(O Las 6 razones por las que el método del sándwich es completamente inútil para dar buen feedback)
Si has de dar feedback negativo no apliques el método del sándwich.
Una de las habilidades necesarias en un líder es su capacidad de dar feedback, positivo o negativo. Alabar el trabajo bien hecho es fácil, aunque muchas veces lo olvidamos. Es más peliagudo criticar. Son muchos los supuestos expertos que recomiendan usar para ello la técnica del sandwich. Consiste en envolver el mensaje potencialmente negativo entre comentarios positivos. ¿Es este el mejor sistema? La verdad es que presenta problemas importantes.
1. Crea confusión. Un mensaje ha de ser claro y conciso, si queremos que nuestro interlocutor lo capte y lo interprete correctamente. El método del sándwich nos invita a todo lo contrario: oscurecer el mensaje con comentarios contradictorios para que pase desapercibido. Tu interlocutor puede sentirse confuso o interpretar erróneamente el mensaje. Como recordamos mucho mejor el comienzo y el final de un discurso, fácilmente el receptor puede considerar que está siendo felicitado.
2. Es de cobardes. La mayoría nos sentimos incómodos cuando hemos de dar feedback negativo. Lo evitamos o lo demoramos con comentarios ajenos a nuestro objetivo, mareando la perdiz. Como dice Brian Tracy, «Si has de tragarte un sapo, hazlo ya; cuanto más tardes, mayor será tu ansiedad».
3. Te convierte en mentiroso. Te obliga a buscar aspectos positivos para envolver el «sandwich», a menudo serán forzados o poco relevantes en ese momento.
4. Te hace poco confiable. Uno de los aspectos para hacerte merecedora de respeto es ser transparente, no llevar una agenda oculta. ¿Te atreverías a declarar cómo vas a dirigir tu reunión?
Si aplicas el método del sandwich sería algo así: «Comenzaré con comentarios positivos al objeto de crear un clima relajado para que, cuando te diga lo que realmente quiero decirte, no te lo tomes a mal. Luego continuaré con mensajes favorables, para terminar de buen rollito».
Qué tal este otro enfoque: Quiero comentarte algunos hechos relativos a tu participación en el equipo de trabajo que me tienen preocupado. Me gustaría escuchar luego tus puntos de vista y que pensemos juntos qué podemos hacer.
5. Es una falta de respeto a tu interlocutor. Significa considerar que no es capaz de aceptar una crítica expresada con educación y respeto. Además es tratarle como si fuera estúpido y manipulable.
6. Imposibilita el feedback positivo. En cuanto hayas aplicado el método del sándwich un par de veces, te habrás vuelto previsible. Y lo peor es, que cuando pretendas hacer una alabanza sincera, tu interlocutor no se va a sentir valorado, sino que reaccionará con suspicacia pensando: ¿qué habré hecho mal ahora?
Es importante dar feedback tanto positivo como negativo, pero cada uno en su momento. Si has de darlo negativo, hazlo con serenidad, escucha a tu interlocutor y ayúdale a cambiar. Pero se honesto y ve al grano.