Seguro que has oído alguna vez que somos el promedio de las cinco personas con las que más tiempo pasamos. Si esto es cierto, entonces tiene sentido elegir bien con quién nos relacionamos. Tanto en el ámbito personal como en el profesional.
No se trata de ser elitista o egoísta, sino de buscar personas que nos aporten valor, que nos ayuden a crecer y que nos hagan sentir bien. Los seres humanos somos sistemas abiertos, nos alimentamos del entorno. Necesitamos influencias positivas.
Y en este artículo te voy a hablar de los tres tipos de personas que necesitas tener cerca si quieres triunfar en lo que te propongas y ser feliz en el proceso.
Personas a quienes admires por su sabiduría
Si sientes que eres el más inteligente de la sala, probablemente estés en la sala equivocada. Es un marco sencillo pero potente que puedes usar para evaluar tu empleo actual, o tus socios. Incluso puedes extenderla a tu equipo de trabajo. Deberías poder admirar alguna cosa de cada miembro de tu equipo.
Esta última no es sólo una regla para tu carrera, sino para tu vida. Piensa que todos contaron con la ayuda de personas sabias que los guiaron en su camino hacia el destino: Dumbledore, Obi-Wan Kenobi y Gandalf.
Busca a los más sabios. Mantén una actitud humilde y abierta al aprendizaje. Siempre hay algo que podemos mejorar. Y de ser posible, hazte de un tutor que comparta su experiencia y conocimientos contigo.
También es bueno rodearse de personas que quieren aprender de ti. Estas personas son una buena caja de resonancia. Como decía el famoso físico Richard Feynman, sólo enseñando podemos estar seguros de que dominamos un tema.
Lee este artículo sobre cómo cultivar la amistad en tiempos de ajetreo.
Personas dispuestas a promoverte
No hablo de esas personas que te halagan sin motivo y que te hacen creer que eres perfecto. Esas son las personas que te adulan, y no te hacen ningún favor. Me refiero a esas personas que te valoran por lo que eres y por lo que haces. Que te aprecian, te respaldan y te impulsan. Que hablan bien de ti, con razón. Que te abren puertas, te presentan oportunidades y te recomiendan.
Tener personas que te promuevan te da más oportunidades. El patrocinio no tiene que venir de una relación de mentoría. A veces viene de un buen networking. Si tienes personas que te promuevan y patrocinen, cuídalas y fortalece esos vínculos. Y si no las tienes, búscalas y encuéntralas. Revisa tu red y observa la política de poder en tu organización. ¿Quién puede ser tu patrocinador? Investiga sobre él. Ofrécete como voluntario para él.
Personas que piensen diferente a ti
Estar rodeado de personas que piensan igual que tú puede ser tentador, pero en realidad es aburrido y poco estimulante. Necesitas personas que piensen diferente a ti, y te saquen de tu zona de confort.
Imagina que tienes un método perfecto en tu trabajo, te funciona hace años, ¿para qué arriesgarte si ya lo sabes todo? Eso pensaba hace algunos años. Trabajaba en un instituto de formación de jóvenes. Una compañera y yo teníamos la tarea de formar dos grupos. Teníamos estilos diferentes. Ella era ruidosa, yo callada. Ella improvisaba, yo me preparaba. Nuestra jefa nos hacía buscar un término medio. A veces era su camino, a veces el mío.
Con frecuencia era agotador… pero ahora lo agradezco.
Nadie lo sabe todo (ni tú ni yo). Escuchar a esta persona me hizo crecer como docente y como persona.
De hecho, al margen de los eslóganes vacíos del management moderno, la diversidad en el lugar de trabajo trae resultados positivos. Un informe de McKinsey encontró que las empresas con más diversidad en la gestión tenían un 35% más de probabilidades de tener mejores rendimientos financieros. La diversidad hace a los equipos más inteligentes.
Vale la pena tener personas que desafíen nuestras ideas. Anímate a acercarte a quienes piensen diferente a ti. Podrías hacerte de algunas amistades interesantes.
¿Te has mudado? Este artículo te ayudará a encontar amigos en tu nuevo lugar.
Mantente lejos de este tipo de persona
En los últimos años, se ha hablado mucho de las personas tóxicas, aquellas que nos quitan tiempo, bienestar y energía. ¿Cómo reconocerlas? Para mí, la clave es observar su comportamiento y el efecto que tiene en nosotros.
Aquí mi lista personal de este tipo de personas a evitar:
- Los chismosos. Esos que se sienten bien hablando de las desgracias ajenas.
- El voluble. Ese que parece no tener ningún control sobre sus emociones. Pasa de la alegría a la ira en un instante, y en desproporción la mayoría de las veces.
- La víctima. Este es el que se queja de situaciones que él mismo creó. Pero nunca asume responsabilidad.
- El envidioso. Cree que los demás tienen más suerte que él. Y se lo merecen menos.
- El manipulador. Nunca es directo ni sincero, y con frecuencia intenta conducirte a hacer lo que él quiere. Y encima lo hace en nombre de la amistad.
- El quejica. Su negatividad y pesimismo oscurecen cualquier habitación.
- El elegido por los dioses. Se cree superior a los demás. Pero su falsa confianza es arrogancia.
Recuerda que tú también puedes ser una persona para tener cerca o bien lejos. Por eso, aporta valor a otros desde tu experiencia. Sé el tipo de persona que te gustaría tener cerca.