Cuando vives en una ciudad grande, es probable que tu hogar sea un piso. No es muy común poder tener un jardín, pero sí que se puede asignar un espacio –por pequeño que sea– para tener plantas.
Además de aportar oxígeno y vida a tu hogar, pueden ser de gran ayuda para purificar el ambiente y hasta para cocinar. Si eres de los que tiene su mini huerto listo para sazonar cualquier comida, sabes de lo que hablo. Si en cambio buscas opciones de plantas bonitas que decoren esas esquinas acogedoras, libreros y, ¿por qué no?… baños, ¡también las hay!
Si por tu estilo de vida no tienes mucho tiempo para dedicarlo al cuidado de plantas, pero te gustaría tenerlas igualmente, estos son algunos miembros del reino vegetal que son felices sin luz directa del sol:
Poto

Originaria del sudeste asiático, es de las plantas más fáciles de cuidar. Se ve muy bonita tanto en maceta de suelo como en plan colgante e incluso enredadera. Además, filtra toxinas presentes en el aire de tu casa. Pertenece a la familia Araceae y se conoce como epipremnum aureum. Necesita riegos espaciados, es decir, dejar que la tierra se seque. Mientras más luz indirecta tenga, más crecerá.
Orquídea

Cuando piensas en elegancia, viene a la mente esta flor. Las orquídeas son maravillosas para decorar y existen más de 30 mil variedades. Necesitan mucha luz, aunque indirecta. Los rayos del sol directos pueden dañar sus hojas y provocar que se quemen. El sitio ideal es cerca de una ventana, pero protegidas por cortinas. Riega de forma periódica y pulveriza sus hojas de vez en cuando.
Espatifilo

Su nombre científico es spathiphyllum wallisii, pero es más conocido como lirio de la paz. Sus grandes hojas verdes y sus flores blancas aportan un toque acogedor como pocas plantas. Es de cuidado relativamente sencillo, pues necesita espacio entre riegos y resiste todas las estaciones del año. Nuevamente, su lugar ideal es cerca de una fuente de luz (pero no exposición solar directa). Hay que tener cuidado porque la también llamada cuna de Moisés resulta tóxica para animales domésticos.
Hierbas aromáticas

Vale, estas no son felices en la luz indirecta. Pero para los amantes de la cocina, tener a mano un pequeño huerto con romero, albahaca, menta, tomillo o hierbabuena es un sueño. Sin embargo, hay que decir que cuidar este tipo de plantas no es tan sencillo. De entrada, son plantas salvajes. Es decir, que necesitan mucho sol directo y riego abundante (ojo, sin encharcar). Su sitio ideal es en una terraza o balcón, así que necesitarás algo de espacio extra.
Anturio

Viene de las zonas más tropicales del continente americano y se distingue por sus hojas rojas que parecen flores –incluso se le conoce popularmente como la flor del amor–. Es ideal para quienes se inician en la jardinería. Necesita una temperatura templada (entre 18 y 23 grados) y algo de humedad. Es por eso que regarla con pulverizador es ideal. Si se cuida bien, se puede disfrutar de sus brillantes colores todo el año.
Lengua de suegra

La sansevieria trifasciata se conoce con muchos nombres, pero lo cierto es que es un tipo de vegetación muy resistente. Se conserva bien tanto en temperaturas altas como bajas. Viene muy bien para decorar y también limpia el ambiente al absorber varios tipos de toxinas como el benceno, el xileno y el tolueno. Su origen está en África y pertenece a la familia de las Liliáceas.
Calathea oribifolia

Tiene grandes y particulares hojas con rayas plateadas y procede de Brasil. Es una planta de interior perfecta, pues crece solamente hasta los 45 centímetros. Es muy susceptible, necesita luz, pero no demasiada. El sol sin filtro quema rápidamente sus hojas e incluso el agua de grifo puede afectarle (en ese caso hay que usar agua de lluvia o destilada). Además, se pliega por la noche y por la mañana vuelve a abrirse. Su margen de temperatura óptimo es entre 15 y 30 grados.
Kalanchoe

Viene de Madagascar y es una variedad de suculenta, pues lo primero que notas son sus hojas carnosas. Otro buen ejemplo de planta de interior que requiere luz indirecta. Aunque puedes ponerla en algún balcón o terraza, siempre y cuando esté en la sombra. Es apta para cuidadores de vegetación inexpertos, pues es de muy fácil cuidado (riégala dos veces al mes en invierno y una vez a la semana en verano). La encuentras con flores amarillas, naranjas o fucsia, por lo general.
Cactus

Son las típicas plantas de bajo mantenimiento, pero no inmortales. Necesitan ciertos cuidados (aunque pocos). Se riegan cada 12 días aproximadamente, aunque resisten sin agua en los meses de diciembre y enero. Les gusta la luz y las temperaturas hasta 27 grados, por debajo de 7 grados sufren. Son súper alegres y decorativas, incluso llegan a florecer en primavera. Se pueden colocar en casi cualquier sitio del hogar, pero uno ideal es el baño, pues absorben la humedad.
Costilla de Adán

También llamada Monstera Deliciosa, tiene su origen en México. Sus hojas crecen en forma de corazón y posteriormente aparecen esos pequeños cortes que dan la impresión de ser costillas. Para cuidarla, basta con regarla de vez en cuando; pues resiste bastante bien en ambientes secos. Puede llegar a producir un fruto a partir del tercer año (en primavera y otoño).
Planta del dinero

Cuenta la leyenda que atrae la buena fortuna y también se conoce como enredadera suiza. Su nombre científico es plectranthus verticillatus y su color es verde brillante. Normalmente crece hasta medio metro como máximo. Precisa de mucha agua en verano y poca en inverno. Se trata de otra más del club de la luz indirecta (o semi sombra si está en exterior).
Ahora que ya sabes por dónde empezar, ¡manos a la obra! Es momento de empezar a llenar tu casa de vida verde.
¿Qué tal una película sobre un maestro jardinero? Lee este reseña.