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Cómo actuar ante un nuevo jefe.

Normalmente no se empieza siendo jefe, y lo normal es que tengas uno, o más de uno.

Cuando te enfrentas a una entrevista ten presente que detrás del puesto que te ofrecen tendrás un jefe. Pero eso no es razón para vivir con miedo ni agobiarte. Eso sí, conviene que sepas dónde estás, conviene que te informes y que intentes conocer al jefe para poder calibrar lo que puedes esperar de él y lo que él quiere o espera de ti. Pero eso no es rápido, será tras un proceso de interacción diaria y observación de comportamientos.

En primer lugar trata de investigar quién es tu nuevo jefe, cómo es su forma de trabajar y cuál es su trayectoria. Intenta averiguar si ya formaba parte de la empresa,  cuáles son sus puntos débiles y qué puede necesitar de ti, para así responder mejor a sus expectativas. No es fácil. Las redes sociales y Google pueden darte pistas. Pero debes esperar a que llegue el primer día de tenerle delante para comenzar a observar.

 

Primero investiga, luego observa. Si no lo conoces y no has tenido información previa sobre cómo es, pon atención y escucha lo que dice: si eres atento puedes deducir lo que espera del equipo, su filosofía y los objetivos que tiene. Observa las interacciones que tiene con los otros empleados y con la gente en general, su nivel de cercanía, si hace contacto físico o es distante y cómo reacciona a lo que le dicen otras personas.

Si el nuevo jefe se está incorporando a la empresa o al puesto piensa que él también tiene que adaptarse, conocer a los empleados y aprender la rutina. A lo mejor eres tú el que tiene un nuevo trabajo, en este caso, observa no solo al jefe, contempla la cultura general de la empresa.

En cualquier de los dos casos, piensa que no estarás solo, lo normal es que tengas otros compañeros; por lo que necesitas estar lista para identificar las actitudes que a partir de ahora pueden adoptar estos. Puedes tener desde el “pelota”, que no se despegará del nuevo jefe, hasta el “rebelde”, que lo cuestionará todo. No te centres en tus compañeros, cada uno tendrá sus motivos y aspiraciones; céntrate en ti.

Como consejo general, lo mejor que se puede hacer, desde el primer momento, es mantener una actitud optimista y trabajar según lo solicitado. Trabaja en equipos y asume riesgos, pero siempre con prudencia.

Piensa que un jefe quiere colaboradores prácticos y eficientes; resolutivos que terminen bien el trabajo y quiere que sean colaborativos, que sepan actuar en grupo.

En el día a día se cortés, educado. Mejor ser directo y mostrar seguridad al hablar que ser retraído o inseguro; no seas excesivamente amable o informal. No hables mal de los ex jefes o de los compañeros de trabajo.

Procura no dar siempre tu opinión o consejo, a menos que lo solicite o veas que es adecuado, y si sucede, hazlo de una manera respetuosa, humilde; nunca seas crítico.

Procura hacer tu trabajo de forma correcta, completa y a tiempo.

Puede que un nuevo jefe implique ajustes y algunos cambios en el trabajo.

Los cambios pueden ser variados, podría cambiar los procedimientos, el flujo de trabajo o los horarios, incluso la organización. Acepta estos cambios con buena actitud y haz un esfuerzo para hacer que funcionen, con ello demuestras que trabajas bien en equipo y eres lo suficientemente flexible como para adaptarte.

Intenta ponerte en su lugar y procura pensar qué es lo que espera un jefe de su equipo. Por si te sirve de ayuda:

• Todo jefe espera que sus empleados sean capaces de cumplir el objetivo marcado de una forma correcta y en el tiempo señalado. Pero también, ve muy importante que se les informe cuando las cosas no van bien o aparecerán dificultades para alcanzar el objetivo prefijado.

• Un jefe quiere estar informado acerca del avance de las iniciativas iniciadas y le gusta conocer los resultados parciales y resultados que se van obteniendo, así como las posibles modificaciones al plan inicial.

• Un jefe espera que además de conocer la organización, proveedores, stakeholders, o afectados por la actividad que desarrolláis, conozcas dónde se encuentran los puntos de conflicto o tensión y que sepas que se está haciendo para solucionarlos.

• Un jefe espera que tengas una opinión acerca de hacía donde debe ir la empresa y por qué.

• El jefe quiere que sus empleados sean capaces de identificar los problemas que afectan a la empresa, sepan analizarlos y busquen y ofrezcan alternativas para resolver cada uno de ellos.

• Un jefe desearía que su gente tuviese la confianza suficiente para expresar lo que piensan, que su gente esté dispuesta a escuchar, respetar otras opiniones e incluso que sean capaces de incorporar opiniones de otros a sus propias perspectivas. Quiere un equipo sólido.

 

Es verdad que la llegada de un nuevo jefe es una situación que rompe la comodidad y costumbre de lo ya conocido. Dependes de una persona distinta, a la que no conoces. Puede traer nuevas ideas y un enfoque diferente de cómo hacer las cosas, pero piensa que hacer algo diferente no significa que sea malo.

A esa sensación de incertidumbre se unen pensamientos como el “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. Pero puede que con el cambio las cosas no solo no sean peores, sino que pueden mejorar.

Piensa que estás como en un nuevo comienzo y una nueva oportunidad. Pueden aparecer ideas y planes distintas de cómo debería funcionar el trabajo. Ante lo nuevo tendrás que adaptarte y aprender a hacer las cosas de manera diferente, que no peor.

El nuevo jefe no tiene por qué conocer tus logros o aportaciones a la empresa. Eso no es ni bueno ni malo, simplemente no tiene por qué conocerlos. Tus esfuerzos antiguos pueden no ser valorados, con la llegada del jefe deberás ponerte las pilas y demostrarle como trabajas y cómo eres.

Tienes todo por demostrar. La buena reputación que tengas te la tendrás que volver a ganar con el recién llegado. Y si tu desempeño no pasa por un buen momento, mucho mejor, porque ahí tienes una nueva oportunidad.

Ante el nuevo jefe debes aprender a ser flexible. Intenta ponerte en su lugar y pensar que él está recién llegado y lo más seguro que esté sometido a presión. Intenta colaborar y ofrecer ayuda para eliminarle obstáculos. Concédele un tiempo para que se familiarice con su nuevo puesto, con el equipo y en cuanto tengas la oportunidad, infórmate de cuáles son sus prioridades. Eso te dará una idea de cuáles serán sus primeros pasos.

Al final será cuestión de adaptarte, por lo que es preferible que te tomes la situación con calma. No saques conclusiones precipitadas, sé optimista y ármate de paciencia para afrontar esta nueva etapa.


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Jefe del Servicio Jurídico. Socio de Despacho CBueso Asesores. Abogado . Mediador. Árbitro. Padre de cuatro hijos convencido de que hay que buscar la felicidad en todos los ámbitos trabajando para vivir y no vivir para trabajar.

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