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Conversaciones que los buenos líderes mantienen con su equipo


Sin confianza no hay liderazgo. Suena fácil. No lo es.

Los líderes (líderes, ojo, no todos los managers son líderes) tienen encima, aunque no se recuerde, la enorme responsabilidad de hacer que los barcos lleguen a buen puerto. Siempre que pienso en el liderazgo como concepto, pienso en la capitanía de un barco y en la imagen de “jefe vs. líder” al mismo tiempo. Bueno, realmente pienso en la imagen primero.  Las conversaciones entre liderazgo y equipo son esenciales para crear la cultura de la empresa y la confianza, y creo que en esto no hay atajos. Este artículo es una conversación con Andrés París. No es la típica entrevista.

Confianza. Cómo se construye la confianza.

—Andrés, quiero saber tu punto de vista sobre las conversaciones que los buenos líderes tienen con sus equipos. O sea, cómo se construye liderazgo desde la conversación.

Andrés París es coach, ex futbolista, padre y empresario. También ha escrito La mochila del líder, un libro dirigido a padres, profesores, gestores de empresas y entrenadores. Antes de que me preguntéis qué tienen en común los cuatro, Andrés os responderá que lo que cambia es el entorno, pero no la esencia, que son las personas.

—¿Y por qué de la conversación?

—Al final liderar sale de comunicar…

—Ya, pero ahí hay un error que cometemos con los líderes. Ojo, lo primero: todo lo que te cuente no te lo creas. Lo bueno es que esta conversación a la gente le haga dudar. El líder que solo nos fijamos en que lidera porque comunica cae en una definición de liderazgo muy antigua; donde pensábamos que el que tenía el conocimiento y la palabra hacía que la gente le siguiera. Este tipo líder solo busca seguidores. Pero un buen líder genera personas que pueden llegar a ser líderes. Por tanto, la comunicación es una herramienta más, pero no lo es todo. Al final, nuestros hijos harán lo que hacemos más que lo que decimos. La palabra genera seguidores. Un liderazgo genera otro tipo de herramientas.

—¿Y qué ocurre con las palabras?

—La palabra genera una acción, un pensamiento, un sentimiento. Y en función del sentimiento que genere la palabra la persona actuará de una manera. Por eso el líder tiene que afinar las palabras para que generen la sensación de asumir la responsabilidad. Si yo a mi hijo le digo “vete a por el pan”, le genero el sentimiento de obligación. Sin embargo, si le digo “¿te atreverías a ir a por el pan?”, el resultado será diferente, le estoy retando: él asumirá la responsabilidad. Es como la diferencia entre “tengo que hacer”, y “quiero hacer”.

—Dicen que hay que hacer el checking, el performance review, el preguntar a los tuyos qué herramientas necesitan…

—Ya, pero volvemos a lo mismo. El liderazgo, como yo lo entiendo es el picar piedra todos los días. Hacer tu labor. Pero no es cuestión de quedarte en estas reuniones, que las hay y son muy productivas, pero es dotar de herramientas y habilidades para que sean capaces de ellos mejorar. El líder no tiene que generar gente obediente: tiene que generar gente responsable. Si yo soy un buen líder no quiero que la gente me obedezca y ya; quiero que la gente sea responsable…

Andrés París en el evento Disrupt HR

Diferencia entre gente meramente obediente y gente responsable. “Si yo soy un buen líder no quiero que la persona solo haga lo que yo le digo. Lo que quiero es que tome conciencia y sea responsable”. La gente responsable, ojo, no es cómoda. Responsabilidad es cuestionar, preguntar, saber cómo funcionan las cosas. Porque sabe el por qué, saben hacia dónde va el barco (o el carro).

—Hay cuatro figuras en las que tienes que ser líder: una es ser padres, otra es ser entrenador, otra es ser profe y otra es ser directivo o quien dirige un equipo. Yo quiero que me obedezcan, pero necesito que se hagan responsables. Si no, no vamos a crecer como equipo.

Toda reunión, toda conversación entre líder y equipo tiene que tener un para qué. Andrés insiste: “ellos tienen que crecer como personas. Tengo que  darles recursos, ¡a lo mejor son ellos mismos los que tienen que montar las reuniones! No todo necesariamente tiene que venir desde arriba, la responsabilidad es eso también”.

—Quizá hay líderes que tienen miedo a que los suyos se hagan autónomos y que se les rebelen…

—Sí, sí, sí, sí. Es que es muy difícil ser líder. Ser líder es empoderar a los demás…

—…Claro, y uno puede decir: “y luego le empodero a uno y me sale en plan Lucifer”…

—…Y el liderazgo va en contra de tu ego. Nadie va a querer decir: “yo a este le doy herramientas y luego me sobrepasa”.

Pero se trata de justamente eso.

—Pero a ver, no tienes por qué ser perfecto. Tienes derecho a equivocarte.

Aspectos vitales: el ejemplo. El ejemplo por encima de todo. El liderazgo consiste en hacer. Si los líderes no hacen es imposible que convenzan a los demás para que hagan. De modo que el liderazgo —no el ser meramente jefe— comienza en la coherencia. La comunicación al final es un arte, para construir esa confianza.

Seguiremos hablando del tema. ¿Qué pensáis? Venga, uníos a la conversación.


Imagen: rawpixel

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Creo que nada es difícil si sabes hacerlo. Soy Esther, ingeniera de Caminos amante de los trenes y del progreso social que traen. Dirijo Dévé, donde edito y escribo sobre estrategia, liderazgo y dinámica social; pilares del desempeño pro y perso. La verdad —simple, directa y clara— te hace libre.

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