Viajar a Tskaltubo es viajar a la ciudad de las ruinas soviéticas y de los mejores spas de Eurasia. Situada en Georgia, es ideal para escapar.
Tienes una semana de vacaciones en la oficina y no terminas de decidir entre conocer un lugar nuevo, exótico, distinto a todo lo que has conocido con anterioridad, o una semana de relax donde lo único que tienes que hacer es pedirle al barman que te llene la copa de nuevo.
Pero… ¿y si pudieras tener ambos?
En el artículo de hoy vengo a contarte un poco sobre uno de los lugares más extravagantes que he conocido en mis viajes, y estoy segura de que también llamará tu atención.
Hoy te presento Tskaltubo, la ciudad de las ruinas soviéticas y de los mejores spas de Eurasia.
¿Dónde queda Tskaltubo y qué era?
Situada en Georgia, a 15 km al noroeste de Kutaisi y a una altitud de casi 100 metros sobre el nivel del mar, durante la URSS fue una ciudad balneario plagada de hoteles, spas e instalaciones médicas donde la gente acudía en verano.
Se decía (y todavía se dice) que sus aguas termales son fuentes naturales de radón, que se mantienen a una temperatura de 33-35 grados, facilitando la curación de enfermedades circulatorias y respiratorias, entre tantas otras.
Si bien en su apogeo fue visitada por unas 125.000 personas cada año, aún unos setecientos visitantes acuden en busca de tratamientos naturales a los spas y centros curativos que han abierto en los últimos tiempos.
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¿Qué ofrece actualmente?
Con un bajo presupuesto, Georgia es uno de los países más económicos para visitar en cualquier época del año. La gente es hospitalaria y te harán sentir como en casa ni bien te bajes del avión.
Esto se hace evidente cuando en Aduana te sellan el pasaporte y te ofrecen un pequeño vino georgiano para degustar.
Los hoteles y spas de Tskaltubo tienen entre 4 a 5 estrellas y cuestan un promedio de 50 euros por persona, por noche, con desayuno incluido, y créeme cuando te digo que te tratarán como si fueras de la realeza.
Si quieres relajarte y olvidarte del mundo será el lugar perfecto, ya que la ciudad es pequeña y tranquila. De noche puedes ir al bar del Hotel Magnolia donde hacen espectáculos musicales y tienen abierto hasta tarde, bajo las estrellas.
De día puedes disfrutar de las opciones de los spas, piscinas, masajes, o ir a explorar la ciudad e impregnarte de la cultura georgiana. Si vas a comer en un restaurante de la zona, te recomiendo siempre los khinkali de carne (son unos ravioles que se comen con la mano).
De papas si eres vegano/a o vegetariano/a.

¿Por qué es un lugar tan interesante?
La ciudad fue abandonada con la caída de la Unión Soviética y comenzó su colapso de inmediato.
Al estar compuesta casi en su totalidad por establecimientos turísticos y carecer de manutención, luego de unos años pasó a ser una ciudad fantasma, habitada soólo por algunos residentes que no quisieron abandonarla.
Entre 1992 y 1993, la guerra en Abjazia produjo que alrededor de 200.000 personas fueran desplazadas de sus hogares, de las cuales 10.000 fueron a parar a Tskaltubo.
Las mismas comenzaron a alojarse en las estructuras abandonadas, haciendo uso de las mismas, pero viviendo en condiciones precarias, sin gas o calefacción.
Actualmente, los hoteles y spas continúan colapsando lentamente y es posible entrar en ellos para dar un paseo e imaginarse cómo eran antaño.
Hay que tener sumo cuidado ya que puedes cruzarte con murciélagos, perros abandonados o alguna que otra sorpresa.
Sin embargo, no te preocupes, no es peligroso y pasear por la ciudad visitando las ruinas de los hoteles es la principal atracción turística actual.
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