El estrés, el agotamiento y la desconexión son males cada vez más comunes en un mundo lleno de crisis e incertidumbre. La cultura del ajetreo y la productividad perpetua no ayuda. Muchas empresas exigen demasiado y ofrecen poco equilibrio entre lo laboral y lo personal. Tal vez tú mismo lo sientas así.
Como jefe también debes ayudar a tu equipo a lidiar con el estrés y la ansiedad. Ahora bien, seamos honestos. Si eres un líder de mando medio, no puedes cambiar la cultura de la empresa, ni gestionar grandes cambios.
Pero no te desanimes. Aunque no puedas cambiar los problemas de raíz, puedes adoptar algunas prácticas sencillas y efectivas para mejorar la resiliencia y el rendimiento de tu grupo. En este artículo te comparto algunos consejos simples que puedes implementar para gestionar el estrés y la ansiedad de tu equipo.
Tu equipo es difícil, este artículo te ayudará.
Fomenta prácticas de bienestar y trabajo inteligente
El bienestar como la risa se contagia. Por cada empleado que se sienta bien, es probable que otros se sientan de la misma manera. Es decir que puedes mejorar el bienestar de tu equipo, modelando prácticas y comportamientos saludables.
Pero no te conformes con actividades de bienestar superficiales. No basta con meditar o sesiones de yoga. Necesitas acciones que frenen el estrés de verdad. En este sentido, fomenta una cultura de trabajo inteligente, no de trabajo duro.
Anima a tu equipo a planificar, a ser eficientes y a lograr resultados sin sacrificar su salud mental. No los premies por estar siempre ocupados o por quedarse hasta tarde. Hazles ver que la calidad importa más que la cantidad.
Respeta el tiempo de descanso
Trabajar sin parar no es bueno para nadie. Ni para ti, ni para tu equipo, ni para tu empresa. Desconectar del trabajo es importante. No es un lujo, es algo necesario.
Los entornos de trabajo donde no respetan la línea que separa el tiempo de descanso y el tiempo de trabajo hacen mucho daño. Hablamos de esos lugares donde tu jefe te escribe un lunes en la mañana, lo mismo que un domingo en la mañana o durante tu hora de almuerzo. Evita este tipo de comportamiento.
Establece límites claros para ti y tu equipo. No respondas ni envíes correos o mensajes fuera del horario laboral, salvo en casos de emergencia. Respeta tu tiempo libre y el de los demás. No fomentes el estar disponible 24/7.
Anima a tu equipo a desconectar y relajarse cuando no estén trabajando.
Este artículo te ayudará a entender un poco mejor el tema.
Promueve un lugar de trabajo libre de multitasking
A todos nos han dicho que la multitarea es una súper habilidad. Creemos que somos más eficientes cuando hacemos dos o tres cosas a la vez. Pero la verdad es que la multitarea es un mito.
Cuando tratamos de enfocarnos en varias cosas al mismo tiempo, nuestro cerebro lo que hace es alternar su atención entre una tarea y otra. Esto requiere mucho más tiempo y esfuerzo que abordar una actividad a la vez. Además, puede llevar a errores, plazos incumplidos y estrés.
Los humanos somos mejores en la monotarea en serie. Entender y promover esto, no solo ayudará a disminuir el estrés de tu equipo, también lo hará más eficiente.
Para promover el monotasking sé lo más claro que puedas al priorizar tareas. Define plazos de entrega que no se superpongan y evita la trampa de confundir lo urgente con lo importante.
Sé flexible
Muchas cosas están cambiando, incluso la forma en que trabajamos. Los cambios suelen generar incertidumbre, lo que nos hace más propensos a sentirnos abrumados. En consecuencia, las personas necesitan apoyo y comprensión más que nunca.
¿Qué hacer? Sé abierto sobre tus propios desafíos y cambios, muéstrate honesto y vulnerable. Pero lo más importante, sé receptivo a los cambios que tu equipo pueda estar experimentando, y a las necesidades que surgen de esto.
Confía en las personas a tu cargo para gestionar los nuevos retos, y déjales espacio para maniobrar. Pide a tus colaboradores que sean pacientes y comprensivos entre sí mientras se adaptan a las nuevas situaciones.
Mantén al máximo la comunicación
Asegúrate de mantener a tu equipo informado sobre cualquier actualización de la organización. Sé claro sobre cualquier cambio que se vaya a implementar, y en lo que se espera del personal respecto a este. Aclara cualquier modificación de las horas de trabajo y las normas.
Elimina el estrés siempre que sea posible estableciendo expectativas sobre las cargas de trabajo. La retroalimentación constante también ayuda a eliminar tensión innecesaria sobre los trabajadores. Recuerda escuchar activamente y responder a lo que tus empleados tengan para decir.
Asimismo, asegúrate de que tu equipo conozca los recursos de salud mental disponibles y anímalos a usarlos.
Aquí más consejos sobre cómo mejorar tu comunicación.
Por último, puedes usar tu marco de influencia para impulsar políticas que se ajusten a las nuevas realidades en la empresa. Está claro que no es posible volver al pasado, y todos podemos actuar para construir mejores espacios de trabajo.
Recuerda que no existe un enfoque único para manejar el estrés, ya que todos reaccionamos de manera diferente. Sin embargo, los consejos anteriores son un punto de partida útil para ayudar a tu equipo a mantener la calma cuando la vida laboral se torna agobiante.