Inicio Management Querida líder, es hora de hacerte respetar. No como te han dicho

Querida líder, es hora de hacerte respetar. No como te han dicho

Ser una mujer líder sigue desafiando patrones colectivos de negación e irrespeto que aún permanecen frente a esa realidad. Será común que te topes con el irrespeto, pero no es normal aceptarlo. Es hora de hacerte respetar y de saber que “aguantar” no es sinónimo de ser fuerte.

Muchas mujeres a lo largo de la historia han ejercido un liderazgo respetado a nivel mundial. Estas féminas han dejado una huella que abre camino a todas las mujeres del mundo.

Jefas: ¿es verdad que las mujeres no las quieren?

Hay una realidad de la que no se habla y que es necesario abordar, y tomar conciencia para avanzar de verdad.

¿Por qué hacerte respetar podría ser difícil?

El acto de hacerte respetar por tu equipo debería fluir fácilmente. No obstante, por generaciones, hombres y mujeres hemos crecido entre frases discriminatorias. Entre ellas: “la mujer es el sexo débil”, “la mujer debe estar en casa”, “la mujer sólo sirve para criar”, “el hombre es quien manda”. Seguro las has escuchado más de una vez.

Dejen de decir a las mujeres que tienen síndrome del impostor.

Estos prejuicios nos han limitado. En el hombre, en su capacidad de aceptar a una mujer como líder y en la mujer, la posibilidad de creer que ella puede asumir ese rol.

Niñas y jóvenes hemos escuchado: “no te molestes; mal educada”, “las mujeres se quejan demasiado” o “piden demasiado”. También “mejor calla para evitar problemas o se puede sentir mal”, “si lo dices/pides van a pensar que…”

Cuando te sientes no respetada en tu trabajo: cómo hacer

Éstas últimas dan una idea de por qué permites el abuso, accedes a lo que no quieres, temes expresar tu opinión o no sabes cómo hacer una solicitud.

Adquiere consciencia y cambia

Lo enseñado por figuras paternas y de autoridad queda en nuestro inconsciente llevándonos a ser fieles a eso para no defraudarlos. Éste es un tema de sistémica familiar que hay que tener presente y aceptar para poder cambiar.

Entonces, ¿echarás la culpa a ellos? ¡No! Ahora es tu responsabilidad lo que harás con eso. Hubo cosas que decidiste no creer ni obedecer ¿Verdad? Simple, reconoce lo que no es saludable y déjalo.

Un ejemplo para inspirarte es Malala Yousafzai ¿La conoces? Siendo joven se atrevió a desafiar las enseñanzas y leyes religiosas y políticas de su nación. Sustituyó sus viejos patrones a favor del derecho de las niñas y jóvenes a la educación.

¿Cómo hacerte respetar?

«Sólo se volverá clara tu visión cuando puedas mirar hacia tu propio corazón» C. Jung.

El respeto propio surge de la aceptación y el valor. Puedes orientarte con estas reflexiones:

  • ¿Cómo me respeto a mí misma?
  • ¿Con cuánta frecuencia me irrespeto? ¿por qué?
  • ¿Qué trato me merezco?
  • ¿Cómo espero que otros me vean? ¿Me veo así?

Ya puedes saber que actuar según alguna de las frases o creencias mencionadas sería irrespetuoso hacia ti. Sentirte capaz y cómoda en tu rol es primordial para hacerte respetar.


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Ahora que lo sabes ¡Exígelo!

Bien, hemos compartido lo que respecta a ti. Quizá te preguntes ¿qué hay con los demás? ¿Todo me corresponde a mí?

¡No! pero no asumir tu responsabilidad es victimizarte. Queremos a una líder no a una víctima ¿no es así? Nadie podrá obtener del otro lo que no se ha dado a sí mismo. Lidera con inclusión y asertividad. Aquí algunos tips:

·      Sé asertiva

La asertividad es clave para un liderazgo positivo. No se trata de imponerse sino de expresarse sin miedos, de manera concreta y clara, asignando responsabilidades.

·      Lidera con inclusión

Respeta, valora y recompensa el trabajo de cada miembro del equipo; tanto individual como grupal; de hombres y mujeres por igual. Todos se necesitan. Sé la primera en tomar acción. ¡Al líder no lo obedecen; lo siguen!

·      Organízate y aleja la culpa

Establece un orden y armonía entre tus actividades laborales, familiares y sociales. Decidir ser madre trabajadora, está bien. Sin embargo, debe ser una decisión en paz y libre de culpas. Serás puntual, lo que es un factor de respeto entre tus colaboradores.

¡Felicidades! Estás asumiendo un lugar de liderazgo, habla muy bien de tu capacidad y de tu fortaleza. Sólo necesitas mantenerte en contacto contigo misma y con tus pares. Sé una de las tantas que han marcado la diferencia y decídete a que no sea problema hacerte respetar.


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Imagen: rawpixel
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Soy profesora de Idiomas Modernos, con una Especialidad en Lengua y Literatura que he ejercido por más de 14 años. Me desempeño como redactora y traductora y me interesa todo lo relacionado con tener una relación equilibrada con el trabajo.

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