A estas alturas creo que puedo hablar sin que eso suponga hacer spoiler.
No intentemos negarlo: Black Panther está siendo un fenómeno, se mire por donde se mire. Incluso quien tiene acciones de Disney (Disney, una empresa muy inteligente) está viendo que Black Panther ha sido un acierto. Cine que pone Black Panther es cine que gana. Y —ojo al dato— cine que la pone en VOS es cine que tendrá a parte de su clientela volviendo a verla.
Que me lo digan a mí; la he visto dos veces. Mi caso no es raro, en otros lugares hay gente que va por la sexta vez. Y por supuesto que no quiero escuchar el doblaje al español (me presentaron el VOS y no volvía atrás): los acentos africanos de los personajes son parte de la brillantez de la película, y ningún doblador logrará emularlos.
Que una película a día de hoy esté 5 semanas en el número 1 no es algo para desestimar. Bueno, nunca lo fue, pero las películas que estaban en el número uno en los 90 no son del mismo género de las que lo estuvieron en los 2000, y tampoco en los 10. Otro punto a considerar es que esta película ha logrado un alcance bastante mayor que sus hermanas películas de superhéroes (y Disney sabía que eso iba a suceder), sin que Black Panther como superhéroe desplegara un repertorio de super poderes… más bien al contrario, estamos ante un caso en el que el poder es más de ciencia que de ficción; y más que Tchalla, lo despliega su hermana valiéndose del vibranium. Por si esto pareciera poco, de todos los que hemos ido a verla, me atrevería a decir que sólo el 10% ha leído los cómics de Marvel de Black Panther. ¿Hemos decidido verla por el cartel de las estaciones de metro? No, hay otra razón más de fondo, la misma que empujará a que esta película pueda ganar algún premio importante.
Alguien que no tenía ni idea de la historia, iba sin ninguna expectativa —como era mi caso, así que puedo hablar con propiedad—, y que no sabría nada de la película de no ser porque sus amigos se lo decían, tampoco sería muy atraído por el cartel de la estación de metro. Pero mejor: la magia comienza cuando empieza la película. Por primera vez en la historia hemos visto lo que nunca: un reparto en el que todos (menos dos o tres) son negros, y la gente negra no está en posiciones secundarias de servidumbre o sumisión. Por primera vez las mujeres no son algo que está para servir y complacer, sino que son guerreras, líderes, altamente inteligentes, independientes y —digamos la verdad—, de no ser por ellas, no habría héroe.

Wakanda es una hipótesis, un “imaginemos que África no hubiera sido nunca colonizada”. Es algo muy difícil de concebir, ¿verdad? La conciencia mentirá, el subconsciente afirmará con la cabeza. Difícil de concebir es incluso por las propias personas negras, que se sorprenden al ver lo bello que es lo que podría haber sido: un mundo en el que nadie las hubiera anulado por tener el cabello rizado, la piel negra y diera una ventaja social tener la piel más clara o llevar una peluca. Es difícil de concebir por personas blancas, que durante 6 siglos consideraron normal (y hasta legítimo) que la persona negra siempre estuviera por detrás y por debajo. Difícil es también por las mujeres negras: con la frase anterior y la última del párrafo anterior creo haber dicho por qué. Un mundo que, desde los comics —esto me lo dijo mi compañero respondiendo a mi euforia en la oficina—, saca un lado más oscuro y profundo que el sacado por otros héroes, hombres, blancos, de Estados Unidos, que salvan el mundo, etc. Aquí no hay mundo que salvar. Aquí hay una nación que se ha mantenido como una isla libre de la colonización —mientras la historia proseguía tal y como la conocemos— y actualmente pretende mantenerse oculta, protegida, para no dejar que entre gente ajena trayendo problemas ajenos… Ese proteccionismo nos suena, la diferencia es que Wakanda no ha expropiado a nadie, y el deseo de venganza de Killmonger sacude todos los esquemas.

Estamos ante un conjunto de películas que no tienen el mismo sabor para quien es negro que para quien no lo es. Opiniones dispares, desde el: “Oh cielos, esta es la película que tenía que haber visto cuando era niña” hasta otras opiniones que provienen de “cinéfilos (esos que todo lo saben)” y dicen que el reparto es flojo, la trama débil y la película lenta. No sabemos si esos juicios son juicios objetivos, o si son la máscara que esconde el desagradable shock de ver el cambio de paradigma que acabo de mencionar.
Hay un revuelo raro en torno a esta película. Sí. Es algo normal.
¡¡¡¡Tengo que ver esa peli!!!!
¡Te la recomiendo, es un fenómeno!