Trabajar con una persona manipuladora puede ser desagradable, al punto de llevarte a tomar la decisión de renunciar a una oportunidad profesional o llevarte al burnout, condición que ya abordamos en un artículo anterior. Sin embargo, no es una batalla que no se pueda ganar. De hecho, ni siquiera es necesario pelearla. Permíteme contarte cómo.
Por desgracia, el mundo está lleno de gente complicada y, por tanto, no vale la pena comprometer tu carrera profesional en una búsqueda infructuosa de evitar trabajar con estas personas. Ten claro que, muy probablemente, tendrás que compartir el entorno laboral con gente manipuladora. En vista de ello, lo mejor es saber cómo hacerlo para no permitir que estas personas te afecten de manera negativa.
Ten en cuenta una cosa, las relaciones laborales no siempre son negativas y con seguridad en muchos casos surgirán vínculos significativos fuera del trabajo. Es por ello que el principio más importante para hacer positiva cualquier relación laboral es entender que esta es una relación interpersonal cualquiera.Esto quiere decir que se nutre de las acciones y reacciones de ambas personas, permitiendo que se formen y mantengan dinámicas interpersonales, sean estas positivas o negativas.
Aprende a reconocer a una persona manipuladora
Para aprender a trabajar con una persona manipuladora sin morir en el intento, debes lograr identificarla a tiempo. Con frecuencia el indicador más notable es cuando esa persona logra persuadir a otros repetidamente para que hagan lo que desea. Esto puede ser tareas específicas de su rol o actividades tan sutiles como sacar copias.
No obstante, hay una diferencia muy grande entre ser cómodo o perezoso y ser un manipulador. Estas diferencias serán claves para identificar si realmente trabajas con un manipulador o simplemente con una persona difícil, que no es lo mismo, como lo expliqué en Cómo lidiar con alguien difícil (por cierto, te invito a repasar esa guía de supervivencia). Lo cierto es que, en ambos casos, es imprescindible saber cómo identificarlas para tratar apropiadamente con ellas.
Las personas manipuladoras se caracterizan en gran parte por ser egocéntricos, todo se trata de ellos y todo les afecta directamente. Al tener poca capacidad de pensar en los demás, son personas frías y con poca o ninguna empatía. Imagina este escenario: una mañana tu coche se estropea y llegas tarde a la oficina. Mientras entras, compartes el estrés que pasaste y expresas tu angustia por no poder lograr lo que te habías propuesto.
Respuesta de gente normal:
«¡Vaya! Lo siento. Es frustrante cuando las cosas no salen como lo planeamos. A veces, los imprevistos simplemente suceden. ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?»
Respuesta de persona manipuladora:
«Vaya, siempre tienes problemas, ¿no? Parece que no puedes manejar ni siquiera las cosas más simples. Siempre estás llegando tarde y arruinando todo para los demás».
Cómo trabajar con un manipulador
En criminología es bien sabido que cuando un sospechoso se siente acorralado, es capaz de reaccionar de cualquier manera. De modo que la primera intención es no jugar según sus reglas.
Un error de la persona buena es pensar que se puede ganar a una persona manipuladora en una discusión. La mala noticia es que no estáis en igualdad de condiciones. Una persona manipuladora suele ser considerablemente más inteligente y persuasiva que la mayoría. Por esto, para poder trabajar con una persona manipuladora lo mejor es evitarle.
Asimismo, es necesario establecer límites cuando algo no te guste, mereces respeto y ser escuchado. Que un manipulador respete los límites de otra persona es una tarea difícil, incluso puede representar para ellos un mayor desafío para reafirmar su posición de poder.
En estos casos lo que debes hacer es mantenerte firme y no caer en sus provocaciones, más bien, mantén siempre la calma. Por supuesto, eso no siempre es fácil, por ello te invito a repasar la guía que tengo para ello, y más aún si este aspecto te resulta en especial desafiante.
Finalmente, es fundamental practicar el arte de decir no cuando no quieras o puedas tomar esa responsabilidad que el manipulador desee poner en ti. Especialmente cuando se trata de tareas laborales que no lograrás cumplir o que no te corresponden y que terminarán afectando tu imagen con superiores.
Los manipuladores también están fuera del trabajo
Como es natural, trabajar con una persona manipuladora no es el único escenario donde tendrás que lidiar con ellas. Este tipo de personas hacen vida entre todos, a veces son amigos, familia o incluso pareja. Además, pueden hacer mucho daño en cualquier contexto, y es por eso que es crucial reconocerlas a tiempo.También es necesario hacer un trabajo de reflexión personal e identificar cuáles pueden ser tus debilidades con estas personas. Por ejemplo, si con frecuencia buscas complacer a otros por encima de tus intereses, es posible que seas víctima de un manipulador con mayor facilidad. De manera que, al fortalecer las relaciones personales y conocerte a ti mismo, podrás establecer límites sanos con mayor facilidad.