Los 20-30-40 son etapas muy marcadas, y es muy fácil de repente verse en una etapa de la vida muy diferente con respecto a los amigos. Hay cosas relevantes que pueden separarnos, como dónde vivir/trabajar —sobre todo ahora, que el trabajo “obliga” a muchos a mudarse—, casarse, tener hijos, o incluso emprender. Esto deja menos tiempo del que ya había para los amigos, entran otras relaciones en escena y da la sensación de que ya quedan menos cosas en común con los amigos. Pero no tiene por qué ser así, sobre todo si tienes esto en cuenta:
1. Tenéis una historia. La historia no se borra.
Repasar mentalmente los momentos que habéis creado juntos durante los años, las bromas, lo que habéis superado ayuda a reengancharse cuando la comunicación no es como antes. Por eso en las conversaciones que tengáis recuerda rememorar esos momentos de risa y de otras historias, son muy importantes.
2. Pero crea nuevas memorias
Llamarse por teléfono está bien, aunque puede ser incómodo porque ya se hace previsible de qué vais a hablar. Pero alguna actividad juntos puede uniros más y poneros al día a la vez. Quizá no funcionen los planes espontáneos como antes, así que se puede planificar (y crear ese sentido de la anticipación).
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3. Las redes sociales son buenas, úsalas
Pero recuerda que mirar en silencio los stories de los amigos no es estar en contacto —al final no sabrás nada de ellos, y acabarás mirando sus stories como quien mira la tele. Y tus amigos son más que sus stories de instagram, o sus publicaciones de LinkedIn.
4. Los límites, con mente abierta
El tiempo no es el único desafío. Uno puede tener hijos, otro estar viajando constantemente por trabajo, puede que uno quiera ir a tal restaurante y el otro esté ahora mismo en el paro y no pueda permitirse gastar. Por eso es necesario ser directos sobre cuánto te puedes adaptar y qué puedes esperar de tus amistades. Esto puede poner soluciones sobre la mesa (como ir a un sitio más barato en vez de a un restaurante) y ahorrar malentendidos (como tu amiga asumir que no quieres verla porque dices que no, a quedar para cenar porque tus finanzas están apretadas ese mes). No está de más ya de primeras, sugerir planes que tengan en cuenta la situación de tus amigos.
5. ¡Te pueden sorprender!
Aunque tu amiga haya tenido un hijo recientemente, puede sorprenderte con no estar hablando de pañales todo el rato. Ser vulnerable está bien, habla sobre lo que te preocupa, celebra tus éxitos, comparte tu esperanza en el futuro. Mantener la autenticidad os mantendrá unidos pese las diferentes etapas de vida.
6. Cada uno tiene su camino. Evita compararte
Que Amelia se ha casado antes de los 30 y ya tiene su casa y sus hijos mientras tú estás en otro país en un contrato de alquiler y estás soltera sin personas en el horizonte. Compararse es tendencia, sobre todo cuando estáis en diferentes etapas de la vida, porque el cerebro ama hacer rankings sobre quién está mejor que quién, o quién parece tener más éxito. Esto puede doler más aún cuando te ves “por detrás”. Los celos son normales.
(Tengo celos de mi amiga, qué puedo hacer (con los celos, no con mi amiga) — próximamente)
Antes de dejarte llevar, recuerda que tú eres tú. Tú y tus circunstancias. De la misma forma que tus amigos no saben todo lo que estás pasando, tú tampoco lo sabes. Y nunca se sabe cómo sienta realmente una situación hasta que se pasa por ella.
7. La gratitud
Si te frustra que mantener la amistad cueste tanto, enfocarte en las ventajas de tu estado actual puede ayudarte. Por ejemplo, tú puedes levantarte ahora mismo e irte al museo, o salir a correr a las 8, o saber cuánto vale el dinero que ganas. O puedes divertirte más. Por otro lado, tus amigos que están en otro periodo de vida podrán ser tu mejor apoyo cuando cambies de etapa tú y necesites perspectiva.
8. Haz nuevas amistades (manteniendo las antiguas)
Es normal que las amistades se diluyan con el tiempo, en los diferentes estados de la vida. Así que mientras ajustáis los temas de conversación con los amigos de siempre, puedes expandirte y hacer amistades con gente que esté en la misma situación que tú (hombres solteros en la cuarentena, mujeres madres primerizas, deportistas). Eso no os hará mal, es parte del darle (más) sentido a la vida.