Todo el mundo habla del networking, pero de poco sirve hablar con ese inversionista o ese cliente potencial si cuando les escribes te responden «¿quién eres?». O peor aún, si en la oficina pocos saben tu nombre, aunque llevas meses trabajando allí.
No basta con hacer bien tu trabajo. Tienes que destacar y dejar huella. Si te sientes invisible u olvidado, no te preocupes, puedes aprender a ser más memorable. En esta nota te comparto seis claves para lograrlo.
Haz que las personas se sientan a gusto contigo
La gente puede olvidar tu ropa o tus palabras, pero nunca cómo los hiciste sentir. Por eso, tu actitud es clave para ser memorable. La mayoría de la gente vive estresada, amargada, aburrida. No transmiten nada. O peor, expelen apatía.
Por eso, si quieres destacar, sé entusiasta. No hace falta que saltes o grites. Ni que finjas que todo es perfecto. Sólo que tengas una energía agradable. Algo tan simple como ser amable y tratar a todos con cortesía y respeto.
Otra forma de ser entusiasta es tener pasiones y compartirlas. Habla de lo que te gusta, de lo que te mueve, de lo que te hace vibrar. Y escucha a los demás cuando hagan lo mismo. Así crearás conexiones.
Practica la excelencia selectiva
La excelencia selectiva es parte del arte de elegir nuestras batallas. Es no intentar ser bueno en todo. En su lugar ser excelente en algo. Llamemos a ese algo un rasgo o actividad de excelencia, eso que te distingue.
Imagina que organizas una cena. Sabes cocinar de todo, pero quieres sorprender. Así que preparas tu plato estrella, ese que nadie olvida.
La gente recuerda la excelencia. La mejor comida, el paseo más divertido, la persona más inteligente. Podrían no recordar que eres bueno jugando fútbol, por ejemplo, pero es casi seguro que recordarían si fueras un as en el tenis.
Todos tenemos varios rasgos o actividades de excelencia. Descubre los tuyos. ¿Eres el mejor orador, el más creativo, el más generoso? Sea lo que sea, hazlo resaltar.
No intentes mezclarte, destaca
Muchas veces pensamos que para tener una carrera exitosa hay que adaptarse a lo que se espera de nosotros, o hacer lo que hacen los demás. Pero eso es un error. Lo que realmente nos hace brillar es nuestra singularidad.
Piensa en las personas que admiras, en los líderes que inspiran, en los artistas que cautivan. ¿Qué tienen en común? Que no son uno más, se atreven a ser ellos mismos, con sus virtudes y sus defectos.
Tomemos como ejemplo a Winston Churchill. Él era un showman. Tenía un don para lo dramático, y no lo escondía, lo usaba para destacarse. A menudo se vestía con ropa extravagante y sombreros. Incluso usaba el dramatismo y la excentricidad en sus discursos. Sin duda estas singularidades tienen mucho que ver en sus logros.
¿Crees que vas a ascender? Lee este artículo.
Establece límites
Existe la idea errónea de que el carisma se fundamenta sólo en ser encantador. Si bien esto es útil, no lo es todo. Uno de los aspectos más importantes del carisma es la capacidad de establecer límites y decir «no».
Las personas se sienten atraídas por quienes son firmes en sus límites y fieles a sí mismos. Quieren estar cerca de personas que saben lo que quieren y no tienen miedo de defenderse.
Cuando eres capaz de establecer límites y negarte, estás enviando el mensaje de que eres dueño de tu vida. Esta es una cualidad muy atractiva para los demás, que puede hacer que no pases fácilmente desapercibido para los demás.
Aporta soluciones
¿Qué diferencia a los que hacen historia de los que la observan? La capacidad de solucionar problemas. En un mundo lleno de indecisos y pasivos, los que actúan con determinación se destacan. Son los que mueven el mundo, los que asumen el mando y los que logran las cosas. Son los que dejan huella.
Pero no hablo nada más de proactividad. Hablo de competencia y capacidad para resolver cuando es necesario y en lo que es necesario. Esta es una cualidad de líder, porque inspira confianza y respeto. Por eso, los decididos destacan, avanzan y son promovidos. Mientras los dudosos y temerosos se quedan atrás.
Y si bien no siempre tienes el poder para decidir o actuar directamente, puedes ofrecer posibles soluciones. Esto puede hacer que las miradas correctas se posen en ti.
Cuida lo básico
Hacerse memorable es algo que se cultiva todos los días. Estos consejos son efectivos, pero sólo si somos consistentes en los aspectos más elementales del carisma. Así que no olvides cuidar de lo básico:
- Sé amable
- Recuerda el nombre de las personas
- Sé un buen conversador: di lo que hace falta, cuando hace falta.
- No interrumpas
- Cuida tu aspecto
- Sé puntual y cumple tus promesas