Cómo hacerte respetar en el trabajo si eres líder y eres mujer
Ser una mujer líder sigue desafiando patrones colectivos de negación e irrespeto que aún permanecen. Será común que te topes con el irrespeto, que tiene más que ver con el shock que aún produce en algunos ver a una mujer en posición de mando y no en posición de servicio. Pero este artículo te servirá si te sientes irrespetada como líder y quieres hacerte respetar sin renunciar a tus valores. También sin que tengas que cargar el mundo en tus hombros para demostrar que vales.
Como precedente, muchas mujeres a lo largo de la historia han ejercido un liderazgo respetado a nivel mundial. Estas féminas han dejado una huella que abre camino a todas las mujeres del mundo. Afortunadamente, abren camino a las demás, pero también muestran hechos a los que también te enfrentarás.
¿Por qué hacerte respetar podría ser difícil?
El acto de hacerte respetar por tu equipo debería fluir fácilmente. No obstante, por generaciones, hombres y mujeres hemos crecido entre frases discriminatorias. “La mujer es el sexo débil”, “La mujer debe estar en casa”, “La mujer sólo sirve para criar”, “El hombre es quien manda”. Estos prejuicios nos han limitado. En el hombre, en su capacidad de aceptar a una mujer como líder y en la mujer, la posibilidad de creer que ella puede asumir ese rol. Por ello, en esta revista de liderazgo, cuando llega una mujer hablando de su síndrome del impostor, siempre respondemos lo mismo: dejen de decir a las mujeres que tienen síndrome del impostor, porque en realidad lo que tienen es resultado de una discriminación sistemática.
Pero esto es importante porque esta discriminación sistemática influye en lo que la mujer tolera en su trabajo. Por ejemplo, el estudio Working from Home During COVID-19: A study of Interruption Landscape, de diciembre del 2021, expone que en el trabajo las mujeres son más interrumpidas cuando hablan que los hombres. Por otro lado, suelen ser las personas en las que se tiende a delegar lo que nadie quiere hacer (si te ocurre, aquí tienes cómo enfrentarlo) y las que más sufren el robo de mérito o eclipse de sus éxitos (si te ocurre esto, aquí tienes la forma de enfrentarlo).
Cómo hacerte respetar en el trabajo si eres líder mujer
Si vives en un entorno donde la cultura es más machista, tendrás más fricción que si desempeñas en un entorno habituado al liderazgo femenino. También, si has vivido en un entorno familiar donde las mujeres son respetadas y a ti se te dio voz, en la edad adulta la asertividad no te costará. Pero por desgracia, no todas pueden afirmar que sus entornos pasados y presentes se lo pongan fácil.
El primer paso entonces es privilegiar la responsabilidad frente a la culpa. Simplemente, reconoce lo que no es saludable y déjalo. Hay mujeres que se saltan este paso y ejercen un liderazgo agresivo, impositivo, desde la huida de sus pensamientos intrusivos. Creen que no les queda otro remedio porque si no, te comen. De modo que imponen, gritan, amenazan… ¿Se puede liderara así? Sí, claro. Hay hombres que lideran así. Se les respeta, sí, pero nadie les quiere y son infelices. Pero es una pena vivir sintiéndose amenazada todo el tiempo, en modo defensivo. Además, no te pagan lo suficiente para que añadas esa infelicidad a tu liderazgo.
Mejor optimizar.
Las acciones que hacen que una mujer líder sea respetada en el trabajo comienzan desde el estado interno. Si tu estado mental está ansioso por algo de lo expuesto en los párrafos anteriores, tenemos comprobado que ir a terapia, coaching y mentoring es lo primero recomendable. Primero, porque cada mujer es un mundo y cada entorno necesita acciones diferentes.
Después, la conducta. Los líderes están en el punto de mira en general. Quien quiere ganarse un respeto genuino como líder mujer no puede permitirse exigir a los demás lo que ella no hará. Quien pide puntualidad ha de darla. Quien pide eficiencia en las reuniones, no puede hacer reuniones de tres horas en las que divaga y nada queda claro. La primera persona que cumple has de ser tú.
Por otro lado, una lista de lo que conviene verificar:
- ¿Cómo me respeto a mí misma?
- ¿Respeto a los demás? ¿Les escucho cuando hablan?
- ¿Con cuánta frecuencia me irrespeto? ¿Por qué?
- ¿Qué diálogo interno llevo?
- ¿Cómo miro a los demás, como aliados o como enemigos que me quieren destruir?
- ¿Cómo espero que otros me vean? ¿Me veo así?
Pocas mujeres líderes se han sentado a responderse estas preguntas. Pero solo quien se gana el respeto propio se gana el de los demás.
«Los artículos están muy bien, vale. Pero ¿cómo lo hago yo?» Consigue la perspectiva y la objetividad que hace falta para resolver casos complejos en la vida y en el trabajo. Invertir en un servicio personalizado de Dévé es redescubrir la calma, la seguridad y la vida como una experiencia libre de estrés. ¿Y si contratas Coaching?
Ganarse el respeto y el honor en público
Mostrar profesionalidad y competencia está en todo.
La asertividad: recomiendan hacer preguntas. Tenemos comprobado que no es lo mismo preguntar «¿Qué significa esto?» que «¿Qué entiendes tú por X?» o «¿A qué te refieres con X?». La primera pregunta da la sensación de que no entiendes, que puede ser verdad, solo que elimina la responsabilidad de la otra persona, que quizá se ha expresado de forma que no se la entiende. La segunda y tercera formas de preguntar fuerzan a la otra persona a ser más precisa a la hora de hablarte. Se verá en la necesidad de mejorar su mensaje al hablar contigo.
La asertividad también es mirar a la gente a los ojos, hablar lo necesario y hablar claro. En la cultura occidental, la gente tiende a suavizar los mensajes y a veces alargar demasiado los discursos. Hay culturas en las que la gente es más directa y espera frases cortas. Si tienes el hábito de hablar demasiado y divagar, cámbialo. A nadie le gusta quien habla demasiado.
Haz un entorno libre de interrupciones. Conozco líderes a las que interrumpen y líderes a las que nadie interrumpe. He observado cómo elaboran sus discursos. Las líderes no interrumpidas muestran que su discurso tiene una estructura y un fin, como una historia cautivadora. Es más, saben cuándo terminar de hablar para que la otra persona hable. Entre las líderes interrumpidas he percibido divagaciones, cambios de tema, titubeos, verborreas, falta de claridad. En discursos así la gente interrumpe porque se pierde, pierde el interés o porque desconecta.
Lidera con misión y visión
Nadie sigue a quien no va a ningún sitio. El mundo está cansado de jefes incompetentes. Si te pones en el lugar de quien sigue a un líder, estarás de acuerdo en que es más fácil seguir a alguien que deja claro para qué es cada acción y qué sentido tiene lo que se hace cada día, que seguir a alguien que oculta información y parece perdido. Una líder que deja clara la misión tiene más fácil escuchar a los otros y debatir con ellos.
No te dejes llevar por el cotilleo: hay personas manipuladoras que aman pasar más tiempo con la jefa hablando de sus vidas personales y criticando a otros que trabajando. Lo peor es que eso se permite por culpa de la jefa, a ella también le gusta el cotilleo. Como se dice: «las mentes pequeñas hablan de los demás». Si te gusta el cotilleo más que centrarte en lo importante, estás cayendo en conductas discriminatorias. Da para pensar.
En la misma línea, como líder te toca crear una atmósfera de justicia. Esto es, respetar, valorar y recompensar el trabajo de cada miembro del equipo, tanto individual como grupal. De introvertidos y extrovertidos. De gente que va a los afterwork como de gente que no va. Lo digo porque es fácil dejarse llevar por sesgos y al final ver más el mérito de unos que el de otros.
Imponerte será más fácil si todo está en orden antes
La seguridad en una misma es una energía. De poco sirve buscar mensajes en internet para tener seguridad en una misma, repetir afirmaciones y vestirse de un color fuerte si falta integridad.
Dicho esto, cuando alguien quiera interrumpir o pisar tu mensaje, podrás decir «Permíteme terminar primero para que tengas toda la información», o decir «Centrémonos en el objetivo», cuando alguien quiera torpedear tu mensaje.
¡Felicidades! Estás asumiendo un lugar de liderazgo, habla muy bien de tu capacidad y de tu fortaleza. Sólo necesitas mantenerte en contacto contigo misma y con tus pares. Sé una de las tantas que han marcado la diferencia y decídete a que no sea problema hacerte respetar como líder mujer.