Los ambientes de trabajo pueden ser más o menos difíciles, según la perspectiva de cada uno. Tanto si mantienes un trabajo presencial, como si laboras a distancia −o una combinación de ambos−, son inevitables los roces, los malentendidos, las antipatías, las injusticias. Y, como eres un ser humano sensato, entiendes que esas situaciones forman parte de la vida …Hasta que te empiezas a sentir no respetada en tu trabajo y ya no sabes cómo manejar tu malestar.
En general, la gente procura hacer su trabajo en paz, evitando hacer o que le hagan bullying. Así que, en aras de la paz laboral y personal, dejas pasar alguna que otra respuesta airada, o te haces la desentendida ante un saludo no respondido. Y si el conflicto llega a escalar, respondes de la mejor manera posible: con firmeza, pero sin agredir, por ejemplo.
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Pero ¿qué pasa si no logras evitar que algún colega o, peor, tus superiores, insistan en actuar de forma irrespetuosa? Bueno, antes que nada, debes definir los límites más allá de los cuales una actitud es realmente una falta de respeto.
¿Cómo saber si te irrespetan en el trabajo?
Sentirse mal tratado, irrespetado, tiene sus matices. La sensibilidad, el temperamento, tu posición jerárquica, entre otros factores, influyen en tu grado de tolerancia a cierto tipo de conductas. Lo que para ti puede ser una terrible falta de respeto, para tu colega de la oficina de enfrente puede ser una tontería.
Por supuesto, hay situaciones que son inaceptables y que no admiten matices ni son justificables bajo ninguna perspectiva. Por ejemplo, la discriminación por origen étnico, por edad, género, preferencia sexual o género, por discapacidad. En el mismo orden de gravedad, son inadmisibles la agresión verbal o física, el acoso sexual, la intromisión en la vida privada.
El asunto se complica ante otro tipo de situaciones, tal vez menos dramáticas, que te hacen sentirte no respetada en tu trabajo. ¿Has sentido que tus compañeros te ignoran al momento de trabajar en equipo, o minimizan tus aportes? ¿Te sientes frustrada porque, a pesar de tu competencia, tu puntualidad, tus esfuerzos, nunca eres tomada en cuenta para un ascenso, no te dan la oportunidad?
Hay muchas formas en las que pueden hacerte sentir irrespetada. Y también hay varias maneras en las que puedes afrontar ese trance.
Cómo enfrentar las situaciones de irrespeto en tu trabajo
Si la sensación de estar siendo no respetada en tu trabajo empieza a ser abrumadora, es momento de actuar. Antes de tomar decisiones, de nuevo, evalúa la situación. Examina el entorno y tu posición en él. ¿Te sientes irrespetada por un colega, por un superior jerárquico, por todo el equipo? ¿Estás segura de que la conducta que te afecta no es producto de un malentendido?
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Ya debes haber entendido que el siguiente paso es intentar una comunicación transparente, asertiva mas no agresiva, con quien te hace sentir no respetada ¿Cómo abordar esa conversación con éxito? Nunca hay fórmulas exactas, ni resultados totalmente predecibles, pero puedes enfocarte en:
- Evitar acusaciones directas. Empezar un diálogo con un “Tú me persigues y me ridiculizas” no suele terminar bien. Prueba con: “Cuando haces (tal cosa), me siento ridiculizada”.
- Ser asertiva. Ve al grano, con educación y respeto pero sin temor.
- Hablar más de soluciones que del problema. No te quedes pegada en el conflicto y procura avanzar a una solución conciliadora.
Para que sea efectivo ese acercamiento, es aconsejable que converses «en frío», es decir, despojándote del resentimiento. No es fácil, pero sí necesario.
Si nada funciona, siempre hay otras salidas
No importa cuánto te esfuerces en evitar situaciones desagradables, o en tratar de arreglarlas. Para bailar hacen falta dos, y a veces la otra parte no quiere hacerlo. Incluso es posible que tú tampoco estés tan interesada en ese baile, después de todo.
Cuando te sientes no respetada en tu trabajo tienes que enfrentarlo. Lo peor que puedes hacer es seguir soportando una situación que termina siempre por afectar tu estima propia, tus proyectos profesionales e incluso personales.
Si no sabes cómo solucionar el conflicto, tal vez es el momento para invertir en coaching y abrir otras ventanas de oportunidad en tu vida profesional.
Imagen: rawpixel