Atrás quedaron, afortunadamente, los tiempos en que se fumaba dentro de las oficinas. Antes de que los millennials fueran la mayoría en el terreno laboral, ciertas conductas tóxicas eran normales. Ha costado comprender qué son las migrañas y lo que causan, cómo afecta estar en un duelo, o por qué no procede decir «trabajas como un negro».
La salud mental en las empresas es un aspecto fundamental que siempre se debe considerar para el bienestar de sus empleados. Sin embargo, algunas empresas no lo entienden. Otras la incluyen en un webinario y creen que ya está. Al final, un webinario no sirve si el día a día sigue siendo motivo de males: bien sea porque la gente está en tensión o desmotivada sin poderse ir.
Este artículo te será de mucha ayuda: mi trabajo no me motiva, pero no puedo dejarlo ahora
Hacia una visión global
Se entiende que la gente procura hacer lo mejor posible en el trabajo, y a priori los problemas de casa no se pagan en la oficina. No es que los empleados pidan que su empleador les arregle la salud mental —con que no se la estropee más es suficiente—. No obstante, hay veces que lo que ocurre en el trabajo afecta a la vida personal y esto se retroalimenta, afectando el desempeño.
La salud mental a menudo se malinterpreta y estigmatiza. Por esta razón, es un tema que necesita ser discutido abiertamente. De esta manera, la gente será capaz de entenderlo mejor y no tendrá miedo de hablar de ello.
Es fácil estar de acuerdo en que la salud mental debería considerarse un mínimo entre los riesgos laborales. Un programa de bienestar o servicios de asesoramiento suenan bien, sobre todo en sectores con alta implicación mental e intelectual. Para los incrédulos, su ausencia es la razón de empleados quemados que acaban siendo aduladores con sus superiores y tiranos con el resto. Ninguna empresa quiere tener la fama de tener gente así.
Necesario, pero no suficiente
Una vez asistí a un seminario sobre salud mental y liderazgo en una empresa en la que todos competían con todos. Habían dejado la responsabilidad de arreglar ese problema en manos de un coach y esperaban que con una charla de 90 minutos todo se arreglara. No sirvió de nada.
A estas alturas, ¿de qué sirve hacer webinarios de salud mental si los trabajadores sienten que están siendo arrastrados entre dos mundos o que descuidan uno por el otro? Si un jefe se llena la boca por la mañana hablando de salud mental, pero en su equipo el día a día es de faltas de respeto, horas extras, reuniones inútiles, ascenso de los incompetentes y para más inri, un salario que apenas da para pagar facturas, el nivel de frustración incentiva, como mínimo, una renuncia silenciosa.
Otro factor que afecta la salud mental de los empleados son sus relaciones con otras personas en su empresa. En especial, si tienen supervisores que los hacen sentir mal consigo mismos o compañeros de trabajo que los acosan. Algunos elementos también pueden ser el entorno físico y la carga de trabajo diaria.
Los managers, una pieza clave
Incentivar al personal de recursos humanos y los managers de la influencia que tiene la salud mental es clave; en especial, los componentes como el estrés, burnout y ansiedad en el desempeño laboral de los empleados. Hay muchas formas de hacer esto sin tener que pagar a un psicólogo para lograrlo.
Por ejemplo, se puede educar a todo el personal encargado sobre la importancia de la salud mental y cómo influye en el desempeño. También pueden crear una cultura en la que las personas se sientan cómodas hablando sobre eso; y que cuando lo hagan, reciban apoyo y no se les castigue. Por eso, la educación es un elemento vital.
Es crucial comprender la causa de los problemas de salud mental de los empleados. Cuando los empleadores son conscientes de este problema, pueden tomar medidas para prevenir y controlar estos efectos. El primer paso es identificar las dificultades. Por ejemplo, pueden despedir a las personas tóxicas del entorno laboral.
También es importante promover una cultura más inclusiva que aliente a las personas a mencionar sus inquietudes.
Hay que proteger la salud mental individual
En un entorno de síndrome del impostor, microagresiones, no sentirse respetada en el trabajo y entornos altamente competitivos, el burnout es consecuencia automática. Por eso, incluso en una empresa consciente de la salud mental, lo mejor es no depender de terceros en algo tan importante.
En la común de las empresas es muy probable encontrar incomprensión acerca de este tema. Pero incluso en condiciones ideales en las que una empresa cuidara de los empleados, hay un componente de responsabilidad individual al que no hay que renunciar: Terapia, asegurar una eficiencia y salir del trabajo a la hora, saber desconectar del trabajo, dar una oportunidad a los hobbies para gente muy ocupada, poner límites, asertividad, entre otros.
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