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3 diferencias entre carácter y mal genio

Conocer la diferencia entre carácter y mal genio os hará libres. Este artículo expone situaciones en las que carácter y mal genio se confunden y ayuda a definir los dos claramente.

No son lo mismo | Imagen de Frey Marin

Hay gente que va por el mundo con supuestamente mucho carácter, y por eso cuando están enfadados es imposible acercarse a ellos. Yendo más allá, están habituados a que los de alrededor “les respeten” (respetar = consentir todo lo que les salga en el momento de rabieta) y por eso viven cómodamente a costa de la incomodidad de los demás.

Jamás se rebajarán pidiendo perdón. Suelen ser cabecillas de grupos y bastante buenos manipulando o chantajeando. Cuando no consiguen manipular por las buenas, la irascibilidad les posee y manipulan por las malas. Si es necesario, tendrán rabietas de niño de tres años a pesar de tener 40. Harán en tratamiento del silencio. Harán que otros pidan perdón por sus errores. Tienen amedrentadas a sus parejas. En algunos casos acostumbran a los demás a ese perfil, y tienen a los de alrededor dándoles la razón o dejándolo estar por ser la forma más fácil a corto plazo de evitar mayores confrontaciones.

Pues esos encerrados en sí mismos (y los demás) necesitan saber algo:

No tienen ningún carácter.

(Y los que les consienten esos caprichos con el «él es así, tiene mucho carácter», necesitan saber la verdad)

Conocer la diferencia entre carácter y mal genio es la verdad que hace libre. Por ello, a algunos no les interesa que esto quede claro para todos: porque los que tienen mal genio se aprovechan de la ignorancia de las buenas personas. En torno al mal genio paradójicamente se ha creado una pseudo cultura en redes sociales disfrazada de asertividad, alto valor, amor propio, autoestima, etc. Pero la gente de mal genio tiene bastante de narcisista. La prueba es que su forma de reaccionar ante la frustración muestra más el desequilibrio entre su gran ego y su pequeña autoestima.

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La primera diferencia entre carácter y mal genio es que carácter es integridad. No tiene nada que ver con ser agresivo

La chica que de día vocifera: «A mí ningún tío me dice lo que tengo que hacer», pero luego envía fotos comprometidas a un desconocido que le envía un mensaje al móvil (o se fuerza para complacerle en la cama, aunque ella no disfrute) se engaña a sí misma. Por mucha vehemencia que uno ponga a la hora de hablar mal del otro —mucho genio que tenga—, si luego es incapaz de encararle, es igual de cobarde que quienes cotillean en voz baja. Es muy sencillo: entre carácter y mal genio, el carácter pone en coherencia lo que uno piensa con lo que uno hace. Ante quien sea.

Un genio fuerte es un carácter débil

¿Eres de quienes aguantan la agresividad de la pareja «porque es así, y tiene su carácter»? La agresividad no es buena señal.

De hecho, si la persona que tienes al lado necesita coger berrinches, romper cosas y pegar gritos para marcar su territorio… Que se lo haga mirar (y tú, revisa tu nivel de tolerancia). Una persona con mal genio tiene un problema interno que le hace pensar que su valía está en el nivel en que consigue someter a los demás, y voy más allá: ve a los de alrededor como sus enemigos. Si alguien necesita pelear contigo es porque te ve como un rival. Si desgraciadamente ahora te identificas en una situación en la que tu carácter no puede confrontar el mal genio ajeno, cuenta con este artículo Respondiendo al “mal genio” con “carácter”: una crítica pragmática.

¿Eres de los que deciden dejar su vida a la deriva porque «tu vida fue difícil», «tu madre no estuvo presente»? La diferencia entre madurez e inmadurez está en el grado de carácter que se aplica a la vida. El mal genio se relaciona al pensamiento débil, bastante común en la sociedad.

Para tener carácter no es preciso explotar o ser descortés. Te sorprendería la gente admirable capaz de ser genuinamente amable y tener carácter, en el sentido de saber decir no o poner límites ante sí misma y ante otros.

Entre carácter y mal genio, carácter es independencia. Mal genio es querer llamar la atención

Normalmente la gente con mal genio busca captar la atención de todos. Ahí está su validación. Si tienes carácter, no tienes miedo a confrontarte. Pero no es para llamar la atención, sino para conseguir un objetivo sostenible para ambas partes. Puedes escuchar a quien te habla sin interrumpirle alterado, porque no temes que tus propias ideas se te olviden o sean neutralizadas por las ideas del otro. Tampoco dependes de los juicios que los demás emiten sobre ti, aunque sabes cómo tenerlos en cuenta.

Además, no necesitas que a tu alrededor se oiga «tiene mucho carácter» para que te quede claro que tienes carácter. Por un lado, porque normalmente el «tiene mucho carácter» suele significar «tiene mal genio». Por otro, porque las personas de verdadero carácter son líderes, no tiranos.

Y aunque no te lo hayan enseñado tus padres, puedes aprender a desarrollar un carácter fuerte. Según un estudio, la fuerza del carácter se relaciona con la satisfacción en la vida. Las personas de mal genio no podrán decir que están satisfechas con su vida sin mentir.


Este post se escribió en 2014 y se ha reeditado en diciembre del 2022 para mantenerse actual.
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Creo que nada es difícil si sabes hacerlo. Soy Esther, ingeniera de Caminos amante de los trenes y del progreso social que traen. Dirijo Dévé, donde edito y escribo sobre estrategia, liderazgo y dinámica social; pilares del desempeño pro y perso. La verdad —simple, directa y clara— te hace libre.

4 COMENTARIOS

  1. Bueno…simples pautas de comportamiento animal…yo tengo (me gusta más decir «convivo» con) cobayas-por supuesto no enjauladas, sino en un ambiente donde se puede observar su comportamiento con cierta «naturalidad»-, y, como, creo, casi todos los animales gregarios, tienen caracteres definidos sobre todo, en cuanto a su comportamiento con «el grupo», por su perfil más tendente a la dominancia o a la sumisión. Ojo a la semántica de los términos, porque «dominancia» no significa «liderazgo», ni «sumisión» significa, en este caso, «supeditación». Son, creo yo, rasgos que alcanzan sólo a determinadas manifestaciones en la relación, pero que, (insisto, creo yo) no tienen verdadera trascendencia en el papel de verdadera predominancia de cada individuo (dicho de otra manera, en determinadas situaciones, el individuo más «sumiso» es el que impone su individualidad en la relación)…Tienes razón con lo del «valor del templado»…eso me recuerda, por ejemplo, los roles que ocupaba cada miembro de la unidad familiar en culturas o lugares como «el norte» (de donde soy yo), en los que existe (o al menos existía) un matriarcado en el que el «macho dominante» (padre de familia), era el fanfarrón vocinglero y temperamental, y la matriarca toleraba sus pataletas con la misma actitud maternal de quien sabe que por mucho que pregone el niño, al final se hará lo que ella diga…En todo caso, creo que de hecho en determinados aspectos, sociales, laborales, políticos, etc, tienen más posibilidad de prosperar, de hecho, los individuos menos «vehementes», y de hecho muchas veces las expectativas de promoción están directamente relacionadas más con la «sumisión aparente» que con las personalidades exaltadas o ingobernables…éstas últimas son menos fáciles de «controlar», pero personalmente, aunque resulten «socialmente incómodas», las prefiero, pues como dice el refrán «líbrame Dios de las aguas mansas que de las bravas ya me libro yo», y yo suelo decir que me da más miedo de la gente, no lo que dice, sino lo que calla…seguramente me he ido por los Cerros de Úbeda; por otro lado, niños caprichosos, son faenosos, pero poco peligrosos

    • Hola Eduardo, es verdad que la gente de genio al menos va de cara, y es preferible una discusión acalorada que deje todas las cartas sobre la mesa que una media discusión tensa que nunca se arregle y siempre te tenga esperando puñaladas traperas… En ambientes a esta gente sé la maneja como se puede, pasando de ellos o esperando a que se les pasen las rabietas.
      Me ha gustado el refrán, ¡ha dado en el clavo! Y me alegra que señales la diferencia entre dominante y líder, que actualmente cada vez más gente distingue peor estos dos términos.
      ¡Un saludo!

  2. ¡Qué acertado lo de «carácter es integridad e independencia»!
    Habrá que mantener ese carácter íntegro e independiente.
    ¡Gracias por las reflexiones!

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