Cuando te la pasas viajando descubres que sobre gustos, no hay nada escrito. Cada país, incluso cada región dentro de un mismo país, tiene muchas veces su propia tradición, en las que muchas veces se incluyen curiosidades de lo más llamativas.
Para nosotros.
El mundo es tan diverso que nos resulta extraño que en China se realicen platos con nuestros amigos caninos y en India no comprenden que nos alimentemos de la sagrada vaca.
En mi opinión, esta diversidad es lo que hace cada viaje un descubrimiento único: el conocer una cultura y un nuevo mundo que muchas veces nos parece absurdo y fuera de los límites de nuestra imaginación.
Hoy te comparto algunas comidas que encuentro extraordinarias pero que, para tanta gente, es habitual verlo en la mesa.
Muchas de ellas están mucho más cerca de lo que crees.
Chapulines – México
Los chapulines son los insectos comestibles más famosos de México. Esta especie de saltamontes se pueden ingerir tostados, fritos, dentro de los tacos, con chile y limón, con ajo, o también en su variedad dulce para el postre.
Este manjar mexicano es una tradición que nació en la época prehispánica, hace aproximadamente 3.000 años.
Se sabe que los mayas los consumían como remedio para diversas enfermedades, y luego de la conquista la tradición de su consumo continuó hasta el día de la fecha, sin interrupciones.
Czarna polewka o sopa de sangre de pato – Polonia
Es una sopa tradicional polaca, que tiene en sus ingredientes pasta, sangre de pato y azúcar o vinagre para menguar su sabor ácido.
Para acostumbrar a las futuras generaciones a su sabor intenso y que continúen manteniendo la tradición, se acostumbra a los jóvenes a comerla desde temprana edad.
En la época medieval, cuando un joven pedía la mano en matrimonio a una muchacha, si al sentarse a cenar le daban un plato de sopa negra como al resto, significaba que el padre de familia había aceptado que el muchacho se casase con su hija. Si, al contrario, la sopa no contenía sangre, por lo que no tenía el color oscuro, el significado era un claro rechazo a la propuesta.
Casu fràzigu – Italia
Este queso, cuya traducción literal es queso podrido, nace por error en la región de Sardegna cuando un queso pecorino se echa a perder y unos pastores lo prueban y se dan cuenta que el sabor es meritorio.
Su preparación es dejarlo colonizar por las larvas de la mosca del queso. Dichas larvas se alimentan del mismo, transformándolo en una pasta homogénea, dándole una consistencia mantecosa y un sabor picante e intenso.
Debido a las normas de higiene y salud italianas y de la Unión Europea, no puede ser comercializado o producido para la venta. Por esto mismo es posible comerlo en las casas de los lugareños, o bien encontrarlo en el mercado negro a precios elevados.
Si estás enamorado de Italia, este artículo es para ti.
Sanguinaccio dolce – Italia
Un típico dulce preparado para Carnaval, a base de chocolate negro fundido y sangre de cerdo.
Si bien al inicio se realizaba para consumo familiar durante la fiesta en el campo o pequeños pueblos, con el tiempo pasó a ser un dulce más bien industrializado y comercializado fuera de las regiones rurales.
Fue declarado ilegal en el año 1992, ya que se prohibió la compra y venta de sangre en el país por temas de salubridad.
Actualmente se comercializa la versión sin sangre, aunque la gente que ha probado ambas indica, con una mirada un poco nostálgica, que lejos está del sabor de la original.
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