El amor puede ser un factor muy positivo para el liderazgo. Aunque se visualiza como la semilla de los pájaros en la cabeza, puede dar otros frutos y llevarnos alto y no a las nubes.
Desarrollo mi teoría.
1- El amor da estabilidad y unos pilares sólidos son fundamentales para poder construir el siguiente nivel.
2- El amor da tranquilidad y desde esa actitud tenemos mayor capacidad para afrontar la tensión.
3- El amor nos ablanda el corazón y nos hace ser más empáticos y comprensivos. Nos convierte en personas más solidarias.
4- El amor nos llena de energía y hace mucha falta tener las pilas cargadas para ser un buen líder.
5- El amor nos permite desconectar y eso nos permite llegar el lunes mucho mejor de lo que nos fuimos el viernes.
6- El amor es una fuente de motivación infinita y la confianza es fundamental.
7- El amor nos relaja y eso es muy necesario para convivir con el estrés.
8- El amor nos hace ser más creativos, tener menos límites y pensar que todo es posible.
9- El amor nos ayuda a digerir mejor el fracaso porque, si ese aspecto de nuestra vida va “viento en popa” podemos gestionar que algún aspecto esté atascado.
10-El amor es una fuente de satisfacción, nos quita la ansiedad que da tener “sed de más” y a la vez, nos da ganas.
11. El amor nos suma paciencia, resta ansiedad y hace que el resultado sea el deseado.
12. El amor nos indica donde está el final del túnel porque es luz.
13. El amor nos ayuda a priorizar y saber lo urgente, lo importante y aquello que parece un mundo, pero en realidad es una anécdota.
14. El amor ocupa tanto que no deja espacio para el rencor ni la envidia. Dos grandes impedimentos para el liderazgo.
15. El amor nos hace sonreír y eso hace que todo sea más agradable.
16. El amor nos enseña a escuchar y el oído es una herramienta que usamos poco, pero hace mucha falta.
Cuando hablo de amor no me refiero exclusivamente a una relación sentimental, el amor se encuentra en muchos lugares y muchas formas: en la pareja, en los hijos, en el resto de la familia y los amigos. También en el arte.
El amor nos hace mejores y eso se nota en la oficina. No hay mejor motor para el trabajo que aquello que nos espera al salir de él. Ni mejor despertador que una motivación.
Imagen: Matthew Bennett