Comienza el segundo mes del año y, con él, la inevitable fecha. El 14 de febrero puede ser muchas cosas. Para algunos, el día más esperado y romántico del año. Para otros, una jornada algo complicada por falta de ideas que sorprendan a su pareja. Si te consideras parte del segundo grupo, salir de la típica cena con flores y explorar planes originales puede ser una solución. Por ejemplo:
Globo aerostático

Un hermoso atardecer visto desde las alturas, solos tú y tu media naranja (bueno vale, y el conductor del globo). ¿Se puede ser más romántico? No olvides una botella de champán y un par de copas para brindar por vuestro amor. Solo hay que asegurarse que nadie tenga miedo a las alturas. Hay muchas opciones para contratar este servicio y regalarle un día de San Valentín inolvidable a quien más quieres.
Cine de lujo

No es el hilo negro, pero es un pequeño capricho que tal vez no tenéis cada fin de semana. El cine Luxury ofrece grandes y cómodas butacas reclinables, todo ese espacio sin renunciar a cenar sushi con algún cóctel curioso mientras veis la película del momento, atendidos por camareros sin ninguna preocupación en el mundo. ¿Quién dice que no se puede tenerlo todo?
Actividades recreativas

Si lo vuestro es más bien la acción, ¿qué tal un plan que invite a mover el cuerpo? Puede ser desde un escape room que dé susto, una sesión de karaoke, una tarde lanzando hachas sobre troncos (por aquello de liberar estrés), tiro con arco, los típicos bolos o hasta una carrera en un circuito de karting. Claro, después de toda esa aventura no quedará más que relajarse en casa por la noche –muy juntitos–.
Visitar una sex shop

Aunque esta actividad no tiene por qué excluir ir a cenar, comprar flores y chocolates; sí que puede significar una novedad para el momento más íntimo en pareja. Visitar una sex shop juntos y comprar algún juego picante, o ¿por qué no? Ese juguete que habéis estado deseando probar juntos. ¡Nada más emocionante para el día del amor!
Si quieres leer más sobre el tema, te recomiendo este artículo.
Manualidades

Para aquellas parejas que les apetece algo más relajado, una clase de alfarería (cierta escena de la película Ghost viene a la mente), o tal vez de pintura mientras se degustan distintos vinos (aunque no se sabe cómo termine la obra de arte), suenan como magníficas opciones para hacer algo sencillamente diferente. Si sale bien o mal es lo de menos, lo importante es que tendréis diversión garantizada.
Día sin mirar el móvil

Este quizás sea el reto más complicado para ambos. ¿Cuándo fue la última vez que habéis tomado un break tecnológico? Parece mentira que hace no tantos años, el móvil solo servía para hacer llamadas y recibir SMS (saludos, millenials). Ahora en cambio, no hay vida sin móvil. El regalo de desconectar con el mundo exterior para reconectar con la pareja, en presencia pura y consciente, no tiene precio. Si os gusta la experiencia, ¿por qué no repetir un par de días al mes?
Yoga en pareja

Siendo honestos, las clases de yoga son frecuentadas por mujeres en su mayoría… y uno que otro hombre. Sin embargo, cuando se practica en pareja, puede ser una forma maravillosa de conectar y profundizar el vínculo romántico, espiritual e incluso sexual (con práctica del tantra, por ejemplo). Llevar acabo unas cuantas asanas (posturas) que mueven la energía, liberan bloqueos y promueven la salud en general os dejarán deseando que llegue la próxima sesión. Namasté.
Cocinar juntos

Conseguir una reserva en el restaurante de moda puede resultar más agobiante que placentero, sobre todo este día. En su lugar, ¿por qué no aprovechar para tener una experiencia gastronómica en la comodidad del hogar? Un exquisito menú acompañado del maridaje perfecto hará el truco. La alquimia de una buena cocina deleita los sentidos y ¿quién sabe?, puede terminar en una noche muy apasionada.
¿Te gusta cocinar? Sigue leyendo este artículo.
La verdad es que ideas hay muchas, solo es cuestión de elegir la que se adapte más al tipo de plan que os apetezca o; por el contrario, decantarse por algo que os saque de la zona de confort… pues ahí es donde la magia sucede. ¡Feliz San Valentín!