¿Qué puedes aprender de los abogados para triunfar en tu carrera? De entrada te digo que para mí la humildad es algo básico que debe tener un buen líder. Además de conocimiento y agilidad mental, mejor que mejor.
Conozco a grandísimos profesionales, y básicamente detrás de cada gran profesional lo que hay es trabajo. Voy a hablar desde el Derecho: cada vez hay más leyes que tienen artículos más largos, más interpretables… y las mejores leyes son siempre precisas y claras. A pesar de que hoy en día hay gente que llega a los despachos de abogados habiendo consultado a muchos otros y en internet, es importante no perder de vista 4 aspectos que dan cuerpo a nuestra profesión y creo que pueden aplicarse como una herramienta para el éxito en tu carrera.
Capacidad de escuchar
La parte de escucha y la parte psicológica que tiene la abogacía es interesantísima. Lo primero es escuchar, en nuestro caso para saber qué le pasa al cliente. Es muy importante escuchar para obtener la información con la que vas a trabajar. Sí que es cierto que cuando escuchamos a un cliente, en derecho civil por ejemplo, escuchamos argumentos y emociones. Entonces no se trata solo de escuchar, se trata también de trasladar emociones a objetivos, y desde un punto de vista procesal, obtener los resultados más favorables.
Capacidad de argumentar
Argumentar es dar razones que justifiquen una postura. Una argumentación adecuada es condición necesaria para encarrilar un caso. Aunque hoy, más que nunca, necesitas saber con quién estás hablando para entender cómo está de limitada tu capacidad de argumentar. Cuando hablamos con clientes, necesitamos que quede claro, evidente, y definido lo antes posible el interés defendible; el interés que se ha de defender judicialmente. Y si no es posible, un abogado está obligado a explicárselo claramente al cliente, argumentarle por qué no, y que decida si asumir el riesgo.
Se trata de objetivizar al máximo. Mientras quienes nos juzguen sean personas, es fundamental mostrar la realidad de manera clara.
Capacidad de esquematizar
No puedes, en un tema de familia, contarle una novela de Dickens al juez, porque la judicatura está colapsada (teniendo en cuenta la palmaria falta de medios materiales y personales de las oficinas judiciales). Pero muchas veces hace falta poner en situación a quien va a dictar una sentencia de la realidad actual en el momento presente en que los hechos se están juzgando. Cuanto más escueta y fundamentada seas capaz de hacer una argumentación, mejor.
No perder el paralelismo entre el fondo y la forma.
El fondo, lo que se pide, es la cuestión principal. Siempre se argumenta mejor si la forma va en paralelo. La forma son los requisitos procesales, así como el modo de tratar —o incluso decidir no hacerlo—, con todos y cada uno de los implicados en el procedimiento. Es importante que un abogado se mantenga objetivo con la causa y que el interés o pretensión procesal no es personal suya, sino siempre, siempre, del cliente. A falta de uno de estos requisitos procesales un proceso judicial puede no iniciarse. En esto, entonces es necesario el equilibrio para mantener la objetividad.
Esto es parte del trabajo que define a un buen profesional de la abogacía, a mi modo de entender. Cantidad y calidad tienen que ir de la mano, esta es la realidad.
Imagen: Rawpixel
Un magnífico resumen que deberían tener presente todos los que se quieran dedicar a esta profesión, muchas veces denostada. Buena argumentación y perfecta esquemarización. Imprescindible texto.