Como ya comentamos en Dévé, cada febrero se celebra el Madrid Design Festival. Este año no ha sido una excepción y ha tenido lugar como todos deseábamos. Además, los días 13, 14 y 15 se celebró el llamado MadridDesignPRO, jornadas que incluyen ponencias, conversaciones y talleres.
Dévé no podía faltar y asistí justo el del día de San Valentín. No era nada especial por el día de los enamorados; pero ¿qué mejor que celebrar el amor disfrutando del diseño y de la belleza en general?
Estuve en un sinfín de charlas y conferencias y aprendí mucho. Esto es un consejo que alguien me dijo y lo sigo a rajatabla: Si te sientes estancado, con pocas ideas, ve a ponencias y exposiciones, te dan aire fresco y te permiten expandir tu mente en momentos que no crees posible.
Aplícalo.
De lo mucho que vi en Madrid Design Festival, me quedé con una conferencia muy interesante, la de Domitilla Dardi y Andrea Anastasio. Se centraba sobre todo en la trayectoria y el trabajo de Andrea; pero estaba muy bien pensado el contrapeso del punto de vista del autor con una comisaria e historiadora como ella que le ordenaba el discurso.
Andrea diseña sobre todo muebles y objetos para empresas italianas líderes. Su trabajo se centra en la manipulación de objetos y materiales del hogar, generando «contaminación de idiomas y significados». De hecho, se hizo famoso por una lámpara que fue icónica después de salir en una película de Almodovar.
Pero claro, ¿qué sucedía? Que si no hubiera sido por la intervención de Domitilla, la ponencia de Andrea hubiera estado bien; pero no hubiera acabado de fluir del todo.
Estar en contacto con gente creativa a mí me encanta. Diseñadores, artistas o creadores en general, son ese tipo de gente que está en conexión real con lo que sucede en el mundo a nivel emocional y a nivel físico. Esa conexión, esa sensibilidad, les da su genialidad; pero a veces les juega una mala pasada a la hora de expresar lo que les pasa por la mente. Porque es justo lo que sucede, les va la cabeza a mil. Son genios que piensan más rápido que hablan.
Todos en algún momento de nuestra vida hemos estado así. Tienes ideas, quieres explicarte pero te pierdes en tu propio discurso. Andrea fue un reflejo de lo que podemos mejorar. Pues oye, apliquémoslo.
3 puntos a mejorar en tu comunicación que puedes aplicar a tu dia a día:
Una idea potente vale más que mil palabras.
Andrea se mostraba como un tipo brillante, un genio en su campo. Todos queríamos ver su obra, sin embargo, no se mostraban casi imágenes de lo que había creado. Una de las cosas que más me sorprendió precisamente fue su comentario… “me hice famosos por una lámpara que salío en una película, y a partir de ahí empecé a ganarme bien la vida…” No obstante. No la mostraron.
Aprendizaje: Muestra lo que te ha hecho bueno, no lo ocultes, muéstralo, con orgullo y gallardía y deja que se plante esa semilla en la mente de los demás. Para tu próxima charla o conversación interesante, puedes hacer lo mismo, muestra o cuenta ese ejemplo potente que tienes en tu vida, deja que el resto lo asimile y lo piense sin decir nada más. Que se plante la semilla.
Cuenta la historia del proceso
No todo era negativo, más bien todo lo contrario. Uno de sus puntos fuertes (y el de muchos artistas) es contar el proceso, la investigación, el trabajo para llegar hasta la obra final. Nos quedábamos todos embobados, queríamos saber más, que nunca se acabara su historia.
Aprendizaje: Todos sabemos que el storytelling vende, precisamente porque conecta con algo muy humano, una forma de ver el mundo, de empatizar con un problema; pero muchos luego me preguntan “¿cómo?”. Fácil, cuenta justo paso a paso, cómo has hecho eso, cuenta cómo lo has vivido, ¿qué emociones has sentido? Eso siempre conecta con tu audiencia.
Concluye tu argumento y no te quedes en el limbo
Este punto es el tercero y es el más importante. Esto pasa con mucha frecuencia a muchas personas. Cuentas una anécdota, crees que va a hacer gracia o que se va a pillar el mensaje, y luego… Nada. Silencio e incomodidad. Lo que pasa es que no lo rematas y se crea un silencio muy denso. Has conseguido llamar la atención de todos, pero cuando llegas al momento álgido, no has rematado como merecía esa expectación.
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Hay un ejemplo muy claro de esto en la serie de Fleabag. El padre de la protagonista es un señor mayor que apunta ideas muy interesantes sobre la relación con sus hijas; sin embargo, nunca acaba las frases (¡Ni una!) y genera mucha frustración.
Aprendizaje: Antes de contar tu historia, piensa en la conclusión. Qué mensaje vas a dar, con qué idea quieres que se quede la audiencia. Luego suelta tu historia y ten en mente siempre dónde va a acabar. No perderás el hilo y podrás acabar por todo lo alto.
El diseño, el arte, la creatividad, son esos motores de vida y compromiso con ella capaces de transformar la sociedad, los negocios y el mundo entero. La lástima es que los mensajes no acaben de llegar bien en muchas ocasiones. Aprendamos todos juntos de esto y hagamos un mundo mejor, uno mejor comunicado.