Inicio Estilo de Vida Veranear con niños (spoiler alert: ¡es posible!) 

Veranear con niños (spoiler alert: ¡es posible!) 

Imagen de Holiak

Llegan las vacaciones. Ese mágico momento del año donde el clima mejora y la relajación comienza, ¿o no? Si eres padre o madre no será ninguna sorpresa enterarte de que viajar con peques no es precisamente un picnic en el parque. Vamos, que los primeros años, ir de vacaciones es básicamente trasladarte a cuidar a tus hijos a otro sitio. Obviamente, cada caso es único. Habrá niños terremoto, los tranquilos, los términos medios y los que se entretienen con los abuelos, tíos, etc. 

Siempre hay pequeños trucos que hacen de un viaje con niños una experiencia más sencilla, o por lo menos, más transitable. Por ejemplo:

De camino

Si vas en avión y la distancia es considerable, intenta reservar un vuelo de noche. Aunque no es garantía, hay más probabilidades de que tus retoños duerman. En el momento de despegar y aterrizar, puedes evitar que les duelan los oídos si están tomando el pecho o biberón. 

Si al destino puedes llegar en coche, mentalízate para hacer todas las paradas que sean necesarias, ya sea para descansar un poco, cambios de pañal o visitas al baño de emergencia. Olvídate de intentar calcular una hora de llegada. Si tus hijos son todavía muy pequeños, es probable que duerman. Si no, habrá que recurrir a las impopulares pantallas —aunque no sea lo ideal—. Una hora o dos de dibujos en el iPad pueden facilitar bastante un viaje en carretera y, de verdad, el mundo no se acabará. 

La comida es clave para mantenerlos contentos y hasta entretenidos por ratos. Da igual el medio de transporte, siempre lleva muchos snacks. Prepara los táperes con fruta, las galletas integrales, los bocadillos, los frutos secos y lo que haga falta. Básicamente: barriga llena, corazón contento.

También, asegúrate de guardar un par de sus juguetes favoritos y para momentos de tensión —ya sabes, una rabieta de toda la vida—; o el as bajo la manga… ¡uno nuevo! No tienes que gastar mucho, algo sencillo bastará por ser la novedad. Al hilo de esto, puedes incluir en el equipaje todo tipo de pegatinas, colores, sellos, cuentos, etc. Un cambio de ropa completo a la mano nunca sobra. 

¿Te gustaría desconectar sin salir de viaje? Lee este artículo.

Una vez allí

¡Lo lograste! Alcanzaste tu destino vacacional. Evidentemente, es importante que el sitio elegido esté adaptado para familias. Con esto quiero decir que haya espacios donde los más pequeños de la casa se puedan divertir y, sobre todo, moverse libremente. Hay muchos hoteles que cuentan con el típico kids club, donde organizan actividades guiadas por monitores. Estas dinámicas son un ganar-ganar, pues ellos se divierten un montón y los mayores tienen oportunidad de relajarse (¡relajarse de verdad!). También suele haber piscinas con zona de niños, donde sus piecitos tocan el fondo y hay uno que otro tobogán, por ejemplo. 

Este punto es básico, ya que hoy en día existen hoteles que se auto describen específicamente como adults only. Es decir, que aquí los niños no son bienvenidos. Como era de esperarse, este tipo de diferenciación entre establecimientos ha causado polémica. Por un lado, se les tilda como niño-fóbicos, pues quien elige este tipo de sitio deja claro que no está dispuesto a tolerar gritos, juegos y demás aventuras que conlleva estar cerca de pequeños humanos. Está claro que los niños se comportan como niños (¡qué sorpresa! Cof, cof) y eso no es ningún crimen.

Por otro lado, lo cierto es que alguien que no tiene hijos está en su derecho de decantarse por un lugar para vacacionar donde reine la paz y la calma. Vamos, que no vas a terminar empapado accidentalmente a la orilla de la piscina y podrás concentrarte en tu libro mientras saboreas esa margarita de mango. Es por eso, amigos, dicho sea de paso, que traer vida al mundo no es para todos. Y eso está bien. 

Asimismo, es igual de valioso recordar que si tú has decidido embarcarte en la maravillosa aventura de la paternidad o maternidad; y sientes que no disfrutas las vacaciones como antes… nada es para siempre. Todas son etapas, hasta las más complicadas. Todo pasa, ya vendrán veranos más tranquilos. Mientras tanto, disfruta de la absoluta locura y a la vez delicia que es criar. 

Nada como observar a tus pequeños maravillarse esas primeras veces en el mar, jugar a hacer castillos de arena y gozar hasta que el sol se ponga. Es diferente, sí. Es precioso, también. ¡Felices vacaciones! 

¿No sabes adónde ir? Este artículo te puede ayudar.

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Soy periodista de profesión, escritora de corazón y eterna soñadora. Creo firmemente que no se trata del destino, sino del viaje. Amo descubrir nuevas culturas, practicar yoga y (re)conocerme en la aventura de la maternidad.

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