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Formas amables de decir no en el trabajo

Antes de irnos de vacaciones, hablamos sobre las tres cosas que debemos entrenar para poder tener la capacidad de decir no a los demás, el día de hoy hablaremos sobre algunos consejos que nos pueden ayudar a decir no, a los demás sin sentirnos mal.

No sé si te ha pasado pero últimamente cuando voy por la calle, hay muchas personas que me piden unos minutos para contarme un proyecto, para pedirme una firma o alguna colaboración; noto como para mí es muy sencillo decir no y seguir mi camino. Si es tan sencillo para nosotros decirle a estas personas que no, ¿por qué nos cuesta decirlo a nuestros familiares, conocidos, compañeros de trabajo, etc.? La respuesta es muy sencilla, nuestra incapacidad para decir no nace en la calidad del vínculo que tenemos con la persona en cuestión.

El problema está en que tenemos miedo a perder el afecto de los demás debido a nuestra negativa, a ser rechazados, a que piensen que no somos capaces… Ahora bien, ¿Te has puesto a pensar en cuánto te perjudicas a ti mismo al decir sí cuando realmente quieres decir no?

Mucha de nuestra insatisfacción diaria se origina ahí, nos comprometemos con actividades o tareas que en realidad no queremos o no podemos realizar y nos sentimos abrumados, frustrados, obligados y terminamos por hacer las cosas de mala gana. Pero entonces: ¿Cómo decir no de la mejor manera?

Tips para decir NO

1.      Explicar el porqué de la negativa de forma clara

Cuando argumentamos bien la razón por la que preferimos decir no, abrimos el espacio para que el otro empatice con nosotros y entienda nuestra perspectiva.

A Pedro le solicita su Jefe Adolfo asistir a un congreso la siguiente semana, pero él no puede ir porque su mujer tiene un viaje de trabajo que está planeado con antelación y debe ocuparse de las cosas de los niños.

Pedro: Adolfo, para mí es imposible asistir al congreso en esta ocasión, Magdalena estará ausente toda la semana por temas laborales y yo tengo que encargarme de los niños. Siento mucho no poder colaborar esta vez. Te pido mil disculpas y te aseguro que no fallaré la siguiente vez.

2.      Dar una opción o una solución

Será mucho más sencillo liberarnos de una responsabilidad si al mismo tiempo ofrecemos una solución.

Arturo es un gran arquitecto, está diseñando las nuevas oficinas de una compañía muy importante. Sus clientes están poniendo pegas con el diseño y solicitan cambios que no pueden hacerse por temas estructurales y de espacio.

Carlos: Arturo, nos gustaría que el espacio de las oficinas del área financiera tuvieran otro diseño de espacio.

Arturo: El área financiera está ubicada en el primer piso, por diseño estructural es imposible hacer cambios. Podemos hacer algunos cambios en el segundo piso y aprovechar mejor el espacio. Si ustedes desean, podemos cambiar la ubicación del área financiera con el área de marketing y hacer las siguientes mejoras… ¿Qué opina?

3.      Ser humilde

Si somos conscientes de que no tenemos las capacidades, el tiempo, el conocimiento, etc. decir no es la mejor opción. Tengamos en cuenta que si no estamos preparados, lo que haremos será complicarnos la vida y arriesgarnos a cometer errores que pueden empeorar la situación.

Sofía es una excelente financiera, la empresa en la que trabaja está estudiando la posible compra de una empresa en España, Su jefe confía mucho en ella y le solicita que realice un viaje para corroborar si la maquinaria de una empresa que desean adquirir es adecuado o no.

Sofía: Carolina, sé que confías mucho en mí pero tengo que confesar que no sé nada de maquinaria y podría cometer un error en mi apreciación. En lo personal pienso que la persona más indicada para encargarse de esta tarea es Aurora que tiene bastante conocimiento del tema y es un muy buen elemento en la compañía.

Carolina: ¿Podrías acompañarla?

Sofía: En este momento estoy terminando de revisar cómo sería todo el proceso de la fusión en caso de compra, el tema es bastante complicado por las leyes tributarias españolas. En lo personal preferiría quedarme trabajando en el tema porque no veo cómo pueda aportar en lo de la maquinaria y prefiero no descuidar mis labores. Ahora, si para ti es indispensable que vaya, iré.

4.      Posponer la conversación para buscar la mejor manera de comunicar la negativa

En ocasiones no sabemos como decir no de manera asertiva, es aquí en dónde nuestra mejor respuesta es que vamos a revisar nuestra agenda. De esta forma ganamos tiempo para buscar la mejor manera de justificar nuestra respuesta y encontrar soluciones.

5.      Siempre hablar en positivo, con seguridad y con palabras amables

Sea quien sea quien reciba un no como respuesta, lo recibirá mejor si le hablamos de forma afectiva, educada, amable, y en positivo. Todo esto dependerá de la clase de vinculo que tengamos con nuestro interlocutor, piensa siempre muy bien lo que vas a decir y como lo dirás, en lo que transmites al otro está el secreto del éxito.

Conclusión

Decir no en ningún caso es negativo, todo lo contrario, el no nos ayuda a liberarnos, a ser fieles a nosotros mismos, a darnos nuestro lugar, aumenta nuestra autoestima, nos ayuda a sentirnos bien con nosotros mismos, nos permite establecer unos límites sanos en nuestras relaciones (familiares, de pareja, laborales, de amistad) y nos da mucha credibilidad frente a quienes nos rodean; los demás siempre sabrán que cuando hacemos algo lo hacemos porque en realidad deseamos hacerlo, estamos preparados para ello y no por cumplir o por complacer.


Imagen: Quino Ai

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Soy life coach y escritora de bienestar emocional. Los años en el sector privado me inspiraron a volcarme en el mundo de la inteligencia emocional y el liderazgo. Actualmente, además de escribir para Dévé escribo en valorarteblog.com. Espero poder aportar con mis artículos herramientas que mejoren tu vida laboral.

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