Inicio Carrera Para de trabajar y vete al baño

Para de trabajar y vete al baño

Fotografía de Tom Rogerson
Adelante, entra

Para de trabajar. No pasa nada, es sólo un momento, relájate. No va a cambiar nada por dejar de trabajar unos minutos. Date un respiro y no mires el correo ahora, tampoco respondas el teléfono, llega un poco tarde a esa reunión. Ve al baño, cierra la puerta, siéntate y desconecta. Que no te moleste nadie, ahora es tu momento de pausa. 

Ya está, deja de exigirte, ahora no es necesario que anticipes ninguna situación, ningún marrón que te pueda caer. Pase lo que pase, aunque dependa de ti, ahora, por unos 5 minutos no cambiará nada. En serio. Sí, tú eres responsable de que no deje de funcionar; sí, lo sabemos, puedes solucionarlo; pero ahora no, no hace falta que lo arregles hasta dentro de unos minutos.

Después ya podrás responder a esos emails, podrás devolver esas llamadas o podrás asistir a esa reunión tan urgente. Pero no ahora. Descansa.

En ese poco tiempo nadie te va a necesitar realmente. Es comprensible. Aquel que vea que no respondes su email, no se volverá loco hasta pasado aún más tiempo; quien te llamó puede suponer que estás atendiendo a otra llamada; y respecto esa reunión (si es que empieza con puntualidad), seguro que habrá el típico jefe que llega un cuarto de hora tarde.

Así que tranquilo porque te puedes dar esos 5 minutos. Son tuyos, sólo para ti. Si aún así te cuesta justificar tu ausencia, siempre puedes usar el recurso del dolor de estómago seguido de una pausa dramática mientras levantas la ceja; es un código secreto. Nadie pedirá más explicaciones (tampoco se atreverán a darte la mano).

Bien, ahora, tienes 5 minutos libres. Sin obligaciones, sin responsabilidades. Estás tú contigo mismo. ¿Y ahora qué pasa? Empiezas a reflexionar, seguramente te vienen pensamientos como los siguientes:

¿Cómo he llegado hasta esta situación? Fallé aquella vez y ahora voy arrastrando todos los problemas…

Podría haber hecho más aquel día. Si me hubiera quedado un par de horas más… O acabarlo después de cenar…

Quiero pensar que es solo un pico de trabajo, esto siempre pasa en estas fechas, este sector es así, hay que pringar más estas semanas y ya.

Aunque… el problema real es que faltan manos. Nos falta gente, desde que renunció Fernández no es lo mismo y los becarios no sacan el mismo trabajo…

Hay veces que me ofrecen ayuda, eso es verdad, ¡pero es que no tienen ni idea! Tardo más explicándoles y luego revisándolo; que haciendo el trabajo yo solo directamente.

Claro, luego llego más tarde a casa y la familia tampoco ayuda, yo ya lo sufro y lo único que hacen ¡es hacerme sentir más culpable todavía! Eso me hunde…

Suerte que los domingos por la mañana, mientras nadie me molesta, puedo planificarme la semana y adelanto algo de trabajo. A veces me va bien, aunque otras no tanto, llega el lunes y mi jefe me cambia todo de arriba abajo… Siempre tiene algún argumento que no puedo defender…

Felicidades, es el principio del cambio. Sin darte cuenta, estás recuperando tu vida. Ve al baño más a menudo. Te irá bien, te ayudará a descansar, a desconectar.


Sigue a Dévé en las redes sociales (Twitter , LinkedIn, Instagram ) y ten siempre a mano a tu aliado para tu satisfacción personal y en tu carrera.


Pero no lo malinterpretes. Este tiempo no es para planificar más. La solución a tu problema no es responder más emails, no es hacer más proyectos, tampoco pasa por controlar más las situaciones. La solución es volver a la estabilidad emocional, a estar tranquilo, a recuperar tu confianza, a volver a ser tú.

En estos casos siempre tenemos la sensación de que las cosas están yendo demasiado rápido y que haciendo más tareas, estando más presentes, lo resolveremos. Pero entiéndelo, eso es ser parte del problema. Aunque parezca contradictorio, si no paras, seguirás yendo retrasado; si no te tomas descansos, seguirás improvisando; si no desconectas del trabajo, seguirás sin ver las soluciones al largo plazo.

No eres una máquina. Cuando trabajamos bajo ese nivel de estrés, nos volvemos demasiado racionales, queremos ser robots que ejecutan, trabajar de manera eficientes; pero sólo somos seres humanos.  No funcionamos así. Necesitamos estar tranquilos, pensar, usar nuestro sentido común, recuperar nuestra confianza. Pero amigo, esto sólo sucede cuando tenemos tiempo para nosotros.

Desde aquí te invitamos a que vayas al baño. No eres el único, somos miles los que nos encerramos en el baño a desconectar, a tomar aire “fresco”, a recuperar nuestra autoestima, volver a ser nosotros mismos.


Sugerencia de presentación: Endless Fragments of Time – Deep Watch

Google search engine
Artículo anteriorFomenta la discrepancia en tu organización
Artículo siguienteQué puedes aprender de los abogados para triunfar en tu carrera.
Consultor de estrategia empresarial y Mentor de artistas. He trabajado en entornos altamente cambiantes y competitivos en el mundo de los negocios, y he visto lo mejor y lo peor del ser humano. He comprobado que el cómo se hagan las cosas es tanto o más importante que el fin en sí mismo; y que el llamado éxito sólo se da gracias a la libertad de mente y espíritu. Fan de Bunbury y coleccionista de relojes.

2 COMENTARIOS

  1. Muy buen artículo! A mi una vez me dijeron una gran frase que se la repito a mis trabajadores: «No se va a morir nadie». 🙂

    • ¡Totalmente! A veces nos metemos tanto en el trabajo que pensamos que vamos a salvar el mundo; y luego nadie sabe ni a qué te dedicas!

¿Qué opinas? Hablemos.