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Jefes que gritan

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Que hay jefes de todo tipo, eso no cabe duda. Pero los jefes que gritan son un grupo que merece un tratamiento aparte. ¿Por qué? Debido a que logran destacarse y llamar la atención a través de una actitud humillante y denigrante.

Pero como “todo lo que brilla no es oro”, no todo el que grita tiene razón ni entidad para hacerlo. Lo mejor es desenmascarar a estos lobos pues, debajo, tal vez hay un conejo asustado y sin valía (sin desmerecer a los conejos).

A continuación, por qué gritan los jefes que gritan y qué puedes hacer para neutralizarlos. Prueba estos “trucos” para bajarles el tono. Si no funcionan, es hora de pensar en otro trabajo.

¿Por qué hay jefes que gritan?

Una respuesta rápida a esta pregunta sería que hay jefes que gritan porque hay seres humanos de todo tipo. Pero, adentrémonos en el tema. Esta pregunta me la hice cuando estaba sentada en la confitería de un evento de negocios.

Cerca de la mesa donde me encontraba tomando un café, había un stand de una importante empresa petrolera. Todo era alegría y jolgorio. Promotoras y vendedores atendiendo al público cuando, de repente, unos gritos nos sorprendieron a todos.

Un gerente de la empresa (por su postura se podía adivinar su cargo) reprendía a gritos a un empleado. Éste no sabía cómo actuar y se lo notaba contrariado. Solo atinaba a escuchar el griterío y no lograba emitir palabra.

En un segundo, el jolgorio se fue, la gente se dispersó y la fiesta se acabó. El empleado nada más desapareció. Y ese jefe que vociferaba actuaba como si nada hubiera pasado.

 

¿Has vivido una situación así?

Si has vivido una situación semejante es valioso empezar a comprender por qué gritan estos jefes. Hay varios motivos para enumerar:

Conflictos de personalidad: Freud decía que la personalidad se construye, y es el resultado de cómo una persona logra manejar sus conflictos internos y las demandas del mundo exterior. El grito indica claramente que no hay manejo alguno.

Conflictos de autoridad: suelen confundir autoridad o poder con la acción de gritar. Nada más alejado. Justamente quien grita, se desacredita frente a los demás.

Conflictos de comunicación: el grito indica claramente que esa persona no puede comunicarse con los demás. No tiene la habilidad de escuchar ni de hacerse escuchar.

Conflictos emocionales: quien grita desestabiliza el ambiente de trabajo (o cualquiera sea el ambiente) El jefe que grita no logra controlarse a sí mismo por lo que, mucho menos, podrá controlar algo en los demás.

Hay bastantes más conflictos, pero nos quedaremos con estos 4 para entender su psicología. Lo cierto es que sus conflictos solo traen malestar en el ambiente y, lejos de generar trabajo, lo anulan.

¿Qué hacer frente al jefe que grita?

Te doy algunas pautas para actuar frente al jefe que da alaridos para que no te paralices como el empleado de nuestra historia.

-No te descontroles: frente a los gritos de tu jefe nunca te pongas a su misma altura. Si a los gritos respondes con gritos exclusivamente, entrarás en su mismo círculo de falta de control y de respeto. Si ve que no reaccionas a su provocación, gritará menos.

-No lo tomes como algo personal: No te grita porque eres tú, grita porque no logra desentramar sus conflictos.

-Si recibes amenazas, no las creas: a veces, estos jefes desbordados, al notar que no causan efecto sobre sus empleados, los amenazan con suspensiones o despidos. No temas, solo sigue vociferando intentando tomar el control que no tiene.

-Si notas que el griterío solo es contigo, trata de conversar: averigua y pregúntale de frente cuál es el motivo “La gente, hablando, se entiende”

-Concéntrate en tu trabajo: dedicarte a tu tarea, hacerla bien y a tiempo, será lo más productivo que puedas hacer. No te quedes pensando todo el día en los gritos.

-Aguantar los gritos no significa tolerar la falta de respeto: asesórate legalmente o conversa con tus compañeros de trabajo para saber cómo poner límite si la situación persiste.

Por último, el consejo es que, si estás frente a jefes que gritan y ninguno de los caminos mencionados logra resolver el conflicto, es hora de despedirse. Buscar trabajo en una empresa donde se te respete y valore, y donde no haya gritos. Se necesitan más palabras amables en el mundo.

 


Imagen: Andrea Picquadio

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Soy profesora de Idiomas Modernos, con una Especialidad en Lengua y Literatura que he ejercido por más de 14 años. Me desempeño como redactora y traductora y me interesa todo lo relacionado con tener una relación equilibrada con el trabajo.

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