Inicio Carrera Cambiar de trabajo puede ser sencillo e incluso estimulante, si sabes cómo

Cambiar de trabajo puede ser sencillo e incluso estimulante, si sabes cómo

El miedo es algo común a todos, y cuando se trata de un nuevo trabajo, el miedo no pregunta qué edad tienes para ver si te respeta o no. Bien sea por un cambio de empresa o por regresar al mercado laboral, bien sea a los 20 o a los 40, la novedad está ahí. Desde luego, el paso más grande ya lo has dado: empezar de cero. ¡Enhorabuena!

  

Una vez que has superado la entrevista y has superado a varios candidatos, es momento de enfrentarte al primer día de trabajo. Empezar en un nuevo trabajo puede ser sencillo y estimulante, cuenta con esto:

 

Gestos sencillos que funcionan: es importante que seas puntual, esto dará una imagen de responsabilidad y profesionalidad. Lo de negociar los horarios, déjalo para más adelante.

Te va a ayudar también conocer el organigrama de tu nueva empresa, los nombres de tus superiores, los departamentos que tiene la entidad,  incluso un poco de su historia, quién la fundó o qué cambios ha experimentado en los últimos años.

Hablando de conocer los nombres de tus superiores, también es fundamental que te quedes con los nombres de tus compañeros; sí,  es un gran esfuerzo de memorización y, más en esos primeros días de tanta información nueva, pero es conveniente que lo hagas para adaptarte lo más rápido posible y, además de esta manera, verán el interés que tienes en conocer al equipo e integrarte en él.

Algo recomendable es que tengas buena comunicación con tus superiores, deben saber qué estás dispuesto a ofrecer y cuáles son tus expectativas en este nuevo trabajo. Precisamente empezar de cero en una nueva sociedad es una buena oportunidad para evitar cometer errores del pasado. Pero ojo, no resultes pesado o adulador, que eso puede jugar en tu contra.

Eso sí, saber los nombres de tus compañeros, incluso de los más cercanos, o tener buen feeling con tus jefes no es sinónimo de que debas opinar desde el primer momento con total confianza, es más aconsejable, sin embargo, que seas prudente antes de expresar nuevas ideas, debes darte tiempo para conocer el funcionamiento de la entidad y, más bien, mostrar predisposición a escuchar.

“Finge serlo hasta que lo consigas”: tal vez no sea un cambio de empresa, sino solo un cambio de puesto o una promoción a uno superior en la que ya estás, en ese caso, parte de lo comentado más arriba ya lo tienes hecho, pero tal vez te surjan inseguridades como la de pensar si eres lo suficientemente competente para el nuevo puesto (miedo que puede manifestársele también a cualquiera que empieza en un nuevo trabajo). Para estos casos existe una técnica que se resume en “finge serlo hasta que lo consigas” o lo que es lo mismo “fake it until you make it”. Esta estrategia la propuso Amy Cuddy, experta en lenguaje corporal y, consiste en que nuestro comportamiento puede alterar los niveles de testosterona y cortisol del cerebro e incluso mejorar nuestras probabilidades de éxito al enfrentarnos a una situación estresante, es decir, compórtate como si pudieras hacerlo y podrás hacerlo.

 

Sea cual sea tu caso, parte de la ansiedad ante el nuevo puesto o empresa estará motivada por los pensamientos que tengas sobre el futuro, pero la mayoría de situaciones a las que tienes miedo, afortunadamente, no se producirán nunca, por lo que lo mejor que puedes hacer es vivir en el presente y no adelantar acontecimientos, sobre todo, si tenemos en cuenta que “se considera que podemos tardar entre uno y cinco años en entender e interiorizar todas las características y particularidades tanto de nuestro nuevo puesto de trabajo como de la organización a la que pasamos a formar parte”. Esto lo dice Xavier Hernández, director del Área de Consultoría y Gestión del Cambio en Montaner y Asociados, consultora de Recursos Humanos que está considerada una de las empresas que más está creciendo a nivel nacional y europeo, así que sé paciente y date tiempo para adaptarte.

 

El fracaso como feedback

Y si finalmente, después de aplicar todo lo dicho, no lo consigues, debes pensarlo de esta manera: los fracasos también pueden darte algo positivo (depende de cuánto hayas arriesgado, obviamente). Equivocarte puede ser una oportunidad para conocerte más e identificar tus fortalezas y debilidades y, actuar en consecuencia.


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Imagen: rawpixel

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Estudié Periodismo. Me gusta mucho aprender. Siento pasión por la cultura en cualquiera de sus manifestaciones y, creo que para ser feliz es importante alcanzar el equilibrio. En Dévé toco temas relacionados con la salud, tanto mental como física, emocional e incluso espiritual.

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