¿Qué hace falta para tener una amistad duradera? ¿Es posible conservar a los amigos de toda la vida? En tiempos en los que amigos viven cada vez más lejos y tienen cada vez menos tiempo, aún queda margen.
En la antigua Roma, dos amigos se conocieron siendo jóvenes y permanecieron unidos durante treinta años: Cicerón y Ático. Uno era político y el otro empresario. Su amistad resistió guerras, exilios e intrigas. ¿Cuál era su secreto? Ellos invertían tiempo y energía en su relación. Se escribían cartas regularmente, de las que se conocen más de 300.
Sin embargo, el concepto de amistad ha cambiado. Tenemos muchas redes sociales y pocas relaciones íntimas. Pero no necesitamos tener muchos amigos, sino tener buenos amigos. Aquellos que nos brinden apoyo y conexión verdadera.
La buena noticia es que puedes mantener esas amistades valiosas con un poco de esfuerzo. En este artículo, compartiré contigo algunas claves que me han ayudado a cultivar amistades duraderas a lo largo del tiempo.
Olvídate del «Estoy ocupado»
Esta es una frase que usamos mucho. Nos hace sentir importantes, pero también nos aleja de nuestros amigos.
Piénsalo. ¿De verdad no tienes un hueco para tus amigos? ¿Ni siquiera para una llamada o un paseo? Si haces un seguimiento de tu tiempo, quizás te sorprendas. Puede que no sea tan cierto lo que te cuentas sobre tu ocupación.
Peor aún, si has abusado de esta frase, es probable que la otra persona dude de qué tan cierto sea. Conviene ser más específico cuando te manifiestes ocupado. Además, si no puedes aceptar una cita, sé claro en por qué no puedes y haz una contraoferta. Propón otra fecha, una cita telefónica o alguna alternativa.
Mantén el contacto. Consistency is key, dicen en inglés
Tener buenas intenciones no es suficiente. La única manera de mantener una amistad es mantenerse en contacto. Si no es posible verse con frecuencia, los mensajes de texto son una forma de mantenerse en contacto.
Basta un mensaje breve o una nota de voz, o incluso un meme, para hacerles saber que estás pensando en ellos. Además, es bueno recordar los eventos importantes de la vida. Cosas como los cumpleaños, pero también cosas más pequeñas como una cita con el médico o un día importante en el trabajo, entonces puedes escribir para ver cómo va.
Los que mejor recuerdan las fechas importantes para los amigos no son necesariamente los que tienen mejor memoria, sino los que se ponen recordatorios. El mérito está en recordar, no en querer recordar.
Incluye a tus amistades en las rutinas
Incluir las citas en tu rutina y planificación semanal o mensual es bastante efectivo. Café los martes, o un paseo matutino los domingos pueden ser formas de evitar el «lo vamos viendo», y asegurar tiempo de calidad.
También puedes recurrir al multitasking. Este es uno de los pocos casos en que la multitarea puede ser una buena alternativa. Invita a un amigo a tu clase de yoga favorita, o a tu club de lectura. Cuantas más cosas hagan juntos, más a menudo se verán.
Si alguno de los dos suele cancelar las citas pequeñas, quizás convenga hacer un plan más grande. Por ejemplo, una escapada a la playa cada tres meses. Será más fácil de priorizar. Además, es una forma genial de crear nuevos recuerdos juntos, y darle color a tu vida.
Está presente cuando cuenta
No te pierdas los eventos importantes de tus amigos: el baby shower, el cumpleaños número cuarenta, la fiesta de jubilación, o cuando están atravesando alguna situación difícil.
Pero no basta con aparecer. Es preciso estar presentes genuinamente. Desde la psicología se aconseja tener en cuenta tres áreas que definen una amistad funcional: la positividad, la consistencia y la vulnerabilidad. La positividad se refiere a las risas, la gratitud y los favores. La consistencia implica tener interacciones frecuentes que generen confianza y cercanía. La vulnerabilidad significa abrirse y compartir nuestras vidas. Si notas que un amigo se aleja, revisa estas áreas.
También es una buena idea conocer el lenguaje de amor de cada persona y actuar en consecuencia. Por ejemplo, si sabes que a una amiga le gustan los regalos, puedes mimarla con algún detalle de vez en cuando.
Elige sabiamente y aprende a decir adiós
No todas las relaciones merecen tu atención. Las amistades deben darte energía, no quitártela. Así que cuando el tiempo es oro, lo mejor es dedicarlo a las relaciones que te hacen feliz.
También hay que entender que algunas amistades son situacionales, y que hay cosas que no puedes controlar. Por ejemplo, hay amigos que sólo ves en el trabajo, en la escuela o en el gimnasio. Y hay amigos que se parecen más a ti según la etapa de la vida en la que estás. O cuando tienes hijos pequeños, te llevas mejor con otros padres primerizos. Son amigos de ocasión.
Por eso, algunas amistades se acaban cuando cambian las circunstancias. En esos casos, hay que saber si vale la pena seguir invirtiendo en esa relación o si es mejor decir adiós.
Recuerda que no hay una receta única, cada relación es diferente. Pero estas ideas pueden servirte de inspiración. Lo esencial es que seas creativo, auténtico y constante. No escatimes en esfuerzos, una buena amistad siempre valdrá la pena. Como dijo Cicerón: «Sin la amistad, la vida no es nada».
Aprende más sobre el arte de reforzar tus amistades con este artículo.