¿Te has preguntado por qué algunas personas son incapaces de celebrar el éxito ajeno y en cambio lo critican o menosprecian? ¿Alguna vez has experimentado un poco de envidia o resentimiento hacia alguien que ha logrado más que tú en la vida? Si es así, te has topado con el síndrome de Procusto.
En este artículo exploraremos en qué consiste este síndrome, sus causas y consecuencias, y cómo puedes protegerte si eres víctima de acoso y discriminación por parte de alguien que lo padece. Prepárate para adentrarte en un mundo fascinante y comprender mejor las complejidades de la mente humana.
El síndrome de Procusto es una patología psicológica padecida por quienes muestran intolerancia hacia el éxito de otras personas de su entorno. Este sentimiento de negatividad y odio por quienes sobresalen en diferentes aspectos vitales puede generar altos niveles de acoso y discriminación.
Si aún no sabes cómo identificar esta patología que tanto daño hace a nuestra sociedad, has llegado al sitio correcto. A continuación, te explicamos cuáles son las capacidades conductuales que se manifiestan en las personas que padecen este síndrome y cómo puedes lidiar con ellos.
¿En qué consiste el síndrome de Procusto?
El síndrome de Procusto es un fenómeno psicológico que percibimos desafortunadamente con mucha más frecuencia en la sociedad actual debido a la exigencia diaria y a la presión social de nuestro entorno. Diversos aspectos como la productividad, la creatividad y el talento han hecho que compitamos entre nosotros para sobresalir entre los demás.
Esto, a su vez, ha provocado que personas intolerantes e incapaces de aceptar las virtudes de los demás padezcan de un trastorno de rechazo continuo por quienes sobresalen y se destacan. Es decir, quienes padecen del síndrome de Procusto sufren de un miedo constante a ser superados por personas exitosas.
Esta patología claramente se ve reflejada tanto en el ámbito laboral como en el social, pero es mucho más frecuente en empresas y espacios académicos. Y es que aquí se establecen actitudes de acoso y discriminación en las que se ignoran las ideas y se intenta minimizar la posición de otros.
¿Cómo identificar a una persona con síndrome de Procusto?
El perfil psicológico de quienes padecen de esta patología conductual permanece íntimamente relacionado con el narcisismo y autoestima baja. Los sujetos que manifiestan este trastorno poseen un alto nivel de frustración, intolerancia y pérdida de control recurrente.
Estos aspectos son solo pequeños rasgos de quienes establecen conductas degenerativas de envidia, acoso y discriminación hacia personas proactivas, con mayor capacidad profesional, intelectual y comunicativa.
Características de las personas con esta patología
Identificar a estos sujetos no te será tan difícil como parece, ya que suelen mantener un patrón conductual bastante claro.
- No son empáticos, al contrario, consideran que el resto del mundo, incluyéndote a ti, tienen que acoplarse a ellos debido a que su punto de vista siempre será el correcto.
- Intentan producir perjuicio o daño de forma consciente. Siempre minimizarán todos tus logros o alcances personales.
- Muestran celos, insatisfacción y envidia si te perciben como superior o si te destacas del resto.
- Pretenden apartarte de forma agresiva, con decisiones radicales. Así dejarás de ser una competencia directa para ellos.
Generalmente, este tipo de personas enfocan toda su energía y habilidades en limitar las capacidades de otros por el temor de ser superados por la competencia.
¿Cómo puedo protegerme si trabajo con alguien que padece del síndrome de Procusto?
No siempre es posible evitar a sujetos que padecen de este trastorno. Si debes convivir en el ámbito laboral o profesional con jefes o compañeros de trabajo incapaces de reconocer tus opiniones y excelencia, deberás fijar unos límites inquebrantables.
No permitas bajo ninguna circunstancia que estos sujetos se valgan de tus habilidades para alcanzar metas académicas, laborales o sociales. Defender siempre el trabajo desarrollado potenciará aún más cualquier faceta profesional. Por muy raro que parezca, destacar laboralmente, obtener méritos propios, de forma continua, inspirará al resto del equipo de trabajo.
Esto, sin duda, dejará sin armas a todo aquel que necesita aprobación o se aparta de la realidad de la responsabilidad y el esfuerzo. Si quieres combatir este síndrome, deberás mantener tu autonomía, no demostrar miedo, ni dejarte intimidar por los agresores emocionales.
Intenta no dejar de lado la empatía y asertividad, pero evita siempre las relaciones condicionales y muy afectivas con ellos. Lidiar con personas difíciles de tratar y conflictivas siempre será un problema. Pero no te apures, porque para ello en Dévé hay un artículo para que sepas cómo tratar con gente difícil y otro para que sepas cómo lidiar con gente insegura, incluso si se trata de tu jefe.
Mantente calmado ante todo.