar un rato
  • Y finalmente, añadir un poco de leche de avena.

(Esto último es un toque personal, eh).

Y así estuve yo unos años disfrutando por el puro placer del hábito hasta que coincidí con más gente y me contaron de sus propiedades extra. Sinceramente, ni idea, a mi me gusta sin más; pero joer, que parece que va bien para la salud ¡y el buen humor!

Por lo visto, el té matcha es rico en antioxidantes, vitaminas, potasio, proteínas, calcio, hierro y clorofila. También tiene otros componentes que protegen contra el envejecimiento, la subida del nivel de azúcar en sangre y el colesterol. Pues suena a un buen hábito para incorporar en 2021, ¿no?

A la vuelta de mi viaje, en el aeropuerto de Tokio, me volví loco y compré todo lo que pude. Me traje la mochila llena de cosas con té verde, unos 20 sobres de té, mini kit-kats, oreos, bizcochitos… No quería quedarme sin. Pero claro, se acabó y tuve que buscarme la vida en España.

Al principio me costaba encontrar tiendas que tuvieran un matcha con ese sabor tan específico. Llevo desde 2015 tratando de reconectar con lo que probé en Japón y bueno, creo que mi búsqueda llegó a buen puerto hace unos meses. Después de mucha prueba, lo que más se aproxima a mi recuerdo es el té orgánico de Matcha&co. Tienen diferentes tés e infusiones en polvo; pero es su versión de té matcha premium la que me teletransporta y me lleva a volver a pasear por los parques de Kyoto.




Sugerencia de presentación: Matcha – Gill Chang

 

Google search engine
Artículo anteriorLo que no te cuentan de encontrar pareja por apps
Artículo siguiente68º Festival de San Sebastián. Crónica de Zabaltegi, Nuevos Directores y Horizontes Latinos
Consultor de estrategia empresarial y Mentor de artistas. He trabajado en entornos altamente cambiantes y competitivos en el mundo de los negocios, y he visto lo mejor y lo peor del ser humano. He comprobado que el cómo se hagan las cosas es tanto o más importante que el fin en sí mismo; y que el llamado éxito sólo se da gracias a la libertad de mente y espíritu. Fan de Bunbury y coleccionista de relojes.

¿Qué opinas? Hablemos.