Img: rawpixel
Perder un empleo, porque la empresa reduce plantilla, por circunstancias económicas, porque cambian los objetivos de la dirección respecto a tu trabajo o por cualquiera de los motivos que se aduzcan en la lamentable noticia de que ha finalizado la relación laboral, puede llegar a ser devastador para muchas personas. En ese momento, sobre todo cuando no son circunstancias disciplinarias y, por tanto, avanzadas o advertidas previamente, nos pueden dejar en estado de shock…pero que no debe dramatizarse.
Para ello, hay que ponerse en marcha inmediatamente, y hacer cosas que son importantes, aunque resulten más o menos dolorosas:
Lo primero, resulta muy necesario comunicarlo a los compañeros y despedirse de ellos, agradeciendo el esfuerzo y el trabajo compartido en ese tiempo. Es importante cerrar el ciclo, y también es importante dejar las puertas y las ventanas abiertas con las personas con las que se ha convivido durante ese tiempo.
En segundo lugar, y tras los primeros momentos de negación, decepción o rabia, totalmente normales e, incluso, necesarios para la superación de este duelo, hay que darse un tiempo de descanso y reflexión, pero de una forma activa.
La dimensión dinámica y ordenada de este periodo transitorio en lo personal y en lo profesional, pasa en muchas ocasiones por consultar con un abogado que pueda canalizar la necesaria extinción del acuerdo con una solución en lo más posible, pacífica y conciliada, y que en la mayoría de las ocasiones no requiere acudir después a la vía judicial. Desde aquí, ya podrás inscribirte como demandante de empleo y, en su caso, solicitar la prestación económica que pueda corresponder… o bien plantear un emprendimiento o volver a estudiar o preparar unas oposiciones, como salidas de futuro laboral.
En otro plano, pero también concomitante, puede resultar inicialmente difícil, pero será de enorme ayuda, contárselo a la gente, reactivar los contactos on y off line, actualizar el currículum vitae y las redes profesionales. Todo ello conlleva también replantearse algunos aspectos de la vida diaria, y principalmente los relacionados con el manejo de las finanzas personales, para lo que resulta necesario hacer un presupuesto, analizando la nueva situación económica, y ponerse en marcha hacia un nuevo futuro.
Y concluyendo, y por lo general, la mayoría de las personas se recuperan luego de recibir un despido laboral, y terminan mejor de lo que eran antes. Que esto ocurra puede deberse básicamente al desarrollo de una fuerza mentalque contribuya a que sean mejores en la próxima relación laboral a desempeñar.
“Lo que viene, conviene” es un viejo dicho popular, que con el tiempo y la distancia se cumple en casi el 100% de las ocasiones. Así que recuerda, ponte en marcha, supera la situación y adelante.
Apúntate a la masterclass de gestión del miedo del próximo ·3 de diciembre ——— consigue tu entrada desde este enlace