Qué es la aerotermia, cómo funciona, cómo se instala en un piso… y por qué la aerotermia es el futuro.
Seguro que no es la primera vez que escuchas el término. Si estás en modo búsqueda y captura para adquirir una vivienda (o soñar con ello), sabes que todas las construcciones de obra nueva cuentan con aerotermia. Al mismo tiempo, la factura del gas se dispara a niveles inimaginables. Es probable que mantener la calefacción encendida en casa muchas horas al día ya ni siquiera sea algo que te planteas.
La explicación más sencilla
Entonces, ¿de qué se trata la aerotermia y por qué todo el mundo la quiere en su hogar hoy más que nunca? La explicación más sencilla es que se trata de un sistema formado por bombas de calor que extraen la energía del ambiente, es decir, la que se encuentra en el aire (con el uso de refrigerantes). Después, mediante un ciclo termodinámico, generan calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente todo el año.
Aunque suena algo complicado, lo más importante sobre cómo funciona la aerotermia es que las bombas de calor son eléctricas y, por lo tanto, mucho más eficientes y sostenibles que las calderas convencionales. Tanto así, que es considerada una energía renovable. La demanda de calor representa el 50% de la demanda final de energía en Europa, es por eso que una alternativa que descarboniza dicha necesidad tiene mucho potencial.
El rendimiento de una bomba de calor depende tanto de la temperatura exterior como de la interior. Los suelos radiantes son el resultado de un sistema de distribución térmica de baja temperatura, por lo tanto, el más rentable. Los radiadores de alta temperatura rinden menos, y aun así son superiores a las calderas de gas.
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Lo básico sobre las bombas de calor
Si sientes curiosidad respecto a cómo funciona la aerotermia, estas son las partes que conforman una bomba de calor.
- Compresor: aumenta la presión del líquido refrigerante y transforma la energía eléctrica.
- Condensador: hace que el refrigerante pase de estado gaseoso a líquido a través del intercambiador de calor.
- Válvula de expansión: reduce la temperatura y así se expande el fluido refrigerante.
- Evaporador: permite la evaporación del refrigerante, absorbe el calor y vuelve a comenzar el proceso.
Desde luego, como todo o casi todo en la vida, esta opción tiene ventajas y desventajas.
Ventajas
- Es muy eficiente y de fácil mantenimiento.
- Reduce el consumo de energía y de emisiones, por lo que representa una alternativa sostenible.
- Es útil todo el año y será un gran ahorro en las facturas.
- Su funcionamiento es sencillo.
- Es cómodo y fiable, pues no depende de combustibles.
- Mejora la calidad del aire al eliminar partículas de óxido de nitrógeno y óxido de azufre que generan los sistemas a base de gas.
- Los organismos públicos están impulsando que haya incentivos fiscales.
Desventajas
- La inversión inicial es considerable, pues implica el coste de las máquinas más el precio de la instalación.
- Se necesita disponer de suficiente espacio exterior para los generadores (aunque cada vez son más pequeños) e interior para el intercambiador y acumulador de ACS.
¿Qué opinas?, ¿es algo factible para tu casa? Merece la pena al menos considerarlo.
A grandes rasgos, esto es un pequeño resumen de esta relativamente nueva tecnología que se va abriendo paso en el mercado; ya que es innegable que es un paso hacia el futuro de la mano de las placas solares y los coches eléctricos, por ejemplo. A pesar de que el desembolso al principio es alto, a mediano y largo plazo el ahorro será elevado. Ahora, cuando veas que un anuncio de un bien inmobiliario tiene calificación energética A, es muy probable que cuente con este sistema.
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