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Qué hacer cuando te gusta tu trabajo, pero no tu jefe.

Me gusta mi trabajo, pero mi jefe no me gusta. ¿Qué hago? En las relaciones con los superiores jerárquicos, evita poner tu puesto en peligro por falta de profesionalidad. Cuidado porque existe el riesgo de que la aversión sea mutua.

No me gusta mi jefe, pero sí mi trabajo | Rawpixel

«No me gusta mi jefe» remonta enseguida a Buenos jefes, malos jefes, una obra del psicólogo de la Universidad estadounidense de Stanford. En ella aborda la situación del líder o jefe incompetente, como una de las principales dificultades en el ámbito laboral, de las más delicadas y estresantes que podemos encontrarnos y muy por encima de la sobrecarga de tareas o el salario.

Lo prioritario y más importante si no te gusta tu jefe es centrar el problema y generar una solución. Mejor si no pasa por dejar ese trabajo que te gusta o que por razones personales, familiares y económicas, no puedes dejar.


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En esta situación conviene olvidarse de centrar o invertir nuestro tiempo en aquellas cosas que preocupan, como pueden ser las salidas de tono de un jefe tóxico (cuidado, que el jefe tóxico envenena) o sus constantes e inútiles emails reclamando cuestiones ya realizadas o asuntos que, en realidad, son de su única competencia.

No hay que ser víctima del problema, hay que ser protagonista de su solución.

Debes evaluar la situación con tu responsable directo o superior. Tal vez la falta de empatía no sólo sea contigo, sino que esta persona —que, en la mayoría de los casos, ha sido impuesta cuando un equipo ya estaba formado y el engranaje estaba ensamblado y funcionaba– puede no adaptarse al nuevo entorno en el que ejerce como responsable. En primer lugar, debe darse un tiempo para dejar amoldarse a esta persona, al equipo y al puesto. Si, transcurrido un tiempo, no sólo no funciona sino que se enquista el ambiente enrarecido, habrá que optar por adoptar otras sistemáticas en la relación.

En todo caso, y en las relaciones con los superiores jerárquicos, hay que tener siempre en consideración algunos aspectos, que pueden llevar a analizar tu propia conducta con relación a esa persona y, en general, con el resto de compañeros y nuestra propia tarea dentro de la empresa:

Ponte en su lugar y trata de analizar su conducta y la tuya, pero con objetividad. Si tienes que modificar y mejorar alguna pauta en tu comportamiento o en tu actitud, házlo. Ambos saldréis reforzados de este análisis.

Habla, conversa y llega a acuerdos. Cuando no te gusta tu jefe, el email es un arma de doble filo, no lo olvides. Lo escrito, escrito queda…y generalmente, la mayor parte de nuestras conversaciones escritas no dejan luz para que la entonación y el verdadero significado del fondo de la cuestión, afloren.

Nunca bajes la guardia en la realización de tu trabajo y tus tareas. Evita la confrontación o que pueda existir un punto sobre el cual lanzar un ataque que conlleve un conflicto. Las mentiras se suelen evidenciar tarde o temprano; el trabajo mal hecho o mal resuelto, no tiene defensa.

Y si la comunicación se vuelve insostenible, intenta la mediación a través de otros canales en la empresa como el departamento de recursos humanos. Pero no debes caer en la tentación de utilizar este sistema como el lugar de las quejas o de las denuncias. Recursos Humanos es más bien un interlocutor puesto por la empresa. O incluso, como coach en ese ejercicio de objetivación de la situación.

Si no te gusta tu jefe, saber hacer, siempre, en lo personal y en lo profesional.

Pero no puede ir nunca de la mano con faltas de respeto o con alinearse en el mismo plano de una persona que puede ser descortés, arrogante o, simplemente, mal jefe. Como dice el proverbio: “no abras la boca si lo que vas a decir no es más hermoso que el silencio”. No toleres situaciones que puedan llegar a afectar a tu autoestima o a tu responsabilidad laboral.


2ª Edición, marzo 2023. Primera edición noviembre 2018

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Abogada por vocación, asturiana de nacimiento y convicción. Soy amante de la música y de la gastronomía, principalmente de la francesa y de toda su cultura, literatura y, en general, su Joie de vivre. Conectar personas y profesionales, y buscar soluciones ágiles a retos diarios, forman parte de mi agenda y mis pasiones.

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