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¿Por qué no hacemos más años sabáticos?

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Si alguna vez te han preguntado «¿A qué se debe este hueco en tu CV?», estamos en tu equipo. Si ya por un periodo de inactividad laboral por los motivos que sea alguien puede ser juzgado, imagina por un año sabático si tienes más de 30 años y no eres un estadounidense patriótico.

Los años sabáticos son cada vez menos frecuentes. Esto se debe, entre muchas otras cosas, a lo difícil que puede ser retomar la vida laboral después de un largo descanso.

Los motivos para tomar un año sabático son cada vez más extensos y varían entre una persona y otra. De hecho, muchos se plantean la idea de que este descanso prolongado pueda llegar a afectar su estabilidad económica e incluso inquietar las relaciones familiares. Estas razones empañan un poco los beneficios de tomar esta decisión.

Razones de peso para tomar años sabáticos

Los años sabáticos representan una oportunidad de oro para el autoconocimiento. Es además una alternativa para profundizar en la autorrealización, descansar y reponer energías, sobre todo cuando nos toca lidiar con gente difícil

La gente que ha tomado años sabáticos lo ha hecho por tener un espacio sin presiones en el que pensar qué desea de su carrera, dedicar tiempo al matrimonio, acceder a desarrollo personal, formación académica, voluntariado, salud mental o cuidado de la familia.

En España un año sabático dentro de lo legal puede ser una excedencia o la decisión voluntaria de no reincorporarse al mundo laboral tras el final de un contrato. La diferencia es la fuente de ingresos, variable en función de cada caso o inexistente. Puede ser que haya más de cultura que de economía en el tema de renunciar a un trabajo sin plan B o darse una pausa larga. 

Mi propia vivencia de descanso sabático

Desde mi experiencia puedo contarte que, tras tomarme un año sabático, todo cambió. No fue algo planeado, pero pude cosechar sus beneficios. Y es que por licencia materna tuve un descanso obligado de seis meses al que se le sumó un periodo vacacional de tres y otros más de protestas en mi país. 

Así pues, por pura casualidad tuve un año de descanso sabático remunerado que me permitió tomar importantes decisiones en pro de mi futuro profesional.

Una práctica poco extendida

Los años sabáticos suelen ser una práctica bastante habitual tras la culminación de una carrera universitaria, pero es una costumbre poco extendida en el ámbito laboral. Y es que los empleados se esfuerzan, cada vez más, por permanecer anclados a los puestos de trabajo. Pero, ¿por qué? La respuesta es sencilla.

·     Por el desconocimiento de las políticas de los permisos de este tipo en tu empresa.

·     Por miedo a quedar excluido del mercado laboral.

Lo que no sabes es que existen diversos trabajos corporativos (aunque muy pocos) en los que se ofrecen meses de licencia sabática remunerada. Sin embargo, muchas otras empresas amplían sus perspectivas otorgando permisos de este tipo, aunque sin remuneración económica alguna.

Para que puedas optar por esta alternativa, es preciso que te prepares con antelación y dispongas una parte de tus ahorros para ello. Pese a que tengas que financiar la iniciativa de tu propio bolsillo , la verdad es que esta experiencia valdrá la pena.

¿Es el tiempo de tomarme un año sabático?

Antes de tomar decisiones apresuradas, ten presente que deberás verificar si cumples con todos los requisitos que tu empresa exige.

Manejar tu elegibilidad sabática con la empresa donde trabajas es ideal para que la licencia extendida sea parte de tu beneficio de empleo. De esta manera, te beneficiarás de una práctica que, en muchas ocasiones, ha sido dejada en el olvido.

Lo cierto es que las empresas que cuentan con excedencia laboral o políticas propias que permitan los años sabáticos fomentan el crecimiento personal y profesional de todos sus integrantes y permiten que sus empleados creen historias propias y diferentes. 

Decidir tomarse un año sabático no es una tarea sencilla, pero es una opción posible a la que todos deberíamos apelar al menos una vez en la vida. De hecho, si planificas esta nueva etapa en tu vida con tiempo y cabeza fría, podrás materializar este sueño difícil de cumplir.

Sí, así como suena. Está más al alcance de tus manos de lo que piensas, sobre todo si eres un profesional que cuenta con una amplia trayectoria laboral y con un presupuesto realista que te ayude en el proceso.

Asimismo, si te has tomado a la tarea de calcular tu jubilación y no tienes deudas adquiridas, podrás poner en stand-by tu carrera por un tiempo determinado, sin que esta decisión ponga en peligro tus finanzas personales. Por ello, analizar aspectos como los gastos ordinarios y los potenciales ingresos alternativos es de suma importancia.

En este punto, cada uno debe mirar su situación personal y financiera para tomar una clara decisión. Pensar en todo lo positivo que puede otorgar un año sabático te ayudará en el camino.

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