El Día Mundial de la Salud Mental debería ser todos los días. Perro comencemos por aquí, para que primero unos lo acepten más y otros lo vivan mejor.
La salud mental tradicionalmente se ha mirado como cosa de los que están locos y hay que tratarlos. Pero a estas alturas es incuestionable que hay asuntos de salud mental que hacen de este tema algo importante, especialmente en comunidades que están en desventaja en el juego competitivo en la sociedad, y que sufren sistemáticamente un peor tratamiento. Estas comunidades por desgracia son las que menos acceso tienen a profesionales de salud mental de calidad, bien sea por estigma —creer que no es para ellos—, por falta de medios, o por falta de confianza en los profesionales.
Hablé de cómo lidiar con eventos racialmente traumáticos aquí, por ejemplo.
Si fuera más normal hablar y priorizar la salud mental, se crearían menos problemas. El estrés, el burnout, la pérdida de seres queridos, el agobio, la fatiga, las secuelas del coronavirus —que incluyen la fatiga—, la situación económica, la posible guerra mundial las relaciones deterioradas… son cosas que pueden afectar y amenazar la salud mental. Por eso quiero traer una lista de ideas para cuidados de la salud mental que pueden ayudar. No esperemos hasta que suceda algo para practicar el cuidarse.
– Por supuesto, la terapia.
– Si crees y eres de orar, las oraciones ayudan
– Escribir también
– ¿Cómo te hablas? Por favor háblate como hablarías a tu persona favorita.
– Meditar sirve para conectar con tus sensaciones
– El ejercicio está bien y es necesario. Cada uno según lo que su cuerpo necesite, no según como su estrés ordene. 20 minutos valen para empezar
– Hablar y juntarse con la gente que hace bien. Hay gente que consume mucha energía, o te sale cara, o te interrumpe constantemente, o juzga, o parece que estás a examen con ellos. Puedes valerte de artículos como Cómo ser un buen conversador, o Cómo ser un buen contacto si tienes poco tiempo
– Tener al menos tres personas con las que poder hablar de lo que sea. O cuyas voces te gusten y puedas escucharlas contarte historias
– Ganar en asertividad y saber decir no: los síes que en realidad son noes salen caros. Piensa que querer llegar a todo, querer decir sí, querer encajar y agradar a otros probablemente sea motivo de que acabes peor de energía. Si quieres invertir en esto, te gustará La primera verdad sobre saber decir no, y Formas amables de decir «no» en el trabajo
– Asegúrate de que te das tiempo para respirar, para estar en silencio —el silencio, uno de los lujos del siglo XXI—.
– En esto suelo insistir: atención a las redes sociales, y que éstas no sean fuente de angustia. Dejar de entrar en ellas, o dejar de seguir a ciertas personas para seguir a otras que te aporten un valor diferente te hará bien.
– Soltar cosas, soltar compromisos, soltar relaciones, aunque sea durante una temporada.
– Buscar tener la casa limpia, ordenada y decorada con lo que ayuda mentalmente. Elementos que fomentan el bienestar en el hogar son, entre otros: la armonía de colores y materiales, las plantas de interior, cojines, mantas, colores claros, una buena temperatura y música.
– Si consideras que este es un buen momento para poner orden en tu vida, con este artículo espero que lo tengas más claro (Cómo pongo orden en mi vida ejercicio práctico)
– Gestionar las finanzas: en estos momentos necesitamos la sensación de control en una de las áreas más importantes. Ojalá hubiera una forma de poner las finanzas según el deseo en dos o tres meses, pero a menos que toque la lotería —e incluso en esa situación improbable— no he visto que una persona normal logre sus objetivos sin hábitos, disciplina y consciencia.
– Evadirse fuera de las redes sociales, bien sea dando un paseo, o viendo una película
Por otro lado, ser alguien que aporte positivamente a los otros no necesita ser una ardua tarea. Artículos como Cómo ayudar a alguien cuando pierde a un ser querido y Cosas más efectivas que decir que «no te preocupes» están siendo útiles a mucha gente en todo el mundo.